Por un chocolate

capitulo 1

Hola ¿queda alguna lectora por ahí?

Lamento la tardanza. Se que estuve mucho tiempo alejada e ignorando la historias que tengo escritas, pero les aseguro que fue por una buena causa. Sin embargo, estoy pensando en cada una de ellas y en avanzarlas. De aquí a diciembre cuando no tenga más clases podré terminarlas Dios mediante.

Mientras tanto eh aquí un pequeño clavo, algo cliché para que no se pierda la costumbre y no se olviden de esta loca autora ...😂😂

Diciembre 24, año 2022

Japón__ ciudad de tokyo.

Aquella mañana de ese diciembre invernal, el sol permanecía oculto a la vista de todos los ojos pendencieros y amantes de su deslumbrante luz. La brisa mecía con violencia las hojas de los árboles y el ambiente insípido producido por el gris del cielo daba un sentimiento de nostalgia y desesperación.

Sin embargo, para una mirada café que observaba embobada a un peliplata a lo lejos, el mundo era de arcoíris, paz y amor. Nada más parecía interesarle a la pilicastaña cuando el aparecía en el radar de su mirada, admirar cada uno de sus movimientos era su pasatiempo favorito y soñar con el: su mayor anhelo. No era una acosadora, pero no podía evitar seguirlo con la mirada cuando el, cual modelo en pasarela, se paseaba a su alrededor ondeando su largo, hermoso e inusual melena plateada.

Hace poco que lo había visto y no podía dejar de pensar en el, soñarlo una vida juntos, con hijos, un perro, tal vez un gato. Era tanta su obsesión repentina con el hombre, que había escrito algunos poemas solo para el y sobre el. Hacía mucho tiempo que no se atrevía a escribir, pero el la inspiraba de tal manera que solo se dejaba llevar por lo que dictaba su corazón y ya tenía todo un cuaderno solo de poesías.

Divino corazón
Mírame solo asi

Oh..... solo una mirada para mí
Dame una llena de amor
Una que me haga al cielo subir.

¿Que me pasa?
Te acabo de conocer
¿Como puedo sentir esto tan fuerte?
Estoy a tus pies
No te burles de mí
Ámame

La verdad no era su mejor obra de arte, pero se había convertido en una cursi de lo peor últimamente. Estaba segura que si el descubría ese cuaderno se reiría a más no poder de ella.

En ese momento se encontraba en su hora de almuerzo en la cafetería de la empresa en la que trabajaba. Una agencia publicitaria para la cual laboraba como encargada de diseño gráfico desde hacía tan solo unos meses atrás. Era la hora del almuerzo y casualmente sus horarios de comer habían coincido. El solía salir una hora después y solo en algunas ocasiones que consideraba especiales podía encontrarlo cuando, sabrá el por qué, salía antes. Sea como sea que fuera, Rin no se quejaba en lo absoluto y aunque no le diera tiempo de comer su propio almuerzo por estar pendiente de él, no le importaba.

En unas pocas veces habían coincidido miradas y Rin astutamente había fingido que buscaba a alguien con con sus ojos. Algo curioso, por qué ya había acontecido en varias ocasiones y se preguntaba, de hecho, si el se habría dado cuenta por las tantas veces que al mirarlo se encontraba con aquellos ojos que le arrebataba el habla y la respiración en un segundo.

Estaba tan ensimismada en sus pensamientos sobre lo guapo y perfecto que era aquel Dios griego que no notó la mirada clavada en ella y cuando lo hizo, giró rápidamente su rostro tan caliente y sonrojado como un tomate y se topó con otro par que la miraban chispeantes.