Rivalidad de Sangre

Capítulo 68: Realidad Funesta

Después de que lograron rescatar a Donghae lo llevaron de inmediato al hospital, Kyuhyun también fue hospitalizado debido a los disparos que recibió. Por otro lado, la policía había encontrado los cuerpos de la pareja a quienes se le rentaba la casa de campo, enterrados en la parte trasera de la casa. Debido a ello, el abuelo dió la orden de lo que mejor era quemar aquella casa, decisión que apoyaron tantos los padres de Hyukjae como los padres de Donghae.

Ambas familias se encontraban ahora en el hospital a la espera de noticias, pues llevaban alrededor de 2 horas esperando por que alguien saliera y les dijera algo. De pronto la puerta de emergencias se abrió y una voz se escuchó.

- Familiares de los pacientes Lee Donghae y Lee Kyuhyun -

- Yo.. - Hyukjae se acercó rápidamente seguido de ambas familias - .. yo soy el esposo de Lee Donghae -

- Yo soy la madre de Lee Kyuhyun - indicó su madre al ver que Hyuk sólo se refirió a Donghae y no a su hermano menor.

- Usted es el esposo de Lee Donghae, muy bien empezaré con usted. El paciente presenta múltiples hematomas en las piernas, al parecer el joven fue agredido brutalmente con un objeto contundente si bien es cierto no tiene ningún hueso roto, ambas piernas están demasiados desgastadas, tendrá que llevar terapia física para poder recobrar la movilidad de las piernas. Así mismo presenta un cuadro de deshidratación severo y también presenta anemia, parece que el joven no ha comido por varios días o incluso meses, es probable que sólo hubiera comido pequeñas porciones lo cuál es contra producente para su estado.. -

- ¿Su estado? - preguntó Hyuk.

- .. Uhm.. les pido que lo que voy a decirles lo tomemos lo más serenos posibles, sé que el paciente fue víctima de secuestro pero.. también fue víctima de violación, el tema es que el paciente está embarazado, aún no le hemos hecho un ultrasonido o ecografía como para poder saber cuánto tiempo tiene exactamente. Lo realmente preocupante es que hemos hecho de todo para salvar ambas vidas, ahora todo depende de las próximas 24 horas.. -

Hyukjae y todos los presentes se quedaron estupefactos, totalmente en blanco. No era posible, la maldad de Kyuhyun había llegado demasiado lejos e incluso, producto de su maldad ahora Donghae estaba embarazado. El mundo de Hyukjae nuevamente se hacía triza, esto era imposible, no podía ser cierto.

- Doctor ¿por qué dice que todo depende de las próximas 24 horas? - preguntó Sora con cierto temor en su voz.

- El paciente no presenta signos de querer luchar por su vida y el bebé en su vientre corre el riesgo de perderlo -

- Mi hermano.. usted.. ¿ya le dijo sobre el embarazo? - preguntó con temor Donghwa.

- Aún no, puesto que está inconsciente aún, además que la droga que le suministraron fue la detonante para que el cuerpo del paciente colapsara. Es por ello que aún no se lo he dicho pero al despertar tendré que hacerlo -

- Usted no le dirá nada a mi esposo - hablo tajante Hyukjae.

- ¿Disculpe? -

- ¡Mi esposo no necesita más de toda ésta mierda que le ha tocado vivir! ¡Ya déjelo en paz! ¡No se atreva a decirle nada acerca de ese bastardo! - gritó con furia Hyukjae.

- ¡Hyukjae cálmate! ¡Piensa en lo que estás diciendo! ¡Ese niño no tiene la culpa de nada, él no pidió venir a este mundo bajo esas condiciones! - trato Zhoumi de hacerlo recapacitar.

- ¡Mi Donghae tampoco pidió nada de esto! - dijo con al voz rota enfrentando a su mejor amigo - Ni él ni yo pedimos nada de esto.. - Se tomó de los cabellos como si quisiera arrancárselos, pero terminando gritando en medio del pasillo con desgarro.

Lo que Hyukjae no sabía en ese momento, es que aquella noticia, podría hacer que perdiera al amor de su vida.

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Después de 2 días Donghae finalmente reaccionó, Hyukjae había permanecido a su lado desde que lo trasladaron a un cuarto, de eso hace 4 horas aproximadamente. El pelinegro estaba muy feliz al ver que su amor abría sus ojitos.

- Mi amor.. mi bebé.. despertaste - 

- Hyukkie.. -

Beso sus labios suavemente para no dañarlo y acarició su cabello con tanto amor. Pero la dicha de esos minutos no duraría para siempre.

- Veo que ya despertó joven Donghae - habló el doctor.

Hyukjae se tensó por completo al ver al doctor.

- Me duele todo el cuerpo - indicó el castaño.

- Donghae tu estado aún es delicado pero el peligro ya pasó, aún así permanecerás en observación - le dijo amablemente.

- ¿A qué vino doctor? - Hyukjae hizo notar su rechazo a que el doctor estuviera ahí.

- Le dije claramente que cuando el paciente despertara tenía que hablar con él sobre sus resultados -

- ¡No se atreva! - le dijo con voz amenazante.

- Soy doctor y mi ética profesional.. -

- Me vale una mierda su ética profesional, deje a mi esposo en paz, apenas acaba de despertar. Déjelo respirar por lo menos -

- Lo siento pero el paciente merece saber la realidad de su condición - dijo tajante el hombre de bata blanca.

- ¿Qué sucede? - preguntó Donghae aún sintiéndose débil.

- Joven Donghae.. usted se encuentra en estado de gestación, tanto su bebé como usted se encontraban en peligro. Es por ello que le pido que no realice ningún movimiento brusco y permanezca en reposo lo más posible.. -

Para Donghae desde el momento en que escuchó la palabra "gestación" lo demás que dijo el doctor, no lo escuchó en absoluto.

- Imposible.. - dijo en un susurro.

- ¿Joven Lee? - preguntó el doctor.

- Mi amor.. - le habló Hyukjae.

- Quiero morir.. déjenme morir - la voz de Donghae era más para él mismo, pero aún así su esposo lo escuchó claramente.

- Mi amor no.. por favor Donghae, no pienses en eso. Yo.. -

- No pienso tenerlo.. no quiero tenerlo.. - Donghae empezó a llorar y de un momento a otro entró en crisis, gritando y pidiendo a los cuatro vientos que le sacaran a ese niño de su interior.

- ¡Traigan un calmante! - solicitó el médico desde la puerta de la habitación.

- ¡NO LO QUIERO! ¡QUIERO MORIRME! ¡QUIERO MORIRME! - gritaba Donghae a todo pulmón.

La realidad los golpeó sin piedad, los destrozó sin miramientos, todos los momentos hermosos que vivieron antes del secuestro se quedaron en el olvido, la fortaleza y entereza de ambos habían desaparecido.