A las cuatro de la tarde. Los estudiantes entraban y salían de la universidad. Por su parte, Madeleyn se dirigía al estacionamiento junto con Mateo. Había estado todo ese día en la universidad y ya era hora que fuera a ver como marchaban las cosas en la empresa.
Madeleyn aún no podía creer que se había topado a Leo el día de ayer. Había esperado topárselo este día para confirmar que no había soñado haberse encontrado con él, pero no tuvo suerte.
Mateo camina del lado derecho de Madeleyn desde el día de ayer había notado a Madeleyn un poco distraída después de conocer a Leonardo y en todo el día en cada momento que tenía oportunidad salía al pasillo o salía del edificio como si buscara a alguien por lo que imaginaba que a quien buscaba era a Leonardo.
Mateo, siempre alerta, percibió los problemas que se avecinaban con solo ver a la persona que se encontraba a unos metros de ellos sentado en una jardinera. Que desgraciadamente no podía evitar. Lo único que podía hacer era espera que la señorita Madeleyn se las arreglara, pero a como la veía creía que tal vez esta vez no le sería tan fácil.
Madeleyn noto el cambio de actitud de Mateo, por lo que dirigió su mirada hacia donde él la tenía centrada. No podría creer lo que veía, acaso el destino quería que volviera a reencontrarse con todas las personas de su pasado primero Leo y ahora Dustin. Él era una de las últimas personas con la que quisiera reencontrarse de hecho siempre que podía evitarlo lo hacía. Madeleyn lo vio sentado en una jardinera con su implacable ropa de diseñador y menospreciando a las personas que caminaban cerca de él, por lo que prefirió pasarse de largo sin prestarle atención, ignorándolo, implorando mentalmente que la dejara marchar y no la retuviera.
-Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos la última vez, ¿no crees? -dijo Dustin justo cuando pasaron Madeleyn y Mateo a un lado de él.
Madeleyn se dio la media vuelta para confrontarlo, pensó ignorarlo, pero al parecer eso no iba a ser posible, él venía decidido a molestarla y si no era en este lugar sería en otro hasta conseguir su objetivo, conocía bien a Dustin. Por lo que mejor decidió que fuera de una vez y no postergar más lo inevitable.
-Tal vez sea porque no quiero volver a verte y prefiero pasar por alto tu existencia -contestó frívolamente.
-Sigues siendo tan ruda como siempre -se burló.
-Y tú sigues siendo tan estúpido, dime a que debo tu grata presencia en mi universidad de bajo nivel que juraste jamás pisar -recrimino.
-¡Dios mío!, sigues molesta conmigo -dijo Dustin levantándose de la jardinera con gran gracia camino hasta quedar frente a ella.
Madeleyn no se dejaría intimidar, no importaba que fuera más baja que él, ella no se movió de su lugar y levanto su mentón retándolo.
-No. Si siguiera molesta contigo tendría que estar pensando en ti todo el tiempo y hace mucho que no pienso ni un poco en ti Dustin, solamente estoy diciendo la verdad que eres un estúpido, muchas personas lo saben, que no te lo digan por miedo es otra cosa y que mi escuela es de bajo nivel no lo digo yo, lo dijiste tú -le echó en cara las palabras que le había dicho anteriormente para ofenderla con una sonrisa frívola.
Al ver ese gesto de desprecio, Dustin no pudo evitar levantar la mano y llevarla a su mejilla. Su gran mano se posó en la mejilla de Madeleyn recorriendo lentamente con sus largos dedos su oreja, trazando un camino por su mejilla, recorriéndola hasta llegar a su mentón, posando su dedo índice debajo de su mentón haciendo palanca con su dedo levanto más su barbilla y acercándose lo suficiente a su rostro para invadir su espacio. Madeleyn le dio una mirada reprochadora, esta le advertía que, si se atrevía a hacerle algo más lo iba a lamentar, ella estaba lista para darle una cachetada o darle una patada donde más le doliera si se le ocurría pasarse de listo con ella.
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CONTRATOS [Terminada] SAGA CONTRATOS ADOPTIVOS LIBRO l
Teen FictionAlgunos firman contratos para tener matrimonios falsos. Margaret tuvo que firmar un contrato para ser la hija adoptiva de Brandon Park a pesar de no ser huérfana y conocer a sus padres. Margaret Romero es una chica de 15 años y a su corta edad tiene...