high for this ; kookgi

Yoongi debió de haber previsto que haría frío en el avión.

Pero no lo hizo y ahora el frío estaba calando sus huesos y todavía tenía una hora de vuelo por delante. Esas eran las consecuencias de hacer todo a lo loco y no sentarse a pensar en sus decisiones.

Es que Yoongi también sabía que si se hubiera sentado a pensar en que tan buena idea era gastar lo poco de sus ahorros para viajar fuera del país a visitar a su novio y salvar su relación en declive... quizás no estaría en donde estaba en ese mismo instante.

Quizás estaría acurrucado en su cama, con cuenta bancaria intacta y aliviada y sin ese sentimiento de incomodidad que lo rodeaba en esos momentos. Sin embargo, tenía que recordarse que este viaje era importante por esa misma razón: su relación con Jihoon estaba en su punto más crítico.

Hace casi seis meses, Jihoon había ganado un intercambio a una universidad hermana a la suya en Japón, y él sin dudarlo, aceptó. Era una increíble oportunidad que Yoongi había apoyado desde el primer momento, aún así nada lo había prevenido para lo que pasaría de ahí en adelante.

Solo bastaron semanas para que la relación comenzara a deteriorarse y Yoongi culpaba a la distancia. Habiendo estado juntos desde la secundaria, esta era la primera vez que ambos se encontraban tan lejos y los estragos eran muy visibles.

Incluso cuando Jihoon ingresó a la universidad y Yoongi seguía en su último año de colegio, en medio de la presión por ingresar a una buena universidad y mantener notas perfectas, la pareja había maniobrado para encontrar tiempo para el otro.

Pero ahora las cosas eran radicalmente distintas.

Los mensajes eran cortantes y las discusiones abundantes. Jihoon siempre estaba ocupado, decía que el sistema japonés era aún más estricto que el coreano; Yoongi decidía creerle y así también, decidió tomar el asunto en sus manos.

Si la distancia era el problema, él la iba a acortar y no había nada más romántico que una visita sorpresa. Yoongi solo llevaba una pequeña mochila consigo porque pensaba pasar el fin de semana en los brazos de Jihoon. Habían más condones que ropa, así de optimista se sentía.

Sin embargo, había un extraño sentimiento que Yoongi no podía quitar de su pecho incluso mientras caminaba hacia el lugar donde Jihoon se quedaba.

Decidió ignorarlo, tal vez solo eran nervios, pensó.

Se concentró en no perderse entre los edificios estudiantiles hasta que llegó al que creía era el correcto. Jihoon se estaba quedando en un cuarto compartido con otro chico, y ese día, le había comentado brevemente que habría una tranquila reunión en la habitación de uno de sus compañeros.

El plan de Yoongi era entrar, presentarse y pedir ayuda para encontrar a su novio, rogando que funcionara y que no tuviera que terminar arruinando la sorpresa escribiéndole a su novio pidiendo por ayuda.

Debatió por unos segundos antes de finalmente entrar al edificio, para su buena suerte, un par de chicos se encontraban esperando el ascensor así que corrió hasta alcanzarlos.

— Hola, soy Yoongi — se presentó de inmediato.  Ambos lo miraron confundidos y Yoongi se sonrojó.

— Perdonen que los haya abordado así — llevó su mano a su cuello y se rascó incómodo — Soy el novio de Jihoon, vengo a visitarlo de sorpresa, pero solo sabía su edificio y no su número de habitación. Es más, me dijo que hoy tenía una reunión con sus compañeros de ciclo. Me preguntaba si alguno de ustedes lo conocía y si me podrían ayudar a encontrarlo.

Los dos chicos se miraron, parecían tener una conversación solo con sus ojos y Yoongi se sentía más y más incómodo con cada segundo que pasaba en silencio.