Capitulo 1

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RILEY

Una vez más, tengo que aguantar otra gran mudanza de una punta del país a la otra. Esta vez california, nuevo destino, nueva ciudad, La Jolla, cerca de Los Ángeles y Tijuana.

Una bonita casa americana blanca de dos plantas, un jardín delantero, espacio para los gemelos, caseta para Roquet en el jardín de atrás. La misma historia de siempre.

Ya era la 3º vez que nos mudábamos. Yo soy natal de Nueva York. He ido a las mejores escuelas, con los mejores profesores, porque mis padres son unos elitistas, siempre lo mejor. Pero en realidad no me molesta, yo vivo en mi mundo, me encierro en mi cuarto, estudio, escucho música. Pero en esta casa hay 2 terremotos de 6 años, los gemelos, Mark y John.

Por fin papa me prometió quedarnos aquí al menos hasta que acabe la universidad asique mañana sería un gran día, primer día de clase, así que decidí ponerme a estudiar un poco antes de llegar al nuevo instituto.

A la mañana siguiente me levante con tiempo suficiente y me prepare. Unos jeans ajustados y una camisa a cuadros rojos y negros. Dejé mi largo pelo suelto, luciendo mi degradado rubio natural sobre mi pelo castaño. Mucha gente me preguntaba si tenía el pelo teñido pero por muy asombroso que pareciera, mi pelo era natural como la vida misma.

-Buenos días Riley.

-hola papa, ¿te vas?

-Sí, tengo una conferencia en San Diego.

-Pero si llegamos ayer, no sería malo que pasaras un día con tu familia... - dije sarcástica.

-Riley esto ya lo hemos hablado, no puedo desatender mi trabajo, además tu madre está aquí.

-Mama esta siempre colgada del teléfono hablando con sus clientes, pero bueno, como en esta casa no se puede decir nada... - Me coloqué mi sombrero negro y cogí las llaves de mi coche.- me voy a clase.

-Me parece estupendo, suerte en tu primer día.

Me acerqué a mi padre con cara seria y el me miró de manera conciliadora.

-Te quiero ¿vale?- dije.

-Y yo a ti, entérate de cuando es el próximo examen y que materias dan, no te olvides.

Como iba a olvidarlo. Mi vida entera giraba en torno a mis notas y mi comportamiento.

Me acerque al coche. Tenía un pequeño Audi blanco, regalo de mi padre por mi cumpleaños, y en recompensa por mis notas.

Llegué al centro, vi unas cuantas personas fijarse en mí, era algo obvio, era la nueva chica que llega en mitad del curso. Desgraciadamente no veía nada que me llamar en especial la atención, todos esos chicos y chicas eran igual que los que ya había conocido en institutos anteriores. Todos vestían de camisa y llevaban coches lujosos.

Entré en el centro y le pregunte a una chica donde estaba el despacho del director, la cual me respondió amablemente. Puede que al fin y al cabo la gente no fuera tan desagradable como aparentaban.

Entre en ese despacho y me encontré a un hombre mayor y canoso.

-Buenos días, ¿Señor Peterson?- pregunté tímida.

-¿Riley Scott verdad?- respondió él.

-Correcto.

-Bien Riley, este es tu horario,- extendió su brazo ofreciéndome un papel- me sorprendió mucho ver tu expediente, tenemos muy buenos estudiantes, pero ninguno con una capacidad similar, enhorabuena señorita, estoy seguro de que nos vas a tener realmente contentos.

Respondí con una media sonrisa. Estaba algo agobiada de tanto estudiar, pero no quería decepcionar a mi padre.

Me acerqué a mi taquilla y guardé los libros que no iba a necesitar por el momento. Por mi lado pasaron dos chicos los cuales llamaron mucho mi atención. No eran como el resto. Vestían de negro e iban tatuados. Uno tenía el pelo rojo anaranjado, probablemente teñido y semi largo, en cambio el otro era rubio, lucía un tatuaje por encima de su muñeca que aparentemente parecía cubrirle todo el brazo, y en su labio tenía un piercing.

Este último rápidamente notó como le observaba y me dedico una mirada acompañada por media sonrisa.

Volví al mundo cogiendo los libros y dirigiéndome a una de las clases. Cuando entré opte por sentarme en primera fila. A mi lado había una chica morena que automáticamente me dedico una sonrisa amplia y comenzó a hablar.

-Hola, mi nombre es Selena, estoy encantadísima de conocerte, ya sabía de tu existencia, pues eso, ya sabes, los rumores vuelan por los institutos- ella seguía hablando sonriente, yo aún no había abierto la boca.- asique bueno Riley, si, se tu nombre.- Me guiñó un ojo, estaba empezando a ponerme realmente nerviosa esta chica- si necesitas cualquier cosa me lo puedes pedir, que para algo estamos las compañeras de sitio.

-Emm... si, muchas gracias... Selena.

Recé porque se callara durante la clase pero desgraciadamente a la siguiente hora también me tocó a su lado.

-Huy, que bien, vamos juntas a la mayoría de las clases.- dijo ella, "si, yuju" pensé... no me caía bien. - Ais, ¿te parece si te enseño el instituto después de esta clase?

No me hacia ninguna gracia pasarme el día con una pija como Selena pero al ser nueva y no conocer nada del instituto estaba bastante perdida por lo que decidí aceptar su propuesta.

Recorrimos todo el campus. Cafetería, gimnasio, campo de futbol, auditorio...

Cuando volvíamos a una de las clases una chica alta con el pelo morado se acercó a nosotras.

-Hola Selena, ¿Reclutando carne fresca para tu ejercito de barbies?

-Ariel, estoy ocupada.- respondió Selena con cierto aire de superioridad, yo en bajo reí ante el comentario de la otra chica. -Sabes que siempre que hay alumnos nuevos el director me pide que yo les enseñe el centro.

-Ya, ya lo sé, en realidad, venía a presentarme a la nueva.- dijo mirándome sonriente.

-Por favor ella tiene un nombre, se llama Riley-Dijo sarcástica

-Hola Riley-me extendió su mano -Soy Ariel -Parecía una chica realmente agradable.

-Bueno, vámonos que tenemos clase.- Ariel rotó los ojos y yo bufé.

Le dediqué una última sonrisa a Ariel y seguí a Selena por el pasillo.

-No te acerques mucho a ella, es una mala influencia, dicen que tenía un hermano, pero que como una mañana la despertó demasiado pronto le tiró por la ventana y lo mató.

Yo abrí los ojos como platos.

-Pero eso tiene pinta de ser un rumor muy absurdo.

Selena me miro extraño.

Se pasó el resto de la mañana hablando y contándome lo maravillosa que era su vida. Parece ser que tenía un novio que se llamaba George, capitán de todos los clubes deportivos habidos y por haber. El chico jugaba incluso al squash, ¿Quién demonios juega al Squash? El sí.

Llegó un momento del día en el que ya le había cogido un asco absoluto a Selena y a su novio, incluso al perro de su novio, Toby. Dios, necesitaba escapar de esa mujer tan repelente, pero tenía que hacerlo sin parecer descortés.

-Oye Selena, voy al baño, luego nos vemos.

-Te acompaño- dijo sonriente.

-¡No!, es decir, es que no estamos acostumbrados en mi familia a hacer esas cosas, somos muy íntimos.

-Pues te espero aquí.

Comencé a andar hacia los baños, pero me desvié, tenía que tomar el aire.

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¡nuestra nueva novela!, ¡esperamos que os guste!

REJECTED. [Luke Hemmings /\ Michael Clifford 5SOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora