One Piece: 𝓕𝓪𝓷𝓽𝓪𝓼𝓲𝓮𝓼

~ Sabor a humo ~ {Smoker x Reader}

Los pasos acelerados de ambos se escuchaban por las calles de todo Loguetown junto a los gritos de los transeúntes que se apartaban por la velocidad a la que iban.

-¡Alto ahí! -gritaba Smoker alzando su jitte en alto intentando alcanzar a (T/N).

-¡¿Pesa el kairoseki o qué?! -rió (T/N) apartando de su camino a empujones a la gente.

Mientras forcejeaba con Smoker hacía rato, le había conseguido pinchar con un pequeño trozo de hierro punzante de kairoseki  en un punto de la espalda al que no llegaba sin ayuda, tras eso salió corriendo dando pie a la situación a la que se enfrentaban en ese momento.

(T/N) era habilidosa, aunque no tenía claro si se la consideraba pirata o bandida ya que salía poco de Loguetown pero sí que tenía un pequeño barco por lo que ella prefería ser tratada como un pirata, aunque careciese de tripulación por el momento.

Smoker y ella eran viejos conocidos, desde que ella empezó a dar sus primeros golpes poco después de que Smoker liderase la base de Loguetown él no había dejado de perseguirla y para ellos dos perseguirse mutuamente era el pan de casi cada día.

-¡Lo siento! -gritó (T/N) al chocar contra un hombre al que tiró al suelo.

Tras disculparse falsamente alzó la cartera de aquel hombre enseñándole a Smoker que aún huyendo de él podía seguir haciendo de las suyas y él en contestación gruñó acelerando más el paso para intentar pillarla.

Smoker vio cómo ella giraba metiéndose en un callejón y la siguió hasta allí pero al llegar no encontró a nadie en aquel lugar, solamente escuchó la estridente risa tan característica de ella y comenzó a mirar a todos lados.

(T/N) había logrado colgarse de una barra que antiguamente habría sujetado el cartel de algún bar y en cuanto sus ojos se cruzaron se descolgó cayendo justo frente a Smoker.

-Te he pillado. -rió ella.

Él la agarró por el tirante de la camiseta y la alzó un poco quedando ambos cara a cara, guardó su jitte y alzó su otra mano, (T/N) ya sabía lo que tenía que hacer por lo que le dio todas las carteras que había robado mientras huía.

-Y lo otro. -exigió él.

-Vamos, ¿estás de coña? ¿Y de qué como yo? ¿Del aire? -se quejó ella agarrándole la muñeca a Smoker intentando que la soltase.

-No me hagas tener que detenerte. -amenazó él.

-Lo dices como si no te gustase esposarme, canalla. -rió ella de nuevo.

Sus personalidades eran lo más opuesto existentes pero a ella le divertía hacer rabiar a Smoker.

Él la zarandeó un poco acercándose más a su rostro.

-Vale, vale, ya lo devuelvo. -cedió ella finalmente.

Metió las manos en los bolsillos y sacó varias joyas de oro que había robado de una joyería cercana, el motivo por el que aquel día la perseguía Smoker.

-¿Es todo? -preguntó él quitándose los puros de la boca.

-Compruébalo si quieres. -le desafió ella.

Él afiló su mirada y le soltó el tirante de la camiseta, cuando ella se relajó al fin volviendo a poner los pies en el suelo él la tomó por el pelo estampandola contra una de las paredes del callejón. A ella le pilló por sorpresa pero se estaba divirtiendo bastante con aquella escena, aquel día Smoker había decidido actuar como un tipo duro y a ella no le desagradaba después de su último encuentro en el que él, en cierto modo, le confesó ciertos sentimientos hacia ella.