𝗟𝗢𝗡𝗚 𝗗𝗜𝗦𝗧𝗔𝗡𝗖𝗘 𝗟𝗢𝗩𝗘 「𝟭」

DAY 3

Este sería el último día que estaría en Argentina y, por lo tanto, Wooyoung planeo todo el día para poder pasarlo genial. Primero iríamos al Ateneo y desayunaríamos allí, Woo estaba interesado en comprar algunos libros, además que me habló de que el sitio era realmente bonito.

—¡No es justo!—Se quejó Wooyoung.

—Lo se Woo, pero no podemos hacer nada contra eso, por lo menos de momento.— Dije mientras acariciaba su cabeza con amor.

—¿No te puedes quedar más tiempo?

—Sabes que tengo mi vuelo mañana a las 17 h, no puedo perderlo.—Hable con cariño.

—¡Yo te adopto en mi casa!

—Que pasa con todas mis cosas que están en España, ¿cómo las transporto eh?— Mire a mi príncipe a los ojos.

—¡Compramos unas nuevas!—Reí por la gran determinación que tenía mi pequeño.

Seguimos nuestro camino hasta el Ateneo, allí Wooyoung me dio a probar un submarino, se trata de un baso de leche al cual le echas una barrita de chocolate para que se derrita, sencillo pero delicioso.

—Cuándo acabes puedes podemos ir a la sección de Romance, ¿por favor?

—Claro que si pequeño.— Sonreí con ternura.

Pasamos toda la mañana entre libros y cafés, fue increíblemente relajante, la simple presencia de Wooyoung era relajante también. Ahora que lo pienso, ¿Cómo debe ser ir de vacaciones con Woo? Seguramente sea un plan totalmente relajante y tranquilo para rebajar el estrés de la vida diaria. Fuimos a comer a un restaurante italiano y hablamos un rato.

—San, nunca te pregunté de qué parte de España eres.— Sus ojos brillaban de la curiosidad.

—Oh, yo soy de Barcelona. Ya sabes emmm... Bueno, no creo que tengamos nada muy relevante a nivel general de España, se nos conoce más por las sevillanas y el jamón.

—Oí hablar de eso, ¿pero qué hay en Barcelona?— Empecé a enumerar con mis manos unas cuantas cosas.

—Bueno, tenemos el pan con tomate, nuestro baile popular que son las Sardanes, los castellers, la butifarra, la sagrada familia y bueno, nuestro idioma, que es el catalán.— Wooyoung me escuchaba con gran atención.

—Woah, ¿Y me podrías decir algo en catalán?— Lo pensé un momento.

—T'estimo.

—¿Qué significa eso?

—Que te quiero.— Se sonrojó y yo reí por su reacción.

Pasamos el resto del día tranquilamente y por la noche hicimos un par de cafés y salimos al balcón a mirar las estrellas.

—Son lindas.— Dijo mirando al cielo.

—No más que tú.— Solté mientras lo admiraba.

Estuvimos un rato mirando el cielo estrellado hasta que nos dio sueño y nos fuimos a acostar.