JungKook

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Luego de terminar la última reunión del día, JungKook suspiró con mucho pesar mientras recogía sus cosas y guardaba algunos documentos en el portafolio y ponía en su maletín. No había tenido tiempo de ir a casa en todo lo que restó del día, aunque sabía perfectamente que esto pasaría una vez tomará el cargo de CEO, reuniones por doquier y llevar consigo, todo equilibrado.

Lisa se encargó de llevarle algo de comer, exclusividad del nuevo chef del hogar, YoonGi. Apenas y tuvo tiempo de agradecerle por tal gesto, de hecho, disfrutó mucho del mismo. Yeon fue a visitarlo hacía ya unas horas atrás, lamentablemente tuvo que irse debido a una entrevista de trabajo que hace tiempo anhelo. Ella aún no terminaba sus estudios, por lo que con ayuda de él y la de sus padres, logró conseguir un cargo importante en la empresa de ellos. JungKook se alegraba por eso, saber que su novia salía adelante por si sola y se esforzaba por un futuro digno y puro, en el cuál, esperaba compartir con él como compañero de vida.

— Disculpe, joven Jeon.- su secretaria ingresó con algo de temor, más JungKook se mostró neutro a pesar del cansancio acumulado que tenía. La hizo pasar sin problemas. — Me debe confirmar si asistirá al evento de la familia Kim.- mencionó con libreta en mano.

Entre tanto que tuvo, se había olvidado de tal cena. Organizada por la familia de su colega, Kim SeokJin junto a su esposa, Kim DaHyun. Cerró brevemente sus ojos para luego asentir.

— Claro que sí, dile que estaré allí este viernes.- respondió tomando su maletín. — Y has un espacio en mí agenda para este sábado.- la joven castaña asintió. — Muy bien, gracias Irene. Ten buena noche.- se despidió de ella con una sonrisa, saliendo del despacho a la par de la beta y cerrando el mismo con seguro.

Bajo por el ascensor hacía el estacionamiento subterráneo. Entre sus pertenencias, buscó la llave de su auto. Una vez llegó, le sacó seguro y abrió la puerta del vehículo, dejando su maletín en asiento de copiloto, cerrándola, él se dispuso a subir con ansias de llegar a casa, darse una buena ducha y dormir un par de horas.

— Ya, silencio.- pidió sintiendo una incomodidad por parte de su lado híbrido. Desde hace unas horas lo sintió así, no entendía su razón pero trató de ignorarlo y aparentar buena aptitud laboral. Ser profesional y discreto era lo suyo por lo que no tuvo inconveniente después de ello, ahora que finalmente despejaba su mente, el lado animal se volvió manifestar creando cierta molestia en él. — ¿Qué rayos?.- preguntó mientras conducía hacía su hogar.

Ya era pasada la medianoche, por lo que seguramente nadie lo estaría esperando más que su cama. Suponiendo que todos ya se encontraban en su cama durmiendo bajo las sábanas y él, apenas llegando con ganas de hacer lo mismo. Puso la radio, encontrando una estación con música, eso lo mantendría relajado por lo que restará del viaje.

Aparcó el auto, no podía creer que ya estaba de regreso y eso que apenas fue su primer día arduo de trabajo

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Aparcó el auto, no podía creer que ya estaba de regreso y eso que apenas fue su primer día arduo de trabajo. Sonrió para él mismo, abrió la puerta del vehículo y bajo con su maletín. Poniéndole seguro al mismo, se encaminó hacía dentro del hogar. Le sorprendía un poco ver luces encendidas, bueno, no del todo.

Ignorando aquello, subió las escaleras y abrió la puerta. Cerrando tras de sí, caminó con destino a su cuarto, sin embargo escuchó ruidos en la cocina por lo que frunciendo el ceño, dirigió sus pasos hacía aquel lugar. Encontrándose sorpresivamente con un YoonGi casi listo para irse, eso le sorprendió más aún porque en verdad no esperaba verlo allí.

