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Solamente para recordar que esta historia tiene una dedicación especial a @kyonemi, persona que también hizo la portada de mi anterior fanfic karlnapity.  Y persona que lleva leyendo mis trabajos desde hace como 5 años, amo amo amo!!!

....

Aquella noche, le había sido imposible dejar aquella antes solitaria sala de estar, incluso cuando el cansancio había comenzando a repercutir en sus extremidades cansadas y en aquellos ojos poco agraciados por una vista favorable.

- Lamento toda la mierda que has pasado.. - El murmullo tranquilo del piglin se había convertido en una tela abrazadora y a la vez delicada que envolvía al joven latino incluso con la pesadez que recorría sus entrañas en aquel momento tan asfixiante.

La única luz que iluminaba sus siluetas a esas alturas eran las llamas danzarinas que se regocijaban en la chimenea ubicada en la sala, ayudando a mantener el calor con aquel clima tan espantoso como enemigo.

En algún momento de aquella conversación, Quackity había vuelto a su lugar en el sofá con Tubbo entre sus brazos, escondido en su pecho aunque ya no más en sus alas, pues estas eran guardadas por el suéter de gran tamaño cortesía del anfitrión. Technoblade, por su parte, estaba sentado en la alfombra, su espalda descansando pacíficamente en la esquina contraria del sofá, desde ahí podía observar al aviar sin invadir de sobre manera su espacio personal y sobre todo, desde ahi podría apreciar a detalle aquel bello cuadro protagonizado por Tubbo y Alex.

Aun no entendía del todo el calor en su pecho con aquella visión tan simple.

Pero esa visión ya no era simple. Ya no más. Era bella, era cálida, era...

"Es adorable"

Canturreo una voz en su oído.

"Puaj, me dará diabetes"

"Aun pienso que es una trampa"

"Tendrán frío?"

"Por qué sigue cubierto con la capa de Techno? Alguien se volvió suave"

Tuvo que recorrer la mirada para acallar el bullicio.

- Esta bien. No es... no es tan terrible como te imaginas - su mirada nuevamente subió, encontrándose con el rostro relajado del pato, sus ojos descansaban sobre el rostro relajado del cabrito, el cual respiraba lento pero constante, Quackity por su lado contaba con una respiración más ruda, ruidosa, era obvio que la exposición al frío no se iría sin consecuencias.

- No? - pregunto el piglin

- No - afirmó Alex, con un tono vacilante - El jamás... El jamás había ido tan lejos...

Amargura, el sabor amargo acaricio la lengua del pelirrosado, ir tan lejos? Por dios... había visto los ematomas en la piel aperlada de su ajeno...

- ¿Que fue diferente esta vez? - Aun así preguntó.

- Tubbo

No espero esa respuesta

- Schaltt intentó.. - la forma en que los ojos del híbrido hirvieron nuevamente hizo temblar por un segundo al mismo dios de la sangre. Y nisiquiera con el fervor del odio en la mirada de Quackity aquel cuadro dejó de ser hermoso.

- Intentó tocar a tu polluelo - Completó el mayor, ahorrándole dolor a aquella explicación que estaba seguro se convertiría en una