La calma falsa
Grisha deseaba dormir profundamente. El estrés de los últimos meses le estaba pasando factura debido al inminente estallido de una guerra civil en el continente. No cabía duda de que todos aquellos que juraron lealtad a la corona eran viles víboras con ganas de exterminar un gran linaje. Y todo por qué. ¿Por un despechado inmaduro que no aceptó la derrota en su momento? De haber sabido que aquel cabrón sería el causante de tantas desgracias, Grisha lo hubiese ejecutado aun si su esposa no lo aprobaba.
Un suspiro escapó de sus labios al recordar el rostro de la mujer que amaba. Porque él creía firmemente que ella seguía con vida. Después de todo, nadie encontró los restos de ella por ningún lado. Ni siquiera el traidor supo enmascarar bien su crimen.
—Alteza —habló un guardia real desde la puerta de su estudio.
—Ser Leonard.
—Le esperan en la Sala de los Susurros.
—Ah, cierto, la reunión. Gracias, Leonard.
El caballero hizo una reverencia y le esperó hasta que abandonó el estudio.
Los pasos de ambos hombres resonaban cuales tambores en los pasillos del Palacio de Lytir. Nunca pensó gobernar un reino solo. Quince años como rey le hicieron envejecer más rápido, de eso estaba seguro. Y si a eso se le sumaba estar declinando con frecuencia las propuestas de desposar a las mujeres emparentadas con su difunta esposa, fuesen sobrinas, tías, hermanas e incluso las viudas, era peor. La mera existencia de su hijo Eren le salvó de romper una promesa con su hermosa Yrissy, la mujer que todos apodaron "La Codiciosa" desde que se casó con ella.
Los hipócritas esparcían rumores estúpidos con tal de quitarla del trono que le fue heredado. Todo por la influencia de ese...
—Alteza, hemos llegado —dijo Ser Leonard quien le abrió las puertas a la sala.
Al otro lado le esperaba el consejo. En esta ocasión, el comandante de las Fuerzas de Loki se hallaba entre los presentes. Eso solo significaba una cosa: malas noticias.
—Buenos días, Alteza —saludaron todos en cuanto se pusieron de pie conforme a la etiqueta.
—Buenos días, caballeros —saludó Grisha mientras caminaba hasta la cabeza de la larga mesa y tomaba asiento en el lugar que le pertenecía a Yrissy—. Comandante Eunoh, me alegra tenerlo de vuelta. —Con un gesto de mano les ordenó sentarse.
—Es un placer estar de vuelta, Alteza.
—Sin embargo, todos sabemos lo que su presencia implica, comandante.
—Me temo que sí.
—¿Qué tan malas son las noticias?
El hombre de bigote espeso, ojos pequeños y corpulento se irguió a la vez que su rostro se tornaba severo.
—De acuerdo con los informantes, el rey de las murallas decretó a la Legión de Reconocimiento como criminales. La Policía Militar en conjunto con las Tropas Estacionarias, están cazando a todos los miembros y realizando ejecuciones públicas. El comandante de la Legión, Erwin Smith; la subcomandante, Hanji Zoe; y el capitán más respetado, Levi, han desaparecido. Algunos dicen que huyeron al norte y otros creen que se dispersaron por todas las murallas. Hubo avistamientos de pequeños grupos no identificados yendo al norte, pero nadie está seguro de si podrían tratarse de ellos.
—¿Acorazado, Colosal y Hembra no se han reportado?
—La última vez que se les vio fue antes del decreto real.
—¿Qué hay de Mandíbula?
—Encontró a una bastarda del rey. Tiene todas las facciones de una descendiente del Traidor. Pero no ha habido más reportes de ella y la colonia de Ertmut no se ha pronunciado.
—Ja, eso solo significa que todos esos frutos perdidos están con la Alianza, Majestad —habló uno de la división de leyes.
