SIEMPRE A TU LADO

Capítulo 6 I ¿Familia? I

POV LUZ:

Una sonrisa apareció en mis labios cuando recibí el mensaje de Amity diciéndome que vendría a mi casa. Me sorprendía que viniera tan temprano, pero tampoco me molestaba.

Me había despertado bastante temprano porque Willow me llamo y se nos pasó el tiempo conversando. Las conversaciones que tenía con mi mejor amiga eran otro nivel, las risas jamás faltaban.

Abrí mis mensajes para ver si Amity me había enviado algo más, pero me sorprendió encontrarme con un mensaje de Felipe. Tal vez mañana podría decirle para ir a la piscina. Extrañaba pasar algo de tiempo con mi mejor amigo.

Felipe:

¿Estas ocupada? ¿ya te despertaste para empezar?

Luz:

Ahora no, pero saldré a hacer algunas cosas personales, ¿por qué la pregunta?

Felipe:
¿Cosas personales?

Quería preguntarte si quieres acompañarme a desayunar, pero creo que lo mejor será dejarlo para otro día.

Un suspiro sale de mis labios y pienso mi respuesta antes de escribirla.

Luz:

Mañana podemos ir a la piscina, ¿te parece?

Felipe:

Uy, perfecto. Tendré que comprar ropa nueva para lucirla. No puedo ir a la piscina con la misma ropa de siempre.

Luz:

De ser por ti irías con un atuendo diferente cada vez, pero te cuesta soltar el dinero.

Felipe:

Me cuesta ganar mi dinero, así que me claramente me duele gastarlo. No tengo que aguantar a nuestro jefe todos los días para no disfrutar de mi sueldo en cosas que realmente valgan la pena.

El timbre de la casa suena, haciendo que casi se me cayera el celular de las manos. Malditos nervios repentinos.

Luz:

Sí, si, como digas. Hablamos más tarde.

Guardo mi celular y camino en dirección a la puerta. Mi entrecejo se arruga y una mueca aparece en mis labios al ver a Amity con un conjunto deportivo.

– ¿Acabas de terminar de hacer ejercicio? – indago. Mi confusión solo aumenta cada segundo más.

– No, recién voy a empezar.

Me doy cuenta de que en una de sus manos trae una botella de agua llena.

¿Entonces por qué quería pasar por mi casa primero?, no es como si yo fuera entrenadora personal.

– Bien... ¿necesitas algo?

– Sí, tu compañía. Normalmente acostumbro a salir a correr sola, pero tú puedes ser la excepción.

– ¿Eh?

Creo que me acabo de perder. Acabo de despertar hace poco, así que le echare la culpa a eso.

«Pero si llevas despierta horas. Tampoco mientas»

Shhh.

– Quiero que vengas a correr conmigo – aclara con una gran sonrisa.