Douma sentía sus piernas temblar por los nervios y la ansiedad. Era la primera vez que iba a un proctólogo y estar solo en esa sala de espera lo ponía aún más nervioso.
No quería ir, pero su novia Kotoha le insistió que vaya por su falta de erección a la hora de tener relaciones sexuales.
El peliplata miraba a las mujeres de recepción, miraba mujeres en bikini en revistas porno, sin embargo, nada surgía en sus pantalones.
Pensó que tal vez era homosexual, pero el mismo resultado ocurría al ver hombres: nada.
Kotoha al notar que su novio no podría complacerla, decidió engañarlo y cuando Douma se enteró terminó su relación con ella.
Sin embargo, el turno al proctólogo ya estaba solicitado desde hace un mes y no podía cancelarse, por lo que estuvo obligado a ir.
Luego de Kotoha intentó acostarse con un hombre, sin embargo, la erección tampoco surgió, ni siquiera escuchando los gemidos agudos de aquél prostituto de cabello negro con puntas verdes.
Fue con su nutricionista, Kanae Kocho, para preguntarle si con su anemia podría tomar viagra o algún remedio similar, pero por los efectos secundarios de sus remedios le recomendó no hacerlo e ir al proctólogo a revisarse, recomendándole un colega que logró curar a su esposo Sanemi del mismo tema.
Sentía sus ojos arder por las ganas de llorar, hace exactamente un mes su amada Kotoha lo dejó y pese a intentar acostarse con el prostituto hace dos días no ocurrió nada. Llamó el día anterior para cancelar su cita, pero le fue informado que una vez pedido el turno no se le podría dar de baja y ante la ausencia a la cita llamarían a sus padres, y para Douma sería demasiado vergonzoso que sus padres adoptivos Muzan y Yoriichi supieran sus problemas íntimos.
La puerta del consultorio se abrió y el secretario del doctor, un pelinegro de baja estatura y ojos azules dijo su nombre. -Kibutsuji Douma.- El peliplata se puso de pie y avanzó siguiendo al joven hasta unas sillas. -Soy Kaigaku, el doctor te atenderá pronto. Si necesitas medicamentos luego de la consulta el me enviará la receta y la enviaré a la obra social. En caso de que necesites otra cita, el médico me pasará a mi el día y horario acordado y luego yo te enviaré la cita electrónica. ¿Alguna duda?-
-E-El doctor... ¿Da miedo?- Preguntó nervioso, ya que una vez tuvo que acompañar a su ex novia Kotoha al ginecólogo y recordó a esa anciana que introducía en ella aparatos metálicos extraños que a Douma le daban miedo.
-Nah, por lo general los pacientes no se quejan.- Sonrió amablemente Kaigaku y avanzó hasta su escritorio.
La puerta junto al escritorio de Kaigaku se abrió y de esta salió un pelinegro de largos cabellos con puntas cian y ojos cian con una boba sonrisa caminando torpemente, cerrando la puerta luego. -A-Adiós Kai~ Espero que el doctor vuelva a llamarme~- Jadeó sonriendo alegre abriendo la puerta que daba con la sala de espera de los demás médicos.
-Suerte con eso Muichi, ya sabes que el doctor es muy selecto con sus pacientes.- Reía bajamente el pelinegro. -Prácticamente ahora no está con nadie, solo repitió una vez con el de pelo rosa y tatuajes azules pero ya no lo volvió a llamar ni el al doctor.-
-Que suerte tuvo...- Volteó a ver a Douma sonriéndole alegre. -Espero que tu también tengas suerte.- Lo saludó con la mano y salió de la consulta.
Unos minutos después una lucecita morada se encendió en el escritorio de Kaigaku y este volteó a ver a Douma. -El doctor está listo, joven Kibutsuji.- Sonrió amablemente el ojiazul.
-M-Muchas gracias.- Tartamudeó Douma nervioso y se puso de pie avanzando por la pequeña sala con el corazón en la boca, abriendo la puerta viendo hacia el suelo para luego entrar y cerrarla aún sin atreverse a ver al médico que lo trataría. -B-Buenas tardes.-
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Proctólogo [MichiDou](+18)
FanfictionDoctor, ¿no debería usar guantes? -> MichiDou (Michikatsu 45 años x Douma 18 años) -> +18 Sexo Explícito. -> Nyaaa~~