— ¿YoonGi?.- preguntó este, el omega saltó de un susto en su puesto. Tocándose el pecho, volteó y se encontró con el alfa mirándoli con confusión. — ¿Qué haces aquí?.- dijo mirando el reloj en su muñeca. — Se supone que deberías estar en tu casa, descansando.- mencionó.

El azabache sonrió apenado y rasco un poco su nuca. Viéndolo con compresión. — Es que quise esperarlo, pensé que llegaría a cenar y bueno, decidí quedarme un ratito más.- dijo acomodando su abrigo.

— No debiste hacerlo, es muy tarde para que vayas solo a casa.- comentó un tanto preocupado. — Ya casi serán la una de la madrugada.- dejó su maletín en la isla de la cocina. — ¿Vendrá alguien por tí?.

— Eh, no. De hecho, planeaba irme en taxi. No quise molestar a su hermano ni al chófer.- susurró. JungKook masajeó su sien y exhalo el aire acumulado. — L-le dejé su cena preparada, está en el horno por si gusta servirse después.- habló YoonGi luego de un incómodo silencio.

— No hacía falta...- murmuró. — Iré a dejarte, no me fío de nadie a estas horas.- dictaminó.

YoonGi movió sus manitos, insistiendo en que no era necesario aquello más el alfa no cambió de parecer y pidió amablemente que pasará primero. El omega se sintió culpable por ello, para su suerte, HoSeok habría pasado por Chae Rin en la tarde luego de clases. Esperaba que estuviera bien y descansando para empezar un nuevo día lleno de energía y ánimos.

— Joven...- mencionó subiéndose al auto de JungKook.

Este le prestó atención, poniéndose el cinturón de seguridad. — ¿Qué sucede?.- preguntó arrancando el vehículo. YoonGi hizo lo mismo, acomodandose en el asiento.

— Es que me siento mal por esto, usted debería estar descansando... No es justo.- insistió pero ya era demasiado tarde ya que el castaño puso en marcha el auto.

— Para nada.- negó. — Ya te lo dije, no me fío mucho de desconocidos y menos si dejo a mis empleados en sus manos. No siempre hago esto por ellos pero me aseguro que lleguen a salvo a sus hogares a través de nuestro chófer.- mencionó fijando su vista en la carretera. — No dejaría que alguien te hiciera daño, no me lo perdonaría.- dijo aquello en voz alta. YoonGi no supo como interpretar tales palabras, aún así, sonrió internamente. En lo que llevaba de su estadía en Seúl, nadie se había preocupado de esa manera por el, a excepción de HoSeok, le sorprendía mucho que alguien del estatus como JungKook lo hiciese. Estaría agradecido con él eternamente. — ¿Dónde vives?.- preguntó sacándolo de sus pensamientos.

YoonGi con torpeza tartamudeo, haciendo reír al alfa quién puso la dirección del chico en el GPS del teléfono.

— Eres divertido a tu manera.- rió ladinamente, YoonGi alzó una ceja y miró de reojo al castaño. Se alegraba que al menos su viaje no fuese incómodo ni molesto.

— No es prudente burlarse así de las personas, joven Jeon.- se cruzó de brazos, fingiendo molestia.

— Por cierto, agradezco mucho tu gesto de esperarme. También en que hayas mandando almuerzo y parte de la merienda. Fue muy noble de tu parte, gracias.- comentó, sin saber que dentro de YoonGi, un lobo muy emocionado , chilló sacándole una sonrisa al omega quién sintió por breves segundos sus mejillas arder.

— Bueno, siempre que pueda, lo haré. No es sano saltarse las comidas del día, necesita estar bien alimentado para proporcionar una energía con la cual combatir el día a día.- animó. — Me alegra saber que le haya gustado mis platillos, prometo hacer más de esos a futuro.- dijo, JungKook desvió su mirada hacia el quién miraba por la ventanilla. Sonrió para si mismo, tanto él como su lobo sintieron la cercana compañía del omega.

Otro capítulo 😉

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