"No Pretendo Que Me Quieras"

XXVIII

Nunca le ha pasado que se acostumbran a algo o alguien, de pronto es como si tú cuerpo lo tiene presente, cada olor, palabra, rutinas, etc, es algo que no encajaba en su momento pero el no tenerlo cerca, te hace apreciarlo.

14 de agosto. 1 mes después

Tanto cómo la  familia Montero, Pimentel y medios de comunicación, ninguno tenía algún paradero de Caroline, habían tantas especulaciones que atormentaron a todos, "Está huyendo de algún delito" "Muerta y no quieren decir".Entre tantas estupideces, sin saber que lo que tanto le dañaba a Caroline era una traición tan infame de su familia.
Cuestionaban la desaparición de dicha empresaria, aunque si supieran las razones por las que prefirió alejarse, se comerían viva a cada individuo empezando por su hermano. Todos sabían que ambos hermanos no tenían desacuerdos, nunca hubo envidia, pero ahora, el convivir entre ellos es una mierda, un ahogamiento, una vil guerra a muerte, dónde sin pensarlo, Caroline lo mataría.

Por su parte, Caroline estaba en Tour Odéon, Mónaco, sabía que la buscarían principalmente en alguna de sus propiedades, pudo haber ido con los abuelos de Emily, no quería causar molestias mucho menos agobiarlos. Sin embargo, porque no estar hecha mierda en un lugar dónde puede darse tanto lujos.  Este edificio cuenta con 49 niveles, dónde el último era de Montero, departamento lujoso que le costó al rededor de 330 millones de dólares, para ella, era algo insignificante ese dinero, tenía sentenares de billones.
La torre, de paredes de vidrio está formada, además de por este magnífico y único ático, todos los apartamentos con vistas al mar de 360 grados. El ático cuenta con cinco dormitorios y cinco baños, cocina múltiple y areas de estar al aire libre. Llama la atención un tobogán de agua que transporta a los habitantes desde una pista de baile revestida de vidrio hasta una piscina de borde infinito con vistas al Mediterráneo.

Pov's Caroline.

No tenía ni un carajo de idea cuántos días habían pasado desde aquel suceso, ya no dolía tanto como el primero, gastaba tanto dinero en botellas de whisky,  champagne, fiestas. Trataba de pasar desapercibido, cada que salía tenía que llevar ropa oscura, lo cuál impedía ver algo sobre mi y mi familia pudiera interceptarme. Era tanto mi enojo que estaba siendo egoísta con todos. No sabía en qué exactamente me estaba convirtiendo,  solo me la pasaba ebria, apestaba a alcohol, sólo sé que era la única forma en la que podía vivir sin estar al pendiente de nada, mucho menos de mis empresas. 
Podría a ver mandado a congelar las tarjetas de todos, mis padres, Santiago, Tessa, pero siendo sinceros, no soy tan malos con ellos.

En cuanto a mi familia, ellos siguen mandando mensajes, entran los WhatsApp, pero nadie podrá lograr mi paradero a menos que yo quiera.
Y Karla, bueno ella es lo que quería, que estuviera fuera de su vida, solo pregunta si estoy bien. A lo que respondo "Yes. Are you ok?"

Era domingo por la mañana, despertaba con resaca, no tenía noción de la hora, mucho menos de cómo había llegado hasta mi habitación. Me puse de pie, miré por todos lados hasta dar con mi gran armario todo sucio y mal ordenado. Mi estado era tan repugnante que si alguien me viera en estás facha pensaría que soy una vagabunda. Cuando estuve en el baño, quité mi ropa, me quedé en boxer, encendí la regadera y el agua estaba algo tibia, no fue de mi agrado, esperé hasta que saliera fría, fue un par de segundos dónde estuve bajo esa lluvia artificial acariciando mi cuerpo. Algunos recuerdos llegaban como un relámpago, la ducha se me estaba haciendo eterna, al recordar lo que había sucedido un par de días atrás. Tenía que buscar una solución.

Al salir, me puse un traje pero sin el blazer,  bajé al despacho, ahí se encontraba mi radio.

—Hector, necesito hablar contigo. Sube. _ Mi voz era neutra, ¿Porqué no me di cuenta antes?. ¿Porqué no recordé lo que ese día sucedió?.
Uno cuando está ebrio hace tantas cosas que uno se imaginó en su vida hacer.