-No puedes actuar ahora como si ella te importara solo porque ella ya no quiere saber más de ti, Tsukki.-
todos al nacer tenemos alguien predestinado, al llegar a cierta edad podrás comunicarte con dicha persona mediante pensamientos. Pero, sí una d...
Otro mes había pasado, mes en el que había tenido que tolerar a la chica hablando casi a diario de sus salidas con su mayor rival; Kageyama. Él estaba tan fastidiado. ¿Por qué Bakayama salía con SU soulmate?
Peor aún, ¿por qué él no se dignaba a invitarla a salir?
Ugh, que fastidio.
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Llegó al gimnasio después de que sus horarios escolares terminaran, encontrándose con la sorpresa de que Kageyama era rodeado por todos los del equipo que parecían estar muy atentos a su conversación, incluso Yamaguchi estaba ahí.
Por eso no se había ido con él.
Debía admitir que estaba curioso, así que se acercó y notó el tema de habla; la chica linda del Shiratorizawa.
—¡su nombre es muy bonito!— gritó un emocionado Tanaka, seguido de la afirmación de su compañero Nishinoya.
Había llegado tarde para escuchar su nombre.
Tsk, él mismo podía preguntárselo.
—en fin, ¿le pedirás una cita formal?— la pregunta le cayó como un balde de agua fría.
¿Él la invitaría a salir?
—Joder eso es lo que más deseo, pero... ella ya tiene a su alma gemela y no me quiero interponer con ello. Aunque igual su alma gemela es un jodido idiota y no ha hablado con ella en más de nueve meses, JA, lo que daría por ser yo quien la tratara bien.—
¿Ser ÉL quien la tratara bien? No. Él debía ser quien la tratara bien, no Kageyama.
Pero ni siquiera le ha hablado.
Peor aún; la única vez que lo hizo fue para tratarla mal.
—Es ridiculo, la única vez que el idiota le habló fue para gritarle que no quería estar con ella. Que se joda, solo espero que pasen estos últimos tres meses para que ella sea libre, quizá si ella lo acepta, la invite a salir.—
Tsukishima estaba que hervía de la rabia y un joven pecoso se había percatado de ello.
Más tarde en ese mismo día.
—Ohayoooo~, Tsukishima. Pff tuve un pésimo día hoy, solo quiero dormir. Así que solo te deseo buenas noches.— Tsukishima se guardó su enojo para otro rato, tan enojado estaba que las palabras no salían de su boca, prefirió dormir.
Al día siguiente.
—Buenooos días, Tsukishima. ¿Ya despertaste? Jo, espero que sí, me odiarías más si te despertara.—
—No te odio.— se reprimió para él mismo.
—¿sabes? Me percaté que últimamente he hablado mucho de Kageyama, así que hoy te hablaré de mi, de nuevo. Lo hago porque sé que a estas horas deberías estar de camino a la escuela, así como yo, entonces te haré compañía. Hmmm, me gustan mucho los gatos, aunque me encanta acariciar a los perritos que veo en la calle. ¡Oh! También me gustan mucho los zorros, son taaan bonitos. De hecho tengo un amigo que de cierta forma me recuerda a ellos, se llama Kita. Meh, siguiendo con lo mío... Mh, voy en el Shiratorizawa, mi mejor amigo es Ushijima y tuve a Semi de crush durante años, nos conocemos desde pequeños, aunque claro que dejó de gustarme en cuanto te conocí, ahora tú eres mi crush.—
—¿s-su crush?— Tsukishima se quedó paralizado, sintiendo como su corazón comenzaba a latir con fuerza, sentía que en cualquier momento saldría de su pecho.
—waaah, también me gustan mucho las galletas, de esas que tienen relleno de chocolate, son d e l i c i o s a s. Y ¡oh! Me dan mucho miedo los insectos, los detesto y y y y... Nunca vas a contestarme ¿cierto?— por primeriza vez en todo el rato que la conocía; su voz sonó apagada. Ella se escuchaba triste y eso hizo congelar su corazón.
—Lo siento, Tsukishima. Lamento de tengas que estar conmigo.—
