Capítulo 13

185 13 1
                                    


Por otro lado se veía como un "chico" de ojos esmeralda iba caminando buscando algo, o mejor dicho, a alguien, tenía ciertas características que al igual que Francisco, era un mitad dragón, llevaba un canguro color azul oscuro, puesto una capucha que tapaba sus orejas de dragón, cabello totalmente negro.

Podía manejar mejor las cosas sobre la magia e invocaciones, mejor que Francisco. Al convertirse en dragón podía aumentar y disminuir su tamaño, en los días de luna nueva sabe controlar su transformación y no lo hace involuntariamente.

¿Conocía a Francisco? Sí, no del todo pero por el momento, solo recordaba su nombre. Él ya teniendo conocimiento sobre todo lo que pasaba cuando era niño y como lo separaban de sus padres. Nació un rencor hacia los humanos pero gracias a una personita volvió a confiar, no en todos pero si en esa persona que hizo que la generosidad y amabilidad volvieran a su corazón.

Y probablemente otro sentimiento, que no quería admitir y aunque estaba seguro de eso prefiere ocultar lo que siente porque probablemente no sería correspondido por ser un mitad dragón o como él se considera, un monstruo.

¡Diego!— llamó la atención del mayor, haciendo suspirar y dando una sonrisa de enamorado.— Creí que ya no ibas a llegar.

¿Y dejarte solo? Claro que no.— dijo agarrando el cachete del menor.

Oye no hagas eso.— se hizo soltar, alejándolo un poco, ya que él pelinegro sabía como era su carácter: es carismático pero nada cursi a lo mucho bromea solo no se lo toma en serio.

Lo siento we.— le dijo al pelinegro, dándole un abrazo.— Solo que eres demasiado tierno.

El menor al escuchar estas palabras un leve sonrojo se formó en sus mejillas, para él era algo raro que le dijeran algo así, a lo mucho se la pasaba bromeando, la única vez que le pasó lo mismo fue cuando estaba con una de sus amigas y eso que le dijo, solo era un juego, ya que empezaba sentir algo por ella, decidió dejarlo así porque sabía que no iba a ser correspondido.

¿Soy tierno para él?— se dijo en su mente, soltando una sonrisa involuntariamente.— Si, claro. Para tu información la parte tierna se lo llevó mi hermano.

No creo, serán iguales pero cada uno debe destacar en algo, ¿no?

Se podría decir que sí. La verdad tiempo que ya no lo veo.— un semblante serio y a la vez triste apareció en su rostro.— Debería ir a visitarlo.

¿Te acompaño?

¿Eh? No, no lo creo. Es un chico curioso, sabiendo cómo es, te hará una y mil preguntas.

El mayor solo se deprimió ante tal respuesta del menor, mostrando una cara que a cualquiera le dolería ver. Parecía como si a un niño pequeño le hubieran quitado una paleta o su juguete favorito.

Uy...— el menor agarró con ambas manos las mejillas del contrario, haciendo que lo mirara.— No te pongas así. Sabes que siempre estaré a tu lado.— le dedicó una sonrisa haciendo que el mayor solo se sonrojara ante tal acto.

S-Si.— respondió nervioso ante la hermosa sonrisa que tenía el pelinegro, ya sintiendo sus mejillas algo calientes decidió alejarse de él, no torpemente sino diciendo que tenía que ir a hacer otra cosa.

Adiós Diego, nos vemos.— se despidió de él, dirigiéndose hacía otra dirección, alejándose cada vez más.

Nos vemos Gon.— ¿Dolía? Con solo pensar el hecho de que probablemente tu amado te rechace solo por ser un "monstruo" o diferente, no es nada sencillo.

Diego aún no le había dicho sobre su secreto, ser mitad-dragón, sería una sorpresa para él y tal vez se alejaría o hasta podría tenerle miedo, él al estar transformado en humano, obtuvo la capacidad de poder esconder su cola, no tuvo la misma suerte con sus orejas, por eso las oculta dentro de su capucha.

Por algunos problemas en su pasado cuando solo era un niño, los demás lo consideraban un monstruo. Al defenderse lastimó a la única persona que lo aceptaba como era, por eso era necesario ocultar lo que en realidad es.

(...)

¿Ya lo encontraste?

N-No, a-ún n-no.— tartamudeaba nervioso el chico.

Si estuviera ahí contigo créeme ya estarías muerto.

¿Para qué lo busca Señor?

Es el príncipe y futuro heredero del End, ¿qué quieres que haga?

En primer lugar: nunca debió dejar al niño solo y segundo: ni me acuerdo como es.

Eso no te incumbe, aparte solo es dos años menor que tu. Y como dije te envié una foto de él.— el chico solo suspiró aliviado.— Pero solo dos opciones; o lo encuentras o tu amado sufre.

No lo metas en esto. Encontraré a Francisco.— después de colgar la llamada, no dejaba de pensar en que es lo que haría si no llegaba a encontrarlo.

Probablemente lastime a Gon o tal vez le diga que es en realidad, eso sería demasiado para él.

Francisco eres un imbécil.— dijo para luego sacar un libro y leer una frase que le muestre como es aquel chico que se había perdido de niño.

Se veía un chico de tes no muy blanca, ojos magenta, vestido de forma peculiar y con el cabello negro solo resaltaba las puntas moradas, se encontraba hablando con otra chica pero no era muy importante ella para Diego.

Ya me acordé de tí.— se dijo así mismo viendo detalladamente al pelinegro.— Ahora necesito saber donde estas exactamente.— al decir estas palabras apareció un mapa dando la ubicación exacta del chico.

Al saber esta información estaba decidido a llevarlo de vuelta a donde pertenece y así poder estar tranquilo al lado de su amigo o mejor dicho su amor platónico. Aunque solo pensaba en eso, no podía evitar sentir algo de rencor hacia Francisco ya que, según él, por su culpa los separaron a ambos de su padres, aunque si llegaba a pensarlo bien siempre dejaban a Francisco solo cuando era niño.

Que infancia más triste, ¿no?

En cambio Diego era un chico que siempre estaba con su familia, tenía también a su hermanita pero, desde el día en que los humanos se lo llevaron ya no la volvió a ver. A su parecer Diego ya tenía la idea de que su familia había muerto.

Aunque no estaba del todo seguro, por otro lado agradecía haber conocido a Gon y que gracias a él puede confiar en alguien solo que necesitaba ocultar su secreto de dragón. Podría pasar cualquier cosa, con esa idea en su mente decidió ir a buscar al culpable de todo esto. Francisco.

Destinos Unidos [Ramcisco] - EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora