"Al llegar a los 16 años ya eres considerado alguien digno de hablar con la persona con la que estás destinado a pasar el resto de tu vida. Sin embargo, de no quererlo solo podrán mantener esta conexión durante un año, sí al terminar ese lapso una parte de niega a encontrarse con alma gemela, sus lazos serán cortados y exiges posibilidad de que alguno se quede sin un alma gemela nueva. "
—Tsk, esto es una idiotez.— pensó Tsukishima mientras leía aquel aviso en la pantalla de su teléfono.
Por fin había cumplido los 16 años y la forma de despertar era con aquella noticia y con su familia entrando con un pastel, aunque sí todos eran sinceros; su familia estaba más emocionada por el hecho de que conocería a su alma gemela que con el propio cumpleaños del joven y quizá eso le molestaba aún más.
—Aún no entiendo porque les emociona tanto esto, es algo realmente ridiculo, ni siquiera me interesa conocer a con quien sea que se supone que debo pasar el resto de mi vida.— las palabras de Tsukishima eran cortas y tajantes, como siempre, logrando un suspiro por parte de su madre y un regalo por parte de su hermano.
—no deberías ser tan duro, quizá te tocó una chica bonita y buena. No sabrás de lo que hablas hasta que comiences a hablarle.— Kei rió en seco, mirando con incredulidad los rostros esperanzados de sus familiares.
Él ni de broma se dignaría a responderle a su "alma gemela".
Horas después.
Tsukishima llegó con normalidad a su preparatoria, siendo recibido por su amigo Yamaguchi quien ya venía emocionado a felicitarlo por su cumpleaños, aunque también estaba emocionado por saber más con respecto al otro tema.
—¿Y ya sabes quienes tu soulmate?— preguntó Yamaguchi, demasiado emocionado para su gusto.
—No, Yamaguchi. Lo he dicho miles de veces; no estoy interesado. Tsk, en serio lo entiendo que les pasa con eso.—
—Pero Tsukki-. —
—cállate, Yamaguchi.—
. . .
Las horas de clases transcurrieron con normalidad, en sí el día de Tsukishima fue demasiado normal. Los chicos del club lo felicitaron, tuvo su entrenamiento y regresó a su casa, al menos pensó que había sido normal hasta que una voz femenina interrumpió su sueño.
—Hey, ¿estás ahí?— nadie respondió.
—Mh, es raro, me llegó un aviso de que por fin conocería a mi alma gemela, pero sigo sin escuchar a nadie.— Tsukishima se quejó.
—Oh, creo que sí hay alguien ahí. Vamos, no seas tímido, no muerdo, al menos que eso te guste.— ese comentario hizo enojar a Tsukishima, logrando que se frustrara y simplemente ignorara a la voz femenina hasta que ésta no se escuchó más.
Su voz era demasiado bonita.
Fue su último pensamiento antes de ir a dormir, aunque sabía que solo él la escucharía, su canal de voz no estaba abierto.
Un par de días habían pasado desde que comenzó a escuchar aquella voz en su cabeza, ni siquiera de había esforzado en preguntar el nombre de la susodicha y sí alguna vez lo mencionó él realmente no le había prestado atención. Lo verdaderamente sorprendente es que a pesar de su rechazo ella seguía hablándole con el mismo entusiasmo que el primer día, contándole sobre su vida, sobre lo mucho que amaba a sus mascotas y el hecho de que era malísima en deportes.
Algo irónico considerando que él practicaba voleibol.
En un nuevo día yendo a la escuela él la escuchó, nuevamente.
—¿siquiera podrías decirme tu nombre? Entiendo que aún no quieras hablarme, han pasado menos de dos semanas y seguro aún no estás confiado. Sinceramente a mi también me da miedo esto.— él suspiró, ¿qué más podría suceder? De todas formas planeaba pasar el año ignorándola hasta que por fin lo desligaran de ella, con suerte a él lo dejarían sin otra persona y a ella con alguien que realmente le interesara.
—Me llamó Kei, Tsukishima Kei.—
Holaaaa, aquí la autora reportándose.
Quería aclarar un par de cositas para que no existan confusiones con el tema;1.- Se supone que las parejas tienen un año para conocerse y acostumbrarse, pero para sellar su destino juntos ambos deben tomarse de las manos. Es una especie de cliché como el "beso encantado" solo que en este caso es tomarse de las manos, mientras no exista contacto físico, ninguno está conectado en su totalidad.
2.- la forma en la que se comunican es mediante "canales" una especie de llamada mental, JFJAJDJQ. Ambos pueden apagar el canal para evitar que el otro escucho sus pensamientos o si alguno no quisiese hablar pues perfectamente podría ponerse en mute, aunque no existe la función para callar a la otra persona.
Es decir; Tsukishima apaga su canal para no hablar con ella, pero él no puede apagar su canal.Creo que eso es todo lo que quería explicar, nos vemos en el siguiente capítulo.
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I don't want to be your soulmate. || Tsukishima Kei
Fiksi Penggemar-No puedes actuar ahora como si ella te importara solo porque ella ya no quiere saber más de ti, Tsukki.- todos al nacer tenemos alguien predestinado, al llegar a cierta edad podrás comunicarte con dicha persona mediante pensamientos. Pero, sí una d...