Capítulo 10.

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Comienzas a caerme bien.

Maia Adams.

-No tengo la culpa de que seas un capullo -mascullé.

-Apenas te conozco y eres una maleducada -respondió de la misma forma.

Le saqué amistosamente mi dedo de en medio mientras le ponía mala cara. Me era divertido molestarlo, sinceramente me gustaba y me causaba gracia ver como se desesperaba y me callaba cada dos por tres.

-Tu me caes mal y no digo nada -comenzaba a darme cuenta que no fue buena idea quedarnos los dos solos porque teníamos las mismas ganas de matarnos.

-Cállate o te aviento por la ventana -me advirtió.

-No pierdo nada. Me quieto morir de todas maneras.

Giró los ojos y se apoyó en la pared, cerrando los ojos.

-¿Tienes novia? -pregunté por simple curiosidad.

-¿Qué te importa? ¿Te gusto?

-Tengo un novio más bueno y por mucho que tu, imbécil. Responde.

-No -dijo con simpleza.

Solo asentí con la cabeza y me eché a la cama.

Rob, Gwen y Finn habían ido a la Farmacia porque mamá estaba con un dolor de cabeza insoportable.

Solo se escuchaba la televisión de la sala porque aquí se encontraba John de nuevo -no me molestaba-. Venía muy seguido a casa y por eso siempre molestaba a mamá.

-Tengo hambre -murmuró Billy.

-¿Y a mi qué? -me levanté, hastiada. Me ponía de malas cuando no tenía a Rob a mi lado.

-Dame algo de comer -lo miré feo -, por favor.

-Ahora que venga Rob, dijo que traería gomitas de mis favoritas -si, era una consentida de novio.

-¿Cuáles son? -preguntó con duda.

-Mangos con chile, ¿por qué?

-Bueno, así me caes mejor -dijo, haciendo un gesto divertido con la cabeza.

Fruncí mi ceño para no reír y volví a echarme a la cama, no sin antes formular una última pregunta:

-Me habían dicho que eras muy callado y tímido, aparentas completamente lo contrario.

-Desventajas de juntarte con Vance Hopper -contestó en tono lastimero.

Por lo que nos había contado Vance era uno de sus amigos violentos que le perturbó la mente sana e inocente que solía tener.

-Ya me di cuenta.

Volví a cerrar los ojos y de ahí hasta que llegó Rob solo porque fue a dejar a Finn y a Gwen a casa no nos dirigimos la palabra, quedando en compleyo silencio.

Sentí el peso de alguien sentarse a mi lado y me daba un beso en la comisura de la boca.

-Gomitas para la linda -dijo, haciéndome abrir los ojos.

My Pretty Girl // Robin Arellano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora