Después de dos siglos, John Van Vonter regresa a su pueblo natal para cumplir con una importante misión. Junto a sus amigos se embarca en la búsqueda de un tesoro que podría cambiar el destino del mundo humano y el de las "bestias"; así como vencer...
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Apenas habían transcurrido dos días desde que la prostituta Sally Scarlet escapó de los apartamentos. Con ella trajo consigo a Banra, un molesto anciano vampiro que la convirtió en vampiro sin su permiso. Sally Scarlet no dejaba de pensar en el incendio que presenció en la que fue su zona de trabajo.
Era imposible que sus compañeras o clientes sobrevivieran al incendio. Sintió tristeza, ya que al final, ellas fueron lo más cercano a lo que podía llamar su "familia". La noche que escapó, Sally se ocultó en las afueras de San Marcus. Presenció la batalla del amanecer desde la altura pudiendo conocer la identidad de la criatura responsable de toda la tragedia en el pueblo, Jonathan Van Vonter. Su presencia le intimidaba, pero a la vez le generaba rabia. ¿Cómo podía alguien como él lastimar a tantas personas inocentes? Por una parte, no le sorprendía tanto ya que ella fue víctima de acoso cuando era una adolescente.
Al amanecer, Sally partió lejos de San Marcus. No tenía idea de lo ocurrido días después en las instalaciones del SOIS. Se estableció cerca de Transilvania, una zona comprendida por el bosque de Hoia Baciu, muy conocido por ser fuerte en actividades paranormales y avistamientos ovnis. Fue el mejor lugar que se le ocurrió a Sally. Aunque no lo quisiera, ya no era considerada una humana y se veía así mismo como a una bestia.
Llegando al bosque se resguardó en una cabaña abandonada, con ventanas rotas y tejas caídas. Banra, quién también estaba muriendo de frío, creó una fogata para protegerse de las bajas temperaturas nocturnas. Sally se acercaba a las ventanas y contemplaba las siluetas del bosque. Incluso en la oscuridad, distinguió algunas criaturas caminando en la distancia y algunas luces pequeñas que Banra le explicó que se trataban de hadas.
Sally recordaba muy poco de cómo llegó a ser convertida en vampiro. Días atrás, personas con apariencias muy extrañas comenzaron a visitar el burdel. Sin embargo, debido a su "contrato" no le quedaba más que aceptar. Estaba segura de que no se había acostado con Banra. Lo había visto desnudo y ni siquiera tenía genitales. Además, cuando Sally se desnudó frente a él en el apartamento, el anciano no se mostró interesado en ella. Banra le confesó que tampoco gustaba de los hombres. A Banra solo le interesaba el placer de matar y servir a su señor Jonathan Van Vonter.
—¿Por qué me escogiste como tu vasalla? — preguntó Sally sin dejar de ver la ventana.
—Tu triste pasado me atrajo a ti, eres débil de espíritu—soltó el anciano sin ningún arrepentimiento—. Esa noche en el burdel estabas tan ebria y me contaste toda tu vida. Desde que tu padre te vendió con tu tío y ambos te violaron en ese apartamento. Hasta me confesaste que los envenenaste en un trago de vodka—. Banra tosió un poco de sangre, puesto que aún no se recuperaba de su pelea con John van Vonter—. ¡Oh, Sally! Puedo ver tu interior y déjame decirte que deberías estar más agradecida. Te di la oportunidad de renacer y servir al futuro rey de los dos mundos.
— Para lo único que soy buena es para coger y ni siquiera me gusta hacerlo—musitó Sally ensimismada—. ¿Servir yo a un rey?
— Yo puedo entrenarte para que puedas convertirte en una guerrera del señor Jonathan—le dijo Banra acercándose hacia ella, quien se dio la vuelta con incomodidad por violar su espacio personal. Banra se detuvo y le sonrió—. Al final llevas su sangre, ¡eres una guerrera!
