-No puedes actuar ahora como si ella te importara solo porque ella ya no quiere saber más de ti, Tsukki.-
todos al nacer tenemos alguien predestinado, al llegar a cierta edad podrás comunicarte con dicha persona mediante pensamientos. Pero, sí una d...
Para este punto habían pasado 8 meses desde que había comenzado a escucharla, realmente estaba ansioso de que por fin aquella chica dejara de interrumpir sus pensamientos.
Aunque... para este punto, Tsukishima no quería admitir que muy en el fondo, allá escondido en su corazón, un pequeño sentimiento de cariño había comenzado a crecer.
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—¿sabes? Te ves muy bien jugando voleibol. Eres mucho más lindo de lo que imaginaba y también eres muy alto y tienes dedos bonitos, espero los cuides bien, debe ser doloroso recibir balonazos.— por primera vez Tsukishima la escuchó y eso lo dejó helado, ¿acaso ella lo había visto? Un sentimiento de rabia y vergüenza recorrió su ser y por primera vez le habló, aunque de la pero forma.
—Escúchame bien, niñata. No sé quién seas y créeme que no me interesa saberlo, pero no quiero que me andes espiando, hazte a la idea de que no quiero nada contigo.— sus palabras habían salido con rabia, tan duras que incluso él se regañó por haber tratado tan mal a la joven, dándose cuenta de que de cierta forma ella no tenía la culpa de le tocara estar con alguien como él.
Después de eso todo quedó en silencio.
Él sintió culpable.
. . .
Había dejado dejado de escuchar aquella dulce voz por un par de días, pero aunque se sentía culpable no pensaba disculparse con ella, eso era lo que quería ¿no? Alejarse de ella.
En ese momento tuvo un dolor en el pecho, recordando algo que lo hizo sentir aún más culpable y haciéndole entender la distancia de la joven.
FLASHBACK
—este es el día quince mil en el que trato de hablar contigo, Tsukishima. Aghhh, en serio no entiendo por qué no quieres hablarme, me duele ¿sabes? Quizá ahora mismo ni siquiera me estés prestando atención, he comenzado a creer que nunca me escuchas aunque siempre estoy ahí y eso es doloroso. Cuando era pequeña siempre me ilusioné con la idea de encontrar a mi alma gemela, pero conforme iba creciendo me encontré con personas malas que se encargaron de hacerme sentir que no merecía tener una, algunas otras me dijeron que la persona con la que estuviese destinada debía ser la persona con la peor suerte del mundo ¿y sabes qué, Tsukishima? Tú me haces sentir que esas palabras son verdad.—
FIN DEL FLASHBACK.
Mierda.
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Soy yo de nuevo, basta. Solo quería aclarar que la historia no sigue la línea temporal del manga ni del anime, así que no se confundan sí de repente pongo partidos o situaciones que no concuerdan con el tiempo qué pasa entre Tsukishima y la rayis.
