1. La Muñeca de Porcelana

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Robbie Hamlin era un joven demasiado extraño que a simple vista parecía ordinario. No era como los demás, era un chico callado y bastante reservado. Desde niño siempre aterraba a sus compañeros por una extraña razón, él siempre aseguraba ver cosas que los demás no podían. Lo cual terminaba haciendo que fuera excluido por los demás.

Desde su mudanza de Marshalltown en Iowa a Chicago, Illinois. Las cosas habían cambiado de una manera considerable para él. Comenzando por dejar a sus padres en y comenzar con sus estudios universitarios. Pero más que eso, él confiaba ampliamente en que mantendría el mismo trato que alguien normal.

Era el mes de agosto, el calor era inminente y insoportable. Las clases estaban por comenzar y él ni siquiera había terminado de instalarse en el apartamento. Se sentía extraño; miró el reloj. Miro el reloj. Eran al rededor de las 3: 56 de la tarde. Robbie se sentó en la orilla de su cama con un libro en la mano, el cual era muy curioso ya que hablaba de fantasmas, algo con lo que Robbie estaba muy relacionado.

Hojeó un poco el libro, en sus hojas mencionaba varios tipos de fantasmas: espiritus, espectros, poltergeist, pesadilla, etc. Hubo uno en específico que llamó su atención.

Posteriormente se detuvo en dicha página y leyó:

Gente Sombra:

Son entidades perceptibles como una silueta humana. Esta entidad no hace actividad como tal, sino que suele observar de manera silenciosa e inmóvil.

Son entidades muy rápidas y flexibles. Al igual que son fantasmas muy tímidos. Por lo que suelen desaparecer al ser descubiertas.


Si hay algo que Robbie en su vida había visto era gente sombra. En realidad nunca había visto algún otro que no fuera un espíritu. O al menos no reconocía la diferencia. Por lo que le parecía aún más curioso dicho capítulo.

Continuó leyendo alrededor de una hora. Hasta que escucho a alguien entrar. Había olvidado que el apartamento contaba con dos habitaciones, por lo que era de esperarse la llegada de un compañero de apartamento.

El sonido que este emitía era extrañamente nulo. Hecho que confundía un poco a Robbie. Quien por un momento pensó que en realidad se trataba de un ladrón. No pasó ni un minuto cuando se puso enfrente de la puerta de su habitación y esperó unos segundos. Luego abrió la puerta de su habitación. Llevándose consigo una gran sorpresa.

Sombras De MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora