Solo una mirada

Capítulo 2

Wang Yibo

– Nuestro destino lo construimos nosotros mismos y que mejor hacerlo brillando haciendo lo que nos gusta – siempre se decía así mismo para seguir hacia delante.

Wang Yibo nació cinco de agosto en la ciudad de Luoyang, China. De niño estuvo con sus padres, era mas pegado a su madre que a su padre que era una persona estricta, siempre estuvo decidido en lo que quería hacer, actor.

Para el mundo tenia una vida perfecta hasta el mismo podría decirte que es así, su madre le apoyo en todo hasta en lo de postular a una universidad de artes cosa que sabia decepcionaría a su padre que quería que fuera médico, pero ese no era su campo lo sabia y pese a la mirada decepcionada del mayor lo hiso, viajo a corea postulando a una de las mejores escuelas ingresando con honores y obteniendo una beca.

Para Yibo todo se lograba con esfuerzo, nunca se dejo llevar por los malos comentarios a su alrededor y eso hiso que también se graduara con honores. Pero como tenia un punto ciego en la vida su estado físico empezaba a fallar lo que llevo a estar en hospital ¿el diagnostico? Pues un fallo en el corazón que hizo que sus sueños cayeran.

– Cariño – su hijo se había encerrado en su cuarto desde que habían regresado del hospital, sabía que era difícil después de todo su hijo amaba bailar, pero aquello no lo podría hacer con este problema – Mi pequeño Bo – después de no tener respuesta fue a buscar la llave de repuesto, entrando y encontrándolo en vuelto entre sus sabanas – Se que es difícil, pero no te des por vencido, las batallas mas grandes tiene los premios más brillantes – no hablaría nada más solo dejaría que su hijo llorara y estaría ahí cuando la necesite – Ya se durmió – su esposo estaba en el marco de la puerta apoyado.

– Voy a consultar a otros médicos – ver a su hijo en tal estado llorando por lo que realmente pensó perdido, talvez al principio pensó que gracias a esta enfermedad podría hacer que estudie Medicina, pero en los ojos de su hijo solo pudo ver dolor al escuchar el diagnostico del medico cosa que no le gusto para nada – Tiene que luchar por su sueño – no dejaría que su hijo vuelva a derramar una lágrima por lo que el destino le impone.

– Gracias amor – vio a su hijo dormido arropándolo bien salió junto a su esposo – Se que es difícil para ti – aunque su hijo no se diera cuenta sabia que su esposo lo apoyaba a pesar de no seguir con lo que dijo.

– Es su sueño, no puedo simplemente imponer lo que yo quiero – lo entendió de la manera mas amarga, pero lo hiso – El no soy yo – termino abrazando a su esposa – Hare lo posible para que el se feliz haciendo lo que le gusta – sonrió.

Luego de aquel día Yibo considero seguir lo de su padre y ser doctor, no conto que este lo contradiga diciendo que era muy débil para luchar por sus sueños, cosa que hiso que la confianza en el mayor aumentara y su lazo sea más grande.

Buscaron por todo corea una solución hasta que un doctor les dijo que se podría solucionar con mucha terapia cosa que aceptaron, estuvo lejos de las pistas de baile por dos años, y cuando por fin estuvo recuperado comenzó de cero, no lo negaría fue agotador, pero todo su esfuerzo seria recompensado lo sabía siempre recordando lo que le dijo su madre ‘Las batallas mas grandes tienen premios más brillantes’
Con su baile perfeccionado hacia trabajos como bailarín para varios eventos y con ese dinero se empezó a pagar sus primeras clases de actuación.

– Hijo – ver a su hijo agotado por todo el esfuerzo que hacia a veces lo ponía triste, pero aquella gran sonrisa que siempre tenia a pesar de lo duro que era le decía que no se equivoco en apoyarlo en todo.

– ¿Si papa? – este era uno de esos pocos días donde tenia libre y pasarlo con su familia con siempre le gusto.

– Están haciendo casting para una agencia coreana – su hijo lo miro sorprendido, lo entendía después de que el menor se recuperara o hasta puede decir antes no había mencionada de la carrera de su hijo – No me mires así sé que tienes talente por eso te lo digo – siguió mirando el periódico sin mirar al menor que lo miraba con una sonrisa – Ve y tráenos buenas noticias –