La magia de Nueva Orleans (Klaus y tu)

Vamos a arreglar esto

-Pero.. ¿y si te llega a pasar algo por estar a mi lado?- me preguntó, sus ojos demostraban tristeza

-Nik, créeme a tu lado estoy más segura que si andase sola por el mundo- le dije mientras me acurrucaba entre sus brazos en ese pequeño sillón

-Pero, no quiero que te pase nada- me dijo mirándome

-Me va a pasar con ti o sin ti- le dediqué una dulce sonrisa- ahora, todo el mundo ya nos habrá relacionado, al vernos pasear por la calle- le dije

-Tienes razón, todos sabrán que somos...- se paró un momento intentando pensar como seguía la frase- amigos- dijo al fin,mirando hacia otro.

Le cogí con mi dedo indice por su barbilla y hice que me mirara

-Pues vamos a cambiar eso- le dije, él me miró con cara de no entender nada y poco a poco me fui acercando hasta que nuestros labios se unieron, en ese instante cerré los ojos, él al instante me siguió el beso. Nos separamos por la falta del aire, quedamos mirándonos a los ojos y él sonrió, sus ojos brillaban de felicidad.

-Me gusta tu forma de cambiar las cosas- dijo mientras me sonreía, me alzó entre sus brazos mientras me levantaba del sillón- y ahora vas a venir a dormir a mi casa- me dijo, lo miré con cara de sorprendida

-Nik yo...- le empecé a decir

-Solo es para asegurarme de que estás bien- me dijo, parecía que lo decía de verdad

-Esta bien- le dije acariciándole la mejilla- pero déjame en el suelo, para que vaya a buscar ropa- él asintió y me dejó

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Ya estábamos entrando por la puerta de la casa de Klaus cuando, una rubia despampanante que yo conocía suficiente me miró con unos ojos brillantes de alegría, a su lado estaba el tal Elijah.

La rubia vino corriendo a mi lado para darme un fuerte abrazo

-Nina- gritó mientras se separaba de mi

-Rebeckah- le dije - ¿como estás?- le pregunté- ¿la ultima vez que te vi estabas con un chico, bastante mono- le dije entre sonrisas

-Oh Derek, ya se ha ido por allí- dijo mientras le restaba importancia con cara de seria, para luego mirarme directamente a los ojos y que las dos nos riésemos-¿que haces aquí?- me preguntó cuando dejamos de reír

-La he traído yo hermanita- dijo Nik mientras salía de su coche con mis cosas

-¿Tu y Nik?- preguntó dudosa- ¿que le has hecho Nik?- preguntó mientras ponía sus brazos en jarra

-No me ha hecho nada Bekah, solo quería asegurarse de que no me pasaba nada, después de la muerte de esas dos pobres mujeres- dije fingiendo tristeza

-Así que este es tu asunto importante...- dijo Elijah mientras se acercaba a Klaus mirándome a mi, pero entonces de la nada apareció un hombre muy parecido a él y a Bekah, me lo quedé mirando mientras los tres hermanos hablaban, más bien discutiendo

-No se le tengas en cuenta, está enfadado- me dijo, ese hombre no era nítido, era un espíritu, miré hacia atrás ellos seguían discutiendo así que decidí pronunciar unas palabras

-Sadece ruhu dinle- así ninguna palabra que fuera dirigida al espíritu, nadie la oiría y para el resto mis labios no se moverían

-Chica lista, me llamo Kol- dijo mientras se presentaba

-Supongo que ya sabes mi nombre- él solo asintió

-Por el otro lado se oye hablar mucho de ti- me dijo

-¿Qué?- pregunté dudosa- ¿de que se habla?- le pregunté

-Nada que debas saber- hizo una pequeña pausa

-¿Por que esta enfadado?- pregunté

-Tiene un hechizo de recuerdo encima de él- dijo apenado- mi hermano ni siquiera sabe que lo tiene y se pasa las los soles y las lunas viendo el rostro de su amada, la que murió- dijo ahora mirándome- oh eso nos hizo creer, ella es quien le ha puesto el hechizo- tenía la mirada perdida, hacia ninguna parte- realmente él se alegra de que Klaus, mi hermano te tenga, solo que no lo puede demostrar, está en una profunda agonía- dijo apenado

-Pues eso se tiene que solucionar- aclaré, Kol me miré sorprendido- me alegra conocer a un hermano Mikaelson, y si todos os preocupáis tanto por él será por algo- Kol me miró sin entender- he visto como lo miran Bekah y Nik- entonces pareció entenderlo

-Nina, te enseñaré tu habitación- me dijo Nik interrumpiendo nuestra conversación.

Me llevó por pasillos, eso parecía un laberinto, hasta que abrió una puerta doble de color blanco.

-Esta es la tuya, descansa mañana comeremos todos juntos y te presentaré a mis hermanos- dijo antes de despedirse con un beso, sus ojos mostraban tristeza y yo sabía por que era

-Kol vamos a solucionar esto- dije girándome mientras me encontraba con el Mikaelsona