ChanYeol no podía creer que ya fuera lunes. Había querido hacer pucheros y hacer un jodido berrinche cuando había agarrado su bolsa del armario para volver a casa. Casi cierra la puerta de un portazo cuando salía de la casa de su amo ayer noche. Dejarlo había sido lo más jodidamente difícil que había tenido que hacer.
SeHun le había hecho cosas, cosas salvajes y calientes que ChanYeol nunca olvidaría mientras viviera. Y le había ordenado que hiciera cosas que ni siquiera había soñado que fueran posibles.
A pesar de todo, las lecciones como sub del hombre habían continuado. La noche del domingo, las alabanzas que SeHun le había dado se habían hundido en él.
SeHun le había dicho, que sabía que volvería al lado de su amo.
Eso lo dejó perplejo ya que SeHun no le había dado una respuesta concreta cuando ChanYeol le había preguntado si ahora sería su sub a tiempo completo o no.
Quería que Oh SeHun lo mantuviera.
ChanYeol nunca pensó que encontraría un Amo, y menos uno como SeHun. Y ahora que lo había encontrado, no quería dejarlo.
Ya estaba sintiendo la separación de SeHun, y sólo habían pasado doce horas desde que había estado a merced del hombre.
Sus doce horas más largas y angustiosas.
Si pasaba demasiado tiempo, tenía miedo de no ser capaz de abstenerse de correr hacia la oficina de SeHun y suplicarle de rodillas, por supuesto, que azotara su culo, jugara con su tapón o lo follara. Cualquiera de los tres funcionaría.
Mantener su mente en el trabajo y fuera de SeHun le era casi imposible. Por suerte, el humor perverso de Seulgi ayudó a mantenerlo bajo control. Seulgi y él se dirigían a sus puestos de trabajo después de su reunión de la mañana. ChanYeol se echó a reír cuando Seulgi le contó acerca de su fiesta de manicura y pedicura. La mujer definitivamente sabía cómo divertirse. Pero ChanYeol estaba dispuesto a apostar que no se había divertido tanto como él con SeHun.
Su interior brillaba y las imágenes jugaban una y otra vez en su mente. No pasaron más que unos cuantos minutos sin que pensara en SeHun o en el fin de semana que habían pasado juntos. Maldita sea, estaba duro como una roca y todavía tenía que pasar el resto del día. Pero sabía que no iba a encontrar alivio hasta este fin de semana.
Y eso asumiendo que SeHun le permitiera correrse.
El hombre parecía disfrutar torturándolo.
ChanYeol no podía esperar para averiguarlo.
―No te olvides que tenemos una cita esta noche en mi casa para cenar ―dijo Seulgi, mientras se acercaba al cubículo de ChanYeol―. Voy a estar esclavizada en la cocina pidiendo comida china.
ChanYeol se rio entre dientes. Esa era Seulgi.
Se detuvo en seco cuando vio la nota amarilla pegada a su pantalla de nuevo. ChanYeol sintió como si todo su día hubiese sido tirado por el váter en un instante en el segundo que vio el pequeño papel gritándole que lo leyera.
Irrumpió en su cubículo, arrancando la nota de su monitor.
Era el mismo jodido mensaje que la primera vez. ChanYeol vio rojo.
Estaba enfermo y cansado de preocuparse por el chantajista y lo qué quisiera de él. Deseaba que manifestara sus demandas y terminara con esto.
ChanYeol finalmente tuvo un pequeño rayo de sol en su vida. No iba a dejar que un jodido cobarde, le pusiera la zancadilla. A medida que echaba un vistazo alrededor de la oficina, se dio cuenta que unos cuantos empleados lo miraban de refilón. Cuando hacían contacto visual con ChanYeol, rápidamente miraban hacia otro lado.
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𝐿.𝐿.𝐷.𝐶 || sᴇʏᴇᴏʟ
Fanfiction➪un accidente de e-mail ➪un jefe dominante ➪un sub inexperto ☞︎︎︎ SᴇYᴇᴏʟ ☜︎︎︎ ⚠︎𝖻𝗈𝗍𝗍𝗈𝗆 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗒𝖾𝗈𝗅⚠︎