Única parte.

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Mierda, mierda, mierda.

Alexby estaba nervioso.

Eso no era algo raro, suele ponerse nervioso cuando las cosas no salen como lo planea o cuando debe relacionarse con gente que no conoce del todo bien. Pero hoy los motivos eran muy diferentes.

Tiraba prendas de ropa y accesorios de un lado para otro, sin decidirse, maldiciendo por lo bajo por no encontrar su collar favorito ni su blusa morada casi transparente.

El corazón casi se le sale del pecho cuando el timbre de su hogar sonó. Allí, en la sala repleta de basura, y él casi desnudo, se alegró al ver que eran Sapo Peta, Lolito y Rubius del otro lado de la puerta.

—¡Joder macho, casi me da un infarto!

Bueno, no se había alegrado. Tan sólo se había aliviado de que no sea otra persona.

—¡Hombre Lely, ¿qué tal?! —exclamó Rubius del otro lado de la puerta.

—Alexby, buen hombre —saludó Sapo Peta, con su tono de voz tan característico.

—¡Padre, buenas tardes!

Alexby suspiró antes de mirar por los sensores que les permitieron el acceso a sus amigos. Los tres ingresaron, ignorando a los secuaces del actual alcalde y cerraron las puertas detrás de ellos.

—¿Y esta pocilga? —preguntó Lolito, casi tropezando con un pantalón que había cerca de la entrada.

—¿Ocurrió algo? No estoy en un buen momento… —preguntó Alexby, queriendo mantener la compostura. Era muy extraño que sus amigos fueran a visitarlo, más sin avisar, pero tal vez era algo urgente.

—Te escribimos hace un ratazo ya, y como no respondiste vinimos para ver si estabas en casa o no —respondió Lolito—. ¿Tienes una crisis de armario o qué?

—Es… —suspiró— Es Fargan, me dijo que quería hablar conmigo, esta noche.

Los tres asintieron comprensivos, para luego reírse de su amigo.

—¡Pero Lely! ¿Desde cuándo te importa cómo te ves? Literalmente andas por la vida en tanga, con la piel de un animal muerto, con casco y con las uñas más largas que las de una bruja.

—Porque así estoy más cómodo, pero hoy es diferente… Hace mucho que no pasamos tiempo solos y no sé de qué quiere hablar.

—¡Tal vez quiere que oficies su boda, él atrapó el ramo! —exclamó Sapo Peta inocentemente. Cuando notó que Alexby estaba al borde del desmayo, recordó todo lo acontecido hace tan sólo unas semanas—. ¡O te puede proponer matrimonio a ti!

Plaf.

—¡Padre, noooo!

—¡RCP, RCP!

════ ⋆🦉⋆ ════

—(...), ¿qué opinas?

Willy estuvo hablando por veinte minutos aproximadamente, pero Fargan había desconectado su cabeza hace ya quince.

Había una imagen que no paraba de repetirse en su cabeza, no importa que ya haya pasado un poco menos de un mes. Su mente le traía ese recuerdo una y otra vez, no importa la situación.

Alexby siempre le había parecido un gran amigo. Era un gran compañero de aventuras, siempre entusiasta con encontrar animales nuevos, ansioso por descubrir cosas antes que ningún otro, emocionado hasta con las cosas más sencillas de la vida.

Pero hubo un momento donde las cosas cambiaron, Fargan no supo bien cuándo fue. No sabe si fue en la feria, en el funeral de su mascota Torcuato o en una de sus tantas aventuras. Pero en algún punto empezó a ver a Alexby como algo más que una simple amistad.

Casa-te conmigo || Oneshot Fargexby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora