Los dos sujetos seguían viendo a la rubia, perplejos, al parecer esta se había dado por vencida y ¿Cómo no? Era un día normal hasta que ese chico llego a su patio; ahí, paro y recapitulo, ahora todo tomaba sentido, no se hubiera quedado dormida leyendo a plena luz de día; que claro, podría suceder, pero no era su estilo. Ese momento que sintió algo caer en ella. Como fue tan descuidada, no podía vivir alerta todo el tiempo. Empezaba a sollozar, aún tirada y pasando la etapa de la ira, solo se terminó de acostar y siguió en silencio sollozando. Una mano de tela se posó en su hombro, era el tipo "muñeco de trapo" ahora si lo pensaba podría ser más uno de magia vudú, a ese punto todo le daba igual, aferrada a su negatividad, daba por hecho que ahora se quedaría ahí por siempre. El tipo de sombrero le ofreció un pañuelo, de pie alado del hombre muñeco.
− ¿Por qué ahora quisieras ayudarme? Monstruo –insulto todavía con coraje-
− ¿Por qué no? –seguía sin bajar el brazo, aun ofrecía su pañuelo a la chica−tienes todo el derecho a nombrarme como quieras, pero créeme mi ayuda es sincera, si moriré, quiero morir rebelándome, demostrando que aun puedo actuar sobre mi cuenta –
La rubia no mostraba ninguna reacción, sin duda se cuestionó aceptar la ayuda, el tipo solo la miraba, su respuesta no era la mejor a la pregunta de la chica, o al menos eso pensaba, pero muy en el fondo sabía que él decía la verdad y tanto el querer liberarse a querer dejar ese horrible trabajo, era su oportunidad, tanto la suya como para la chica.
−solo yo conozco la manera de sacarte, sacarnos de aquí –repuso poniéndose a la altura del muñeco viéndola− ahora quiero ser alguien mejor y aquí –le dejo caer el pañuelo− solo perdemos valioso tiempo-
− ¿solo confiare en ti? –una pregunta que lejos del emitir, era más para ella-
−hay dos caminos señorita, "así es la vida, te jode de una forma o de otra, lo que tu decidas es lo que dependerá de que forma te afecte" –dijo sacando cosas de un baúl-
"así es la vida, te jode de una forma o de otra, lo que tu decidas es lo que dependerá de que forma te afecte" la chica pensó durante la risita inconsciente que tuvo, tenía esperanza esa fue su salvación al recordar al gemelo, a sus amigos, claro que se tendrían que dar cuenta de lo que pasaba. Esperaba muy en el fondo no lo pasaran por alto y actuaran. "no vayan a cagarla" rezo y se levantó apoyándose de sus rodillas y tomando el pañuelo que cayó de su estómago al suelo por el movimiento, los sujetos la vieron, era hora de la respuesta.
−acepto ir, pero prometan que no es juego sucio –cada palabra se ponía de pie hasta quedar solo iluminada frente la luz tenue-
−es una promesa –ambos sujetos levantaron su brazo. Después de eso salieron-
🔯💩🔯💩🔯💩
El mismo chico de los converse estaba en una mesa sentado, escribiendo algo nervioso, solo una tarea tenia, para lograr costear la operación de su perro, pero Nick se lo arrebato, aún recuerda la mañana que le advirtió de aquel que llamaban amo, pero creía que era envidia, nunca creyó que de verdad se pondría en su camino. La puerta de la pequeña cocina se abrió el chico rubio solo tragaba el nudo de su garganta. Nicolás había entrado, no parecía enfadado, ni conmovido cuando vio al chico temblando y sudando frente a él, no había expresión alguna hacia un trabajo mal hecho, acentuó con su cabeza, movió una silla y el rubio salto, no le presto importancia, la alejo más y volvió a saltar, soltó un gruñido.
− ¿¡si tanto es tu miedo, por qué no hiciste bien el maldito trabajo, en primer lugar!? –gritoneo dejándose caer en la silla- pensé que de verdad ocupabas el trabajo –dijo mirándose las uñas, molesto-
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CACAO MENTAL
Random⚪Los personajes de esta historia me pertenecen, parentescos con otros son mera coincidencia. ⚫No suelo escribir por aquí por eso los errores los corregiré después. ⚪ El fin de esta historia es para entretener, sin algunas otras intenciones. ⚫Si n...