En una calle tranquila y normal, las personas caminaban hacia sus respectivos destinos, los hombres caminaban con trajes de negocios hablaban por teléfono mientras andaban con prisa, todos estaban inmersos en sus asuntos por lo que ignoraban la amenaza que estaba empezando a aparecer.
En la zona de apartamentos de un gran edificio había uno donde se hallaba rodeado de apartamentos vacíos, cosa extraña por cierto pero nadie sabía que esto era planeado por un siniestro grupo con planes perturbadores. En ese apartamento un chico de 15 años tenía sexo con un mujer de 34 años la cuál parecía estar disfrutándolo pero en ocasiones también parecía sufrir por esto.
-Jajaja, no puedo creer lo insaciable que soy, han pasado dos días y aún sigo teniendo ganas de seguir follando, ese hermoso culo que tienes es tan sabroso y haces que me excite-Fueron las palabras que le dijo Teresa cuando terminaron otra sesión intensa de sexo.
Teresa no ha ido a trabajar desde hace dos días, sus conocidos no se preocupan pues creen que está tomando un descanso (de su amiga Miranda ya se sabe porque no se comunica con ella). Teresa siempre trabaja muy duro y casi nunca se toma un día libre, además de que siempre evade sus vacaciones para seguir trabajando por todo el tiempo posible por lo que el que ella esté tomándose un descanso no altera para nada a sus conocidos.
En el apartamento de Teresa ella vivía una situación donde para nada estaba descansando. Un chico de 15 años la estaba cogiendo con lujuria en su cama mientras ella solo gemía en voz alta totalmente absorta.
La tomaba de las piernas y le daba duro haciendo que la cama rechinara, se podría decir que la está violando pero a este punto ella está casi casi completamente inmersa en el placer. Se puede decir que está casi por completar su transición de mujer a muñeca sexual.
-¡Ah! ¡Ah! G-gre-gregorio por f-favor d-dejame ir, m-me e-estas c-cambiado ¡Ah! Te l-lo s-suplico no m-me c-cojas m-mas ¡Ah! ¡Por favor deja de violarme!-Sus quejidos se oía a todo lo alto. Dos días de intenso sexo la estaban volviendo loca y sucedía lo que Gregorio buscaba planear desde un principio. Ella estaba dejando de ella y no podía hacer nada para evitarlo.
-Ummm déjame pensarlo, No, eres mi perra personal y no me voy a cansar de follarte todas las veces que quiera. Tu gordo culo me pertenece de por vida. Te haré mía y te embarazare para que tengas a mis hijos por lo que mejore olvídate de quién eras pues ahora serás lo que quiera que seas-Dijo para de forma triunfante mientras le apretaba las nalgas e intensificaba sus embestidas.
Gregorio noto de inmediato luego de hacerlo con Teresa que su punto débil era su trasero, al tocarlo, nalguearlo y apretarlo hacia que ella se volviera mas dócil y sumisa a la hora de hacerle el amor.
El disfrutaba de su cuerpo sin vergüenza alguna. Cada parte del cuerpo desnudo de Teresa ahora le pertenecía a Gregorio. Este la había llenado se semen en toda su vagina. Cuando se corrió por última vez luego de hacerlo por horas, este se levantó de la cama y se vistió para salir del cuarto.
-Iré a mi casa por algo de ropa ya que pasaré un tiempo aquí, por cierto date un baño que hueles mucho a mi. No te preocupes pronto volveremos a tener un intenso sexo mi culona muñeca.
Ella solo estaba en la cama cubierta con una fina sábana quien luego se levantó con dificultad, se miró al espejo que había en su mesa de noche, miro su reflejo y lloro desconsoladamente.
-¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me pasó esto?-Dijo mientras lloraba amargamente -Me violaron, me violaron, un adolescente me violó y lo peor es que me gusto, me gusta como me folla ¿Por qué disfruto el hecho que un chico me haya violado?-Se pregunto internamente Teresa mientras se abrazaba en forma de bolita mientras recordaba con pesar y con dolor las diferentes posiciones en que Gregorio violó a Teresa, esos dos días dónde su mente comenzó a cambiar.
ESTÁS LEYENDO
CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.
Mystery / ThrillerCuando en una tranquila ciudad una serie de eventos convierten a unos niños en unos seres ansiosos de placer, el mundo pierde toda calma y el sitio se vuelve un campo de guerra, por mantener a las familias unidas. Una bendición se vuelve maldición y...