20/11/22/
Sabes? Tantas veces escribiendo historias donde mi corazón está devastado, donde mis ganas de seguir están en el suelo, e incluso escribir de ti donde solo pido que me escuches mientras grito los te quiero de mi cabeza.
Esta vez... esta vez la historia es diferente, quizás luego vuelva a escribir con mi corazón en pedazos, pero en este momento estoy llegado al punto de amar cada cosa de ti, incluso tanto, que existe el riesgo de que llegue a odiarte.
Que increíble la capacidad que tienes para hacerme sonreír y la facilidad para hacerme enojar. Es impresionante lo mucho que me acostumbre a ti, que estoy llegando al punto de no poder dar marcha atrás. Me he vuelto adicta a ti, me has vuelto adicta a los días que paso junto a ti. No me doy cuenta de lo mucho que me gusta platicar contigo, hasta que llega el momento que no te tengo cerca, y lo extraño. No me fije en lo necesario que te estabas volviendo para mi sueño, hasta que paso las noches en insomnio por no poder sentir tu beso de buenas noches.
Si, estoy adicta a ti. Adicta a esa sonrisa cada que digo una imprudencia, adicta las miradas serias cada vez que me paso de insoportable, adicta a los abrazos fuertes cada vez que me siento triste, adicta a los besos en la frente por cada mañana que despiertas a mi lado... se que si sigo mencionando cada una de las cosas que me hacen adicta a ti, podría llegar a una sobredosis por esta gran adicción. Pero es así, así es como te veo, así es como te siento, tu olor, tus gestos, tu voz y cada uno de los detalles que vienen de ti me vuelven adicta. Intento rehabilitarme, intento salir de este círculo vicioso, pero es que me doy cuenta que eres tu quien me rehabilita. Las noches a tu lado, los desayunos en la cama, los consejos para mejorar mi manera de vivir, los llamados de atención para no equivocarme, los días que enferma estuviste para mi, y los días felices que soportaste a la niña que aún habita en mi. Si esto se le llama adicción, perfecto... serás mi droga favorita y seguiré... seguiré adicta a ti.