LIMITE - LUCKITY

1°

—Usted padece de Bordeline, Quackity.— Dijo el psiquiatra seriamente, poniendo su libreta en la mesa y acomodándose en su gran silla.— el Borderline mayormente viene de los traumas de abandono, de un sentimiento de vacío crónico, las personas con esto pueden ser muy autodestructivas con si mismo y su entorno, tienen tendencias a tener adicciones para llenar el vacío que mencione anterior mente, muchas veces sienten paranoia y pueden tener episodios maníacos, depresivos o de ansiedad, se puede manejar pero no curable.— se levantó de su silla, fue a un mueble grande en la esquina, agarro un pequeño bote de medicamentos y lo puso sobre la mesa.—...También se puede llevar con terapias...— Hizo una pausa para leer sus apuntes— pero lamentablemente esto es crónico y con los años puede ir empeorando, por eso se le recomienda que tome terapia y fármacos, para que pueda llevar una vida —alzó sus manos e hizo comillas con sus dedos.— "normal" igualmente si usted lo ve necesario lo podemos internar en un hospital para cuando se sienta mejor, pero todo eso, depende de usted.

Quackity trago grueso "Eso es lo que me pasa?" Pensó, sintió un ligero alivio al escuchar ese diagnóstico pero la paz no le duró mucho cuando el psiquiatra le dijo que era crónico, la descripción iba totalmente de acuerdo a él, traumas de abandono, vacío crónico, episodios maníacos, todo eso realmente resonaba con él.
Sintió mucha ganas de llorar, muchas ganas de salir corriendo y gritar pero tenía que mantenerse firme.— No veo necesario en usar fármacos, con la terapia será suficiente para mi.— suelta esa sonrisa típica de él aunque con mucho miedo en su interior de sí mismo y de lo que era capaz de hacer, no le pensaba contar a nadie lo que pasó hoy en esa consulta ya que se avergonzaba de todo eso, pero trataría de mantener controlado  "Que tan difícil puede ser?" Pensó.

Al a salir de la clínica oculto los papeles adentro de su suéter, se apresuró rápido para llegar a su casa y ver a sus mascotas o bueno, a las que que daban vivas, guardo sus papeles en un cofre debajo de la arena y sintió una voz gruesa pero familiar atrás suyo

—Que haces, Quack?.— Era Luzu, su compañero de prácticamente todo, siempre estaba para él en las buenas y malas, siempre sintió que su compañía era muy cálida, apesar de que podían llegar a tener sus diferencias, nada los podía separar

—Ay, Luzu, que te pasa, casi me muero del susto.— dice nervioso el chico de pelo negro, tenía mucho miedo que la gente supiera que va al psiquiatra y ahora más que tiene un transtorno mental, tenía miedo de como se lo tomarían todos, más Luzu, no quería perderlo, no quería que se fuera de su vida, Luzu le daba una sensación de casa, de que si Luzu estaba ahí, todo iba a estar bien, que todo estaba en orden, Luzu era su lugar seguro, suyo y de nadie más.

—Que haces cavando en la arena? Buscando tesoros?— Dijo burlesco el más alto y se sentó al lado de Quacks

—Que te importa, vieja metiche.— dice tratando de sonar lo más normal posible, voltea a ver a Luzu y sonríe.— Me necesitabas? O porque andas por aquí? Te he dicho que no me busques este día en específico, a veces me gusta tener mi soledad sabes?.— Dice un poco serio y apagado, pero hasta cierto punto tenía la necesidad que Luzu le dijera que lo extrañaba o que necesitaba verlo.

—Quería ver si estabas bien o si necesitabas algo, no sabía que te molestaba.—Dijo con un todo ligeramente decepcionado, al parecer las palabras de quackity habían sido un poco duras para él.

—Estoy bien... y ahora estoy mejor que estas tu.— Dijo lo ultimo en un tono tan bajo que Luzu no logro escuchar más qur un murmullo, tenía miedo de no ser correspondido, de arruinar la amistad que tenían pero ¿no era obvio lo que sentía Quackity por Luzu? Lo mira como si fuera la cosa más hermosa del universo y bueno, ante los ojos de Quackity, Luzu no estaba muy lejano de serlo.