FATE : THE WINX SAGA 3

PRÓLOGO.

Un gran silencio se produce en el ambiente. 

Es una noche tranquila. Sin apenas ruidos.

El cielo está claro. No hay nubes, y la luna está brillando en todo su esplendor.

Pero un pequeño sonido se hace notar. Entre los arbustos se puede apreciar a un joven que está terminando de fumarse un cigarro.

Está bastante sereno. No es la primera vez que va hacia el interior bosque para poder sentir un poco de paz dentro de su miserable vida. Caminar y sentir el aire fresco es lo que más anhelaba cada vez que se acercaba la noche. Estaba harto de Alfea, de los propios estudiantes y de todas sus movidas.

El bosque era su pequeño y único refugio.

No obstante, algo inesperado ocurre que le saca de sus pensamientos y de su paz mental : empieza a escuchar unas voces a lo lejos.

Eso le pilla por sorpresa, ya que, hasta ahora nunca había coincidido con nadie en el bosque a esas horas de la noche. Por algo le gustaba mucho ir allí.

Su instinto de supervivencia hace que se esconda rápidamente entre unos arbustos que lo tapan y esconden por completo. Y ya sólo le queda rezar por que no le pillen. Aunque si se trataba de hadas de la mente, probablemente estaría acabado.

Las voces se van escuchando cada vez más cerca. Al igual que los pasos. Hasta detenerse a unos 5 metros de donde está escondido. No quiere que lo pillen.

El joven permanece inmóvil. Pero se da cuenta al instante de que sólo son dos chicas, más o menos de su edad.

-Así que... aquí estudiaba la famosa Bloom, ¿no es así?-Pregunta una de ellas

-Correcto.-Afirma la otra, la cual tiene una voz mucho más suave

El joven no reconoce ninguna de las dos voces. No le suena de ningún hada ni de ninguna especialista que haya visto o escuchado antes.

-Muy bien. Tendremos que ponernos manos a la obra pronto. Se lo prometimos

-Sí. Nuestra prioridad es cumplir con nuestra promesa. Por él.-Añadía la otra

El joven escondido no entendía absolutamente nada. Pero sabía que aquello de lo que hablaban no parecía nada bueno.

Y por un momento, sintió miedo.

Pero el miedo fue mayor cuando se dio cuenta de que, una de las dos chicas se acercaba más y más a la zona donde él se encontraba.

-¿Qué haces? ¿A dónde vas?-Le preguntó la chica de la voz más dulce, sin saber muy bien qué hacía su compañera

Pero no obtiene respuesta por su parte. Camina hasta detenerse justo delante del arbusto que tapaba al joven. 

Y fue ahí cuando se dio cuenta de que, daba igual lo mucho que intentase esconderse : lo habían pillado desde el principio.