Prólogo

1.4K 145 45
                                    

-LA CONCHA DE TU MADRE, ¡¿PODÉS PARAR?!.- le grito a Toby,quien me molesta con su típico "¡hey Masky!"

-Uh, cuidado, la diva se enoja .-dice Tobías dándose por vencido, y parándose derecho.

-Masky, encontré cheescake.-me dice Hoodie, mi mejor amigo, con un plato de cheescake en la mano... a la mierda lo del mejor amigo, CHEESCAKE, ME PODÉS POTRO.

-Uh, convidáme.-le digo a Hoodie

-¿Querés?.-

Y no, si no para qué te voy a pedir, pedazo de animal.

-Si.-

-Comprate, jé.- dice y se mete medio pedazo de cheescake en la boca. Gordo de la puta.

-Morite.-

-Enterrame con mi cheescake.-

-Uh, te cagó.- dice Toby aguantando la risa.

-¿Porque no te vas ida y vuelta bien a la recalcadísima concha de tu madre?.- le digo con tono "amable"

-Acompañame.- me dice el pendejo.

-Dos contra uno Masky, si queremos te dejamos en cama un mes.- dice Hoodie terminando de comer el cheescake.

-No gracias, no soy gay.-le digo, pobre Hoodie, tan inocente el pendejito.

-No iba con ese sentido.- dice rodando los ojos

-Para mí que sí.- dice Toby

-Que manga de chupa pijas.-les digo, me están hartando estos dos.

-Este chupa pijas te mata, bebé.- dicen los dos al unísono, con el tono más afeminado que se puede imaginar.

Entonces empiezo a escuchar un ruido agudo, tan agudo que hace que me duelan los tímpanos. Me tapo los oídos, y me siento en el suelo por instinto. Al parecer, no soy el único que escucha ese pitido, ya que Toby y Hoodie están igual que yo. Mierda, ya sé lo que esto significa. Alzo la mirada, y tal como me lo esperaba, ahí está El Operador. Ese ruido tan molesto deja de sonar, y una voz resuena en mi cabeza.

-Dejen de pelear.-nos dice telepáticamente nuestro jefe.

-Perdón Operador .-decimos los tres al unísono.- no va a volver a pasar.-

-Eso me dicen una vez diaria. Tengo un trabajo para ustedes, necesito que vayan a pegar las notas en el bosque, y desháganse de cualquier intruso. ¿Entendido?.-

-Entendido.-decimos de nuevo, al unísono. Estamos tan acostumbrados a decir lo mismo siempre, que ya nos sale así.

¡OMG, ES JANE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora