Dos días después de aquel encuentro, Azumi volvió a ver a aquel hombre sentado en una de las bancas de un parque cerca de su casa, el sol ya no se encontraba iluminando ese lado del planeta, en su lugar, la luna se encontraba ahí. El alumbrado público no era excesivamente luminoso, pero su corazón volvió a latir con velocidad al verlo.
Se acerco a paso tranquilo, se sentó a su lado y él la miro.
—Hola — le sonrió —Soy Azumi, la chica que lo confundió con su amigo — soltó una risilla.
—Sí, la heroína.
La pelirrosa sonrió.
—No nos presentamos adecuadamente, soy Okkotsu Azumi — le extendió la mano.
Touya dudo por unos segundos, acepto la mano ajena.
—Dabi — respondió.
— ¿Solo Dabi?
—Solo Dabi.
—De acuerdo — se recargo de la banca a su lado — ¿Cuántos años tienes?
—Veinticinco — mintió.
Recién había cumplido los veinticuatro, solo habían pasado dos meses de ello.
—Oh, eres dos años mayor que yo — comento Okkotsu.
— ¿Puedo preguntar la razón de tu acercamiento a este civil?
Azumi soltó una risilla.
—Me gusta tu cara — musito sin mirarlo —Honestamente me he acercado para intentar algo.
Touya no pudo evitar soltar una risa de boca cerrada casi inaudible.
—Hoy tienes suerte, héroe, tu cara me gusta también.
La pelirrosa mantuvo su sonrisa.
—Eso me alegra.
Ella estaba bastante cambiada, no la creyó capaz de confesar sus intenciones de manera tan suelta, más cuando se trataba de eso, pero le hacía sentir bien saber que Azumi se sentía atraída por él.
Casi se sobresalta al sentir que su hombro chocaba con el de Okkotsu.
—Entonces ¿Deberíamos tener algunas citas?
El azabache sonrió divertido.
—Claro.
—Genial — saco un block de notas, quito la hoja con algunos ingredientes escritos y escribió una serie de números, probablemente su número telefónico, se lo extendió — ¿El viernes a las seis?
Él asintió en respuesta.
—Veámonos aquí — sugirió Touya.
—Si — Azumi sonrió antes de darse media vuelta —Ten buena noche, Dabi-san.
—Igualmente, Azumi — se despidió Touya sintiendo un agradable calorcito en su pecho, sucedia siempre que veía a Azumi. Como las veces que la observo antes de la primera vez que fue descubierto.
¿Que haría Azumi si supiera su verdadero nombre? Antes de saberlo, debía asegurarse de tenerla de su lado pasara lo que pasara.
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