Salí de la escuela como todos los días y decidí atravesar el parque para dar una pequeña vuelta. Aún era temprano y no tenía prisa por volver a casa. Al pasar, me fijé en los bonitos árboles y la suave brisa otoñal del parque, cubriendo las sonrisas de los niños y niñas que jugaban en el parque, riendo y corriendo como locos hacia todos los lados. Envidiaba verlos tan felices...
Caminaba lento para que mi pañal no se lograse ver bajo mi falda. Soy un chico con gustos raros supongo.
Me encanta llevar mis pañales a todos lados, sentir su suavidad protegiéndome en todo momento, por si acaso necesito tener un pequeño.......accidente.
Mientras caminaba me fijé en un chico alto, de más o menos 17 años. Estaba leyendo un libro en un banco, parecía concentrado, sus labios se arqueaban un poco cuando reflejaba las emociones que el libro le hacía experimentar. Eso me hizo gracia, y dejé escapar una risilla tonta para mí solo.
Levantó la vista y me miró mientras terminaba de reírse. Qué vergüenza!!!! Estaba sonrojándome, así que intenté mirar hacia otro lado mientras pasaba enfrente de él.
Pero no todo iba a salir bien ese día...-Auchh!! -dije, precipitándome al suelo.
Genial, justo tenía que caerme delante del chico. Espera. Oh no!!! Va a ver mi pañal!?!?! Junto al resto del parque!?!?!? Tierra, trágame...
En un acto de generosidad, el chico se levantó rápidamente, vislumbró el pañal que el otro chico menor llevaba bajo su falda, pero no le dio importancia. Lo levantó lo más rápido que pudo y le volvió a tapar el pañal con su falda. Protegiéndolo de vistas curiosas.
Sentí como si una gran grúa tirase de mí hacia el cielo y, de repente, volvía a estar de pie, aún rojo de la vergüenza. Ese chico me había salvado en cierto modo...
-Estás bien? -preguntó.
-Cre-creo que sí... -respondí, aún confuso y sonrojado.
Se volvió a sentar. Yo estaba algo mareado y me senté junto a él. Apoyé mi mochila al lado del banco y me relajé un poco.
-Tienes unas panties muy raras sabes?? -dijo con un tono de burla.
Pensaba que me estaba muriendo de la vergüenza.
-T-tú cr-crees?? -dije, titubeando.
-No es muy común usar pañales con...?
-14, tengo 14 años... respondí, apartando la mirada.
-Me llamo Danny.
-Yo soy Álex... Encantado -respondí.
-Lo mismo digo.
Dios. Me sentía muy raro hablando con alguien que acababa de descubrir mi secreto. Estaba actuando como si nada!! Ni siquiera se había molestado en ayudarme incluso cuando no me conocía de nada. Seguía leyendo su libro, tranquilo. Yo me fijaba en sus ojos, recorriendo las letras de cada línea, como un gran reloj que hipnotizaba mis sentidos.
-Tan guapo soy para que me mires así? -preguntó en un tono de burla.
Me sonrojé.
-Y-yo no... Yo no...
-No soportas el hecho de que un desconocido te ha ayudado a mantener tu "secreto" a salvo delnte de todo un parque?
No podía articular palabras. Me quedé como un bobo con la boca abierta, a punto de decir algo sin saber siquiera lo que quería decir.
-De nada, por cierto.
-Gra-gracias... -conseguí decir.
-Y ahora, Álex, por qué no me cuentas acerca de ese gusto tan "original" que tienes?
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Un extraño en el parque...
Teen FictionEsta es una breve historia de un chico femboy que tropieza con un chico más mayor que él y descubre su gran secreto (es abdl!!)... No tiene lemon -_-