Grisha frotó un poco el puente de la nariz debido al dolor de cabeza que amenazaba con hacer presencia.
—¿Qué hay de Eren?
El comandante se relamió los labios y Grisha pudo ver el sudor formándose en la frente del hombre.
—El príncipe está desaparecido... Alteza.
El silencio sepulcral fue roto por las exclamaciones indignadas del consejo. Grisha no sabía qué pensar. El reporte previo a este se le había comentado del juicio que recibió su hijo y que la custodia cayó en favor de la Legión. No obstante, ahora con todo el desastre dentro de las murallas solo rezaba que Eren estuviera con vida. Desde la noticia de hacia diez años en la que se enteró de la forma en la que Colosal y Acorazado irrumpieron en las murallas, tuvo las sospechas de que Fuerte Alt y Monte Zys se habían aliado con Aerhy. ¿Cómo se les fue a ocurrir que destruir la muralla era buena idea si solamente iban en una misión de extracción? No solo mataron a inocentes, sino que permitieron que Esclavos ingresaran y perdiese contacto con Carla, la leal dama de compañía de Yrissy (y quien había criado a Eren).
—Es imperativo mandar a los Lobos de Fenrir —dijo uno de la división de moneda.
—Sí, Alteza, no hay mejor equipo que ellos para encontrar al príncipe y... —secundó el lord de comercio.
—Pero estamos igual que al inicio, lord Mikellys —intervino el lord de la cosecha—, no sabemos dónde está el príncipe.
—¡Pues mandamos a todos los perros y tomamos las murallas de una vez por todas!
Esto solo empeoró el ambiente en la sala y la jaqueca de Grisha.
—¡Silencio! —exclamó el rey, acallando a todos los lores—. Estamos en un momento crucial con una guerra civil a la vista, señores, no podemos darnos el lujo de invadir tierras si no protegemos las que tenemos.
—Pero, Alteza, si no hacemos una demostración de poder, la Alianza solo se volverá más y más confiada. Probablemente Las Murallas ya se alió con ellos.
—Lord Fruther, estoy de acuerdo con usted en cuanto a la demostración de poder, pero, dígame, ¿los campamentos militares al sur de Lyrei y Linazin ya no están?
—No, Alteza.
—No, claro que no. La amenaza sigue latente. Si alguna de las colonias cae, perdemos la guerra sin siquiera comenzarla. Es por ello de que seguiremos con las fuerzas desplegadas en ambas colonias, ¿entendido?
—Sí, Alteza.
—Bien, dicho esto... Comandante.
—¿Sí, Alteza?
—Avise al general en Lyrei que solicite el regreso íntegro de los infiltrados.
—Pero...
—Cuento con usted, comandante. Se levanta la reunión.
.
Agatha casi se mofa ante la sorpresa dibujada en el rostro de la muchacha de lentes. Tal vez ya era vieja, pero aún conservaba una buena memoria.
Frente a ellas estaba la entrada al pasadizo que les llevaría fuera de las murallas.
—¿Y bien, jovencita?
Hanji comenzó a reírse cual histérica.
~°*†*°~+~°*†*°~
Hola! Otro domingo de esta historia :'D
El capítulo es cortico, pero se han revelado un poco más de historia y nuestro primer contacto con el mundo fuera de las murallas OwO
Se viene harto lore, un montón de vainas políticas (espero no morir en el intento) y un laaaaargo viaje con el Riren.
Espero les haya gustado~
Cualquier duda o sugerencia, trataré de responderla jojo
Cuídense~
Nos leemos el siguiente domingo!
AliPon fuera~*~*
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¿Dónde están tus alas? [Riren]
FanficEren es un joven que tiene en mente una promesa que se hizo aquel día en que perdió a su madre. Aquella promesa que cumpliría hasta el final. Pero, ¿qué es eso que siente cada vez que le mira pasar, cada vez que le dirige la mirada? ¿Cómo se llama? ...