Miras por la ventana, llevas un buen rato así, piensas en la vida, piensas en tu familia. Ha pasado un tiempo desde la última vez que sostuviste una conversación con tu madre, tienes que entregar un proyecto que aún no has empezado. ¿Cuándo vas a comenzarlo? Es semana de exámenes en la universidad y tu trabajo de medio tiempo ha sido cansado últimamente.
Divagas mientras vas en el autobús. ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Miras por la ventana, el paisaje es el mismo, casas coloniales seguidas por un parque, edificios de oficinas, casas coloniales, parques, edificios grandes, paisaje abierto, sigues avanzando.
Recuerdas haberle preguntado al chofer. ¿Va para el centro? Él te miró y respondió, "Si joven". subiste, le pagaste, notaste que el autobús estaba casi vacío y te sentaste en uno de los asientos del centro, junto a la ventana.
Miras a la derecha una pareja de ancianos platica mientras lleva unas bolsas de despensa, el hombre se para y ayuda a la mujer quien pasa a la parte trasera para tocar el timbre, el autobús se para, las puertas se abren y la pareja baja torpemente, antes de que la puerta se cierre ves como el paisaje parpadea es algo muy leve, pero parpadea como cuando una televisión tiene un cortocircuito, te sientes somnoliento, debe ser eso, estas muy cansado.
El paisaje sigue cambiando, el traqueteo del auto, suave y constante te arrulla poco a poco, cierras los ojos un rato cuando pasas por un bache el salto que pegas debido al susto te hace perder el sueño, molesto miras hacia afuera la ventana luce extraña parece... parpadear.
Acercas las manos a la ventana, debiste haberlo imaginado te sientes amodorrado debió ser eso, la ventana ya no parpadea se ve un poco sucia sí, pero eso no es algo raro, estas por volver a recargarte sobre ella cuando lo vez en la esquina de la pantalla hay un punto negro, un punto rectangular que parece un hueco en el cielo, piensas que podría ser un poco de pintura y te tranquilizas al usar tu sentido común.
Miras hacia el pasillo, él autobús se ha vaciado casi por completo quedarás tú y un par de pasajeros. "¿Realmente iba para el centro?" Te preguntas mientras frunces el ceño. "¿Para qué iba al centro? ¿Tenía trabajo? ¿Tal vez clases?" Comienzas a preguntarte cosas, cosas específicas. "¿Qué estoy estudiando? ¿En dónde trabajo? ¿Cuál es mi edad?" No hay respuestas estás en blanco y un sentimiento de incertidumbre creciente borbotea desde tu conciencia. "¿De dónde vengo? ¿Cómo me subí a este vehículo? ¿Cuánto tiempo llevo aquí?"
Inconscientemente tu mirada se voltea al punto en la ventana que se ha hecho más grande, parecen pixeles muertos de una pantalla, volteas la cabeza viendo a las demás ventanas todas son normales, el sol entra de manera natural, los árboles pasan al igual que los edificios creando un borrón de formas y colores. El agujero es más grande, intentas ignorar la incertidumbre que te carcome. "¿Dónde queda el centro? ¿Si iba para el centro? Creo que este no va para el centro" La paranoia comienza y para aplacarla sacas tu teléfono te queda la mitad de batería, abres el mapa y checas que faltan cinco calles para llegar. "Ok falta poco" Te reafirmas mientras luchas por evitar levantar la mirada, en tu vista periférica algo parpadea y mandas el pensamiento de que parece una pantalla defectuosa al fondo de tu mente, revisas de nuevo tu teléfono la señal se ha perdido y para cuando se vuelve a calibrar estas a siete calles del centro. "Estoy más cerca ¿Verdad?" Te engañas pensando que no eran cinco sino diez calles las que faltaban, inconscientemente debiste de haber dividido entre dos si, debe de haber sido eso, ignoras los pixeles apagados que ahora abarcan la mitad superior de la pantalla "¿Pantalla? ¿No era una ventana?" Parece una pantalla, pero es una ventana.
El paisaje parpadea como si fueran las luces defectuosas de una pantalla LED, te levantas para abrir la ventana, todo esto debe de ser una broma muy elaborada, una broma de mal gusto, la ventana esta atorada no se mueve como si estuviera soldada al marco ¿Qué rayos está pasando?
Un bache te hace saltar y caer sobre tu asiento, recuerdas que te estas moviendo. "¿Cuánto falta para el centro?" Eso no importa, ignorando el presentimiento que te grita en el fondo de tu mente piensas en leer para pasar el tiempo, tomas tu teléfono y buscas en tu biblioteca, intentas abrir las mil y una noches, pero el documento no se puede leer, abres viaje al oeste, pero el resultado es el mismo, desesperadamente comienzas a intentar abrir todos los documentos, pero ninguno es visible, la aplicación falla y tu teléfono se apaga. "¿Qué estaba haciendo?" Regresas en tus pensamientos tu mente esta confusa. "Quería leer para pasar el tiempo" No recuerdas si sabes leer, tampoco recuerdas a donde ibas o si tienes un trabajo. "¿Para qué iba al centro?"
Entonces lo notas, el autobús ha dejado de moverse, miras las ventanas, pero aún ves los borrones causados por dejar objetos atrás a gran velocidad, ya no sientes el movimiento, el autobús parece moverse por un camino demasiado suave, no hay baches ni siquiera el más minimo movimiento de los amortiguadores, está demasiado quieto, no hay movimiento.
"Que raro, creo que no va para el centro" Te levantas y caminas por el pasillo, miras con angustia como las demás ventanas se apagan una a una como televisores sin energía, una luz roja ilumina todo en tu campo de visión. "¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? ¿Si iba para el centro?" Corres a preguntarle al conductor quien está sentado inmóvil con las manos sujetando el volante con la firmeza de una máquina, su cara se ve... Plástica como la de un maniquí serio desprovisto de toda emoción humana, bañado con la intermitente luz roja piensas que debe ser tu imaginación la situación es demasiado descabellada "Oiga" Le preguntas. "Disculpe ¿Si va para el centro?" Ante la ausencia de su respuesta te acercas un poco más para observarlo, sus fríos ojos muertos miran a la nada, la ventana del asiento del conductor parpadea como si no se decidiera entre ser una ventana o una pantalla, sacudes al conductor para llamar su atención. "Oiga ¿Si va para el centro?" Su cara se voltea hacia ti de forma mecánica mientras turba el gesto en una sonrisa macabra.
Corres a la parte de atrás del autobús mientras escuchas como el conductor se levanta y volteas la mirada justo para ver como su boca se abre, dislocando su mandíbula de forma antinatural produciendo un crujido metálico, escuchas algo parecido a los altavoces de una estación de autobuses "La ruta tres está sufriendo ligeros fallos actualmente, por favor mantenga la calma y vuelva a su lugar, en breve resolveremos los problemas reiniciando toda la simulación" "Carajo esta no iba para el centro" piensas mientras tu cordura sale por la pantalla "Por favor vuelva a su asiento de estar de pie el reinicio podría causar problemas graves, daños permanentes o incluso la muerte" Te paras en seco cuando procesas todo lo ocurrido "Así que realmente no va al centro, espera ¿Dijo simulación?" El altavoz continúa sonando "Por favor vaya a su asiento, en breve reiniciaremos nuestro servicio de ruta" "Entonces sí va para el centro" "Por favor vaya a su asiento" "Mejor me bajo y camino lo que falta".
Llegas a la puerta trasera, tocas el timbre y escuchas el pitido, pero nada ocurre, pateas la puerta, pero no se mueve, intentas abrir las ventanas sin éxito, el conductor ha desaparecido, tienes que salir de ahí, vas adelante y buscas la palanca que abre las puertas, no sabes cómo luce ¿Era una palanca o un botón? Presionas todo lo presionable y jalas todo lo que parezca una palanca hasta que la puerta a tus espaldas se abre, corres a la salida pero algo te detiene en seco, ante ti, frente a la puerta abierta se extiende una oscuridad eterna, tan negra que parece tener sustancia física como una brea consciente que lo envuelve todo, poco a poco se extiende hacia ti subiendo por tus piernas y rozando tu espalda sientes el frio de la muerte en la nuca, la oscuridad poco a poco lo cubre todo y tu ultimo pensamiento antes de ser tragado por el vacío es "Creo que este no iba para el centro".
Abres los ojos, el autobús se mueve de manera normal pese a ir un poco apretado, piensas que debiste haberte quedado dormido mientras leías, bostezas al sacar tu teléfono y revisar que faltan dos calles para llegar a tu destino, pides permiso para pasar y te diriges al timbre ignorando el punto rectangular en la ventana mientras piensas "Si iba para el centro".
ESTÁS LEYENDO
Cuentos de terror variados
HororEsta es una antología de cuentos de terror de temas diversos que iré llenando de cuando en cuando.