Pequeña

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— ¡Apa!.- chilló Chae Rin al correr a los brazos de su padre, YoonGi sonrió ampliamente y poniéndose de cuclillas, espero con sus brazos abiertos a su tierna cachorra.

— Mi pequeña, hola.- saludo besando su cabello azabache, Chae Rin rió y abrazó más fuerte al omega, sintiéndose feliz de verlo y así, aspirar su grato y dulce aroma a durazno y fresa.

HoSeok llegó detrás con la mochila de Chae Rin —. Tu cachorra si que tiene resistencia.- mencionó recuperando el aire que había perdido al correr detrás de la pequeña. YoonGi recibió las pertenencias de su niña y agradeció al beta por traerla a salvo.

— Tío Hobi debe hacer más ejercicio.- exclamó la de ojitos almendras, HoSeok abrió su boca tocando su pecho con indignación sumamente exagerado. YoonGi rodó sus ojos y cargó a la pequeña en sus brazos, así mismo le dio muchos pero muchos besitos en las mejillas haciendo a Chae Rin reír. Amaba la sonrisa de su niña, amaba todo de ella. Su única luz.

— Ya, te quedaste sin helado de vainilla por mala - señaló hobi. La de ojitos almendras puchereo tiernamente —. Odio cuando me manipula de esa manera, siempre caigo.- respondió apretando las mejillas de la niña.

YoonGi le dio la razón.

— Aish, de acuerdo. Iremos por ese helado de vainilla mañana.- rechistó encogiendose de hombros con rendición. Chae Rin aplaudió satisfecha, besó la mejilla de YoonGi y este la bajó para poder hacer la cena.— Ve a jugar con tus muñequitas, yo preparé tu comida favorita junto a tío HoSeok.- y eso fue todo para terminar de convencer a la pequeña quién corrió como rayo a su habitación. Ambos jóvenes adultos sonrieron con ternura.

Los dos se dirigieron a la cocina, allí YoonGi sacó un par de ollas y otras cosas que necesitaría. Buscó los condimentos en el refrigerador, entre los mismos, carne de vaca, le pidió a HoSeok que sacase el arroz de la alacena.

Ató su cabello corto en una coleta, remango las mangas de su camisa y dispuso de su atención en preparar la cena. Cortó delicadamente y de manera correcta, las zanahorias y papas. HoSeok puso a hervir el agua y ayudó a YoonGi a condimentar la carne.

— ¿Cómo te fue hoy?.- preguntó YoonGi poniendo a freír las cebollas.

— Muy bien, hoy puse en práctica mis famosos bombones de chocolate blanco con nutella y oreo.- explicó terminando de ponerle orégano a la carne. — No es por ser presumido pero fui el mejor de la clase.- mencionó recordando las felicitaciones del profesor.

HoSeok desde pequeño soñó con ser pastelero, con ayuda de sus padres, logró conseguir una beca en Seúl con el fin de estudiar en la mejor academia de pastelería. Soñaba con tener su propio negocio y mostrar al mundo su talento nato al momento de crear recetas únicas. Le gustaba mucho hacer postres, eran su especialidad.

YoonGi tenía conocimiento en postres claro, aunque su talento se difiere más a crear comidas propias. Su talento que logró liberar al llegar a Seúl, el cual sus padres no tuvieron oportunidad de ver ni disfrutar. El y HoSeok eran un duo peligroso en la cocina, juntos de seguro ganarían los primeros puestos en las competencias gourmets.

— Ya veo, no me sorprende que seas el mejor en tu clase. Aún así, no te fíes de los alrededores. Nunca se sabe cuando alguien intentará sabotearte, lo digo por experiencia propia.- comentó probando el arroz frito.

HoSeok asintió, sí confiaba en alguien, esa persona es y sería siempre su hyung.

Luego de un par de horas lograron terminar la cena. Filetes a la plancha con arroz frito, zanahoria con papas y salsa de cebolla a la crema. Pusieron todo a la mesa y llamaron a chae Rin, la niña no tardó mucho en bajar.

— Ummm, delicioso.- exclamó tocando su barriguita al oler el grato aroma de las delicias puestas. YoonGi le cortó en pedacitos, la carne. Sirvió el arroz frito junto a las papas y con una cuchara deslizó un poco de salsa sobre las mismas. HoSeok hizo lo mismo y el igual, los tres pidieron la bendición y se dispusieron a degustar la cena.

— Por cierto, ¿cómo te fue hoy en tu trabajo?.

YoonGi terminó de masticar la carne suave, tragó y limpió la comisura de sus labios con una servilleta de tela.

— Bien, ambos hermanos Jeon me trataron muy bien. La novia del menor de ellos igual, creo.- susurró lo último antes de beber su zumo de frutas.

HoSeok asentía mientras comía su papa con vehemencia. — ¿Ambos son guapos?.- alzó una ceja riendo con picardía, YoonGi frunció su ceño un poquito sonrojado. — Tu silencio solo me dio a entender que sí.- mencionó riéndose de las mejillas rojas de su hyung. Chae Rin mantenía su expresión neutra, en verdad no estaba prestandoles atención a ninguno ya que lo único que pensó su mente es en comer.

— Yah, no seas molesto Jung.- respondió YoonGi dando un manotazo en el hombro del beta pelirrojo. HoSeok se encogió de hombros y rió ladinamente. — Sí lo son pero ninguno es mi tipo.- mintió, siendo sincera su lobo no expresó lo mismo. Recordó el acercamiento entre el y JungKook, casi podía jurar que su lado animal sale a la luz con euforia con tan sólo verlo desde lejos.

Mantuvo distancia con él, y más si su novia se encontraba presente. No quería que esta tuviese un mal perfil de su persona, YoonGi es muy respetuoso en ese sentido. El no se metía con la pareja de nadie, jamás lo hizo y jamás lo haría.

Ese alfa estaba prohibido para el. No había nada más que discutir ni agregar.

Esperaba....

Continuaron con la cena en silencio, o más bien conversando de otras cosas como los estudios de Chae Rin. HoSeok a pesar de cambiar el tema, no dejaría de molestar a YoonGi, eran como hermanos y entre hermanos  se entienden.

— Mañana nos presentarán a un compañero nuevo.- dijo comiendo ahora el postre de gelatina con frutas que HoSeok personalmente preparó.

— Ya veo.- expresó YoonGi, contento de ver a su pequeña socializar y hacer amigos nuevos. Le daría todas las oportunidades que el no tuvo, brindaría su apoyo incondicional y ayudaría en todo lo que fuese necesario.

Su pequeña hija, su linda cachorrita.

— hyung, mañana deberás ir por Chae Rin.- dijo HoSeok— Debo quedarme unas horas extras en clases y no podré ir a retirarla.

Chae Rin oyó —. ¿Y el helado de vainilla que me prometiste, tío Hobi?.

— Lo haré yo misma y te encantará. Lo prometo.- mostró su dedo meñique, Chae Rin hizo lo mismo y ambos sellaron su pink promise.

— De acuerdo, eso sí. Tendré que llevarla  conmigo, ¿prometes comportarte mañana?.- preguntó a su niña traviesa. Chae Rin asintió sonriente y aplaudió. — No queremos que echen a papi de su trabajo, ¿de acuerdo?.- mencionó, sonrió al ver a la menor negar. — Perfecto, entonces pediré permiso y iré por tí. Luego regresaremos y nos quedaremos un ratito allí.

— ¡Claro que sí! ¡Chae Rin promete portarse bien!.- chilló alzando su puñito cerrado, YoonGi y HoSeok le alentaron y rieron al par de la pequeña.

Hola volví 😀

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