ÚNICO CAPÍTULO

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Hace muchas lunas atrás, cuando la tierra era próspera, la vida y la muerte, encarnadas como personas, se reunieron bajo el viejo sauce para hablar de la humanidad.

- ¿Sabes? – le dijo la vida, una dama elegante con una corona de flores sobre su cabello ondulado y un vestido blanco, a la muerte – parece que los humanos están avanzando poco a poco, ya saben sembrar y cosechar sus alimentos.

La muerte, un hombre igual de elegante a la vida, con traje negro y cabello oscuro, miró a la vida a los ojos y en un tono serio le respondió:

- No te dejes engañar, vida. – la muerte se cruzó de brazos y miró el horizonte para después seguir hablando – Puede que los humanos estén avanzando a medida que pasen los años, pero su propia avaricia y deseo de saber más cosas sobre este mundo terminará siendo su perdición.

La vida se quedó en silencio mientras miraba aquel ocaso que les brindaba el paisaje en esos momentos. Confiaba en la humanidad y tenía la certeza de que iban a prosperar y expandir sus tierras, pero temía que la muerte tuviera razón...

Pasaron casi dos mil años cuando la vida y la muerte se volvieron a ver bajo ese viejo sauce que parecía no envejecer con los años. La vida, a pesar de verse joven, se veía como su cuerpo estaba malherido, lleno de heridas en sus brazos y piernas, pero su sonrisa no se borraba; en cambio, la muerte, se veía agotado, con ojeras bajo sus ojos carmesí y más serio de lo normal. La vida tomó la palabra:

- Mira, los humanos han llegado muy lejos con sus inventos y teorías. Ahora tienen vehículos para viajar por todo el mundo y fuera del planeta- La muerte sonrió levemente, era la primera vez que sonreía ante la vida – Aprendieron a construir cosas nuevas, inventaron recetas nuevas con lo que sembraron y aún mantienen muchas costumbres... pero...

- ¿Qué pasa? Sonabas animada hace un momento... - Diría la muerte mientras miraba a su compañera eterna

- Tenías razón... Entre más curiosos sean los humanos, más cerca estarán de su perdición... Mira los bosques, ya no hay árboles, los animales están muriendo, el agua se está agotando, están acabando con todos los recursos... Están acabando... Conmigo...

La muerte puso suavemente su mano sobre el hombro de la vida tratando de darle consuelo, no le gustaba ver a su compañera desanimada, después de todo, ella era la que siempre veía el lado bueno de la humanidad.

-Vida mía- dijo la muerte con cariño – No te desanimes, se que los humanos últimamente no han sido muy buenos contigo, pero mira el lado bueno, no todos los humanos son malos y te ayudan a cuidar a los animales, cuidar los ríos y bosques, incluso plantan árboles y flores para ayudar a la polinización.

La vida miró a la muerte a los ojos y dijo:

- ¿Por qué tan positivo hoy, querido? Pensé que me habías advertido de esto hace dos mil años – Preguntó la vida algo risueña y confundida, después de todo, la vida siempre ha sido representada como lo positivo y la muerte como lo negativo.

-Bueno, hemos estado trabajando juntos desde el principio de los tiempos, no creas que no he aprendido cosas de ti, querida – Diría la muerte para después dejar un suave beso en la frente de la vida – Además, sabes que no me gusta verte triste, ya tengo más trabajo de lo normal cada vez que te pones triste

- ¿Ahora me estás culpando de que tengas trabajo extra? - Preguntaría la vida algo indignada

- ¿El Titanic? – Le cuestiona la muerte alzando una ceja

- Es que mataron a unos osos polares...

- ¿Qué hay de las torres gemelas?

- ¡Eso si lo provocaron ellos!

- ¿Y los dinosaurios?

-Era muy joven – Diría la vida haciendo pucheros como si se tratara de una niña pequeña.

-Mira, te aprecio mucho, vida mía, y se que tratas de hacer lo correcto, pero deja que el ciclo continue. Siempre habrá terribles humanos que quieran acabar contigo, pero yo estaré presente en todo momento y les haré saber que lo que hicieron no estuvo bien. Trata de ver el vaso medio lleno, porque tú, vida mía, para los humanos eres un tesoro, tratan de apreciarte cada minuto, cada segundo de su existencia para poder disfrutar los pequeños placeres que tú les brindas.

- ¿De verdad lo crees, querido? - Preguntaría la vida con lágrimas en los ojos, en todos los años que trabajaron juntos, era la primera vez que la muerte le daba hermosas palabras de aliento.

- No lo creo, vida mía, lo se y te lo aseguro con la certeza de que siempre donde estás tú, estaré yo, cuidándote como siempre lo he hecho

-Pero, ¿Qué hay de ti? Los humanos te odian... -Diría la vida preocupada

-No todos lo hacen, querida, saben que en algún momento se tendrán que ir a mi reino y dejar este mundo terrenal para poder descansar en paz. Te prometo que, de ahora en adelante, todo cambiará.

La muerte le dio un suave beso en los labios a la vida, sellando aquella promesa que la muerte le hizo ese día bajo ese viejo sauce que parecía no envejecer jamás. Cuenta la leyenda que, en nuestros tiempos, la vida y la muerte siguen estando juntos simulando ser humanos como tu o como yo. Viviendo pacíficamente y analizando a los humanos junto a su evolución.

Pero, ¿Qué será de nosotros?, ¿Acaso nuestro destino está plasmado en piedra? La respuesta es no, tal como dijo la muerte "Para los humanos, la vida es un tesoro, aprecian cada minuto, cada segundo de su existencia en el plano terrenal para poder disfrutar de los pequeños placeres de la vida..." FIN

La vida y la muerte (One-Shot)Where stories live. Discover now