Capítulo 38

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Narrado

Cayó la noche y con ella el frío se volvió más intenso. En la segunda habitación del segundo piso en la casa Conte se encontraban un par de jóvenes abrazadas tratando de luchar contra el feroz enemigo. La tranquilidad se respiraba por todo el lugar, la calidez se sentía a metros y el cariño se distinguía por donde fuera, al menos así lo vio y sintió Margaret. Si alguna de las dos se hubiera despertado en el momento en que la matriarca entró al lugar muy seguramente se hubieran espantado, nunca les agradó darle la imagen de que eran más cercanas de lo que creía, no les gustaba que supiera que se querían más de lo que ellas mismas creían y en definitiva no les agradaría la idea de que las hubiera encontrado abrazadas bajo las sábanas. Aún así, la paz en el rostro de ambas, en el rostro de su hija, le removió algo en su pecho, un presentimiento de los buenos, de los pocos que había tenido con ella en los últimos años. La cámara de Arianna estaba en el estante justo a la altura de Meg, como si la hubiera llamado la tomó y con una sonrisa fotografió el momento, para ella, para las jóvenes, para sus memorias.

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Isabella

Estaba dormida, sentía el peso de Arianna en mi brazo y parte de mi cuerpo. La última vez que dormimos juntas fue hace casi un año y a decir verdad había olvidado lo que era tener la paz en persona entre mis brazos, aún así el ruido de la puerta hizo que abriera los ojos de golpe y mirara esa dirección. Un vacío se formó en mi estómago cuando reconocí el olor y mi sangre, puedo jurar que mi sangre se congeló en mis venas. ¿Qué estaría pasando por la mente de Margaret? Debe estar disgustada o algo así, no puedo ni imaginar que estará pensado. Hay algo que llama mi atención fuertemente, y es que al seguir el olor, la figura de Meg aparece justo en la puerta. Camina despacio hacia nosotras y se detiene justo al frente de los estantes, su mano, o al menos las sombra de esta, se dirige al lugar donde está la cámara y hasta ese momento noto que no está en la misma posición de esta mañana, todo mientras yo aún trataba de procesar lo que estaba viendo. La sombra se devolvió a la puerta y desapareció por ella.
Moví despacio a Arianna y sonreí cuando la escuche quejarse, en serio estaba dormida. Me levanté con cuidado y me acerqué a la cámara, al encerderla una foto de Ari y yo estaba en ella, supongo que no todo estaba tan mal a como lo imaginé. Regresé a la cama y volví a abrazar a la joven, apenas comenzaba a tomar calor pero me alegraba de que se estuviera recuperando, tanta presión y estrés en un solo instante sobrecargo su cuerpo y también su Hendrix. Sí, todo había sido obra de el y ella aún no lo sabía. No podía esperar para explicárselo y ver su reacción, quiero suponer que va a ser buena, en varias ocasiones me dijo que le gustaría volar, y por la energía que sentí al escanearla creo que es un rango muy parecido al mío. Quizá sea un Hendrix Alto o incluso un History, que es sólo un rango menos que el mío, no lo sé, pero pretendo darle una sorpresa después de todo este ajetreo de Paula.
Comenzaba a dormirme otra vez cuando mi muñeca izquierda vibró anunciando un mensaje en mi reloj, cuando lo miré el nombre de Erika se iluminó y un deje de culpa llegó a mi pecho con el, las cosas con ella iban de maravilla, realmente todo era perfecto, pero una cosa me hacia alejarme de ella, sentimental hablando. Tenía un presentimiento muy bueno con ella y se que si me esmero y pongo de mi parte llegaremos lejos, pero justo eso es lo que quiero evitar. No quiero encariñarme más ni ilusionarme por que se que esto no será para siempre, yo no soy eterna pero en comparación a un humano tengo muchos años más por delante que ellos y Erika; bueno ella es un humano. Me da miedo que nos involucremos hasta llegar al punto de amarnos y que cuando eso pase yo apenas este comenzando a vivir y ella ya este entrada en años. Sé y tengo por seguro que al ritmo en el que vamos hasta un matrimonio joven es posible, pero para ser sincera prefiero vivir mi juventud primero que encontrar alguien con quien envejecer. Erika es sin duda alguna una joven espectacular y creo que debo aclarar las cosas antes de que ella o yo terminemos heridas.
'Voy a dormir, descansa, buenas noches', fue todo lo que pude responder, no sólo por el cansancio si no también por que sentiría muy hipócrita de mi parte decorar aquel mensaje. Me llegó una respuesta igual y supuse que se estaba extrañada, pero lo echo echo está y desearía no haberme metido con ella a la cama por que pensará que sólo la usé, y por más que le diga que es mentira no me creerá. Así que sí, la cague y a lo grande.

El Diario De Un HendrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora