Esposo, Padre, Abuelo

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Observo el mar que me había visto nacer, crecer, envejecer, que había visto a mi familia a lo largo de los años, donde mis hijos habían aprendido a amar el mar y sobretodo, a respetarlo. Observabo como los barcos de pesca se alejaban del puerto, mientras el sol salía y un nuevo día comenzaba en el puerto, que volvía a despertar, como tantas veces lo había hecho y tantas veces lo haría, el mar...lugar que tanto había visto, conocido, sentido mientras observaba a los mortales...

Por el cual había alimentado a mi familia, mi hermosa y preciosa familia... mi vida paso ante mi, con nostalgia y añoranza, sintiéndome bendecido y afortunado por poseerla, a pesar de todos los difíciles momentos...

Los olores del puerto penetran en mis sentidos, un olor que ha formado parte de mí desde siempre, mientras los recuerdos viajan libremente...

Observo el puerto de aquella ciudad que no era la mía, aquella ciudad donde se encontraban los astilleros, echaba de menos mi pueblo, mi pequeño y hermoso pueblo en el estrecho, parecía tan lejano todo, mis padres, mis amigos. Mi mirada voló por el lugar hacia el pequeño barco amarrado ante mí, pronto embarcarían, y estaría en casa....

Salí del puerto con dirección a la Taberna con algunas compañeros de travesía, deseoso de tomarme un vino, aún faltaban unos días para partir y un vino relajaría los nervios. Pronto mi mirada se desvió de la conversación d, a una hermosa muchacha que pasaba ante la entrada del puerto, la seguí con la mirada consiguiendo que mis amigos rieran. Era muy hermosa, tenía el cabello como hilos de oro y ojos azules como el mar, claros y brillantes, cuando nuestras miradas se encontraron, observe un brillo de vulnerabilidad y miedo... ¿Qué podía haber causado esa reacción? Me pregunte angustiado y furioso.

-Algún día me casare con esa chica...-mis amigos rompieron a reír ante mi comentario, mientras observaban como la joven desapareció.

Me marche sin tomar nada, mientras caminaba por la playa en dirección al barco, mis pensamientos volaban hacia la hermosa y frágil chica que había visto.

-Demonios...era hermosa ¿verdad?-me pregunte a mí mismo, mientras observaba el mar, sabiendo que mi hogar se encontraba al otro lado.

Sonreí, creando  mas arrugas en mi rostro ya cansado...cada una contaba una anécdota de mi vida, una risa, una lagrima, experiencias que no cambiaría por nada del mundo ¿Cómo imaginar que aquella hermosa joven, que aquella hermosa criatura lo amase? ¿Cómo imaginar que sería tan afortunado? Días tendrían que pasar, para que un nuevo encuentro tuviera lugar.

Me limpie las botas de pescador llenas de arena al llegar al paseo marítimo, tras un paseo por la solitaria playa, con mis pensamientos divididos entre el barco y la chica, esta última ganaba por goleada, pensé divertido.

-Joder....-maldije alarmando a unas señoras que me miraron indignadas, mi sonrojo de vergüenza por mis palabras, tuvo que ser suficiente pues las señoras asintieron y se marcharon.

Al levantar la mirada, unas risas llamaron mi atención, mi prima se encontraba a pocos pasos rodeada de amigas que reían entre dientes a causa de mi infortunio, pero mi mirada voló hacia la muchacha al lado de mi prima.

Era ella, lleno de emoción.

-Deberías tener mejores modales-dijo riéndose, mientras las demás intentaban ocultar su risa, el comentario de mi prima poco me importo, pues la sonrisa tímidamente divertida de la joven me hizo sentir satisfecho, joder tendría que hacer el ridículo más veces.

-Y tu deberías respetar mas a tus mayores, pequeñaja-esta enrojeció, causando carcajadas de sus amigas, que llamaron la atención de los transeúntes, que nos miraron molestos por el escándalo.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2022 ⏰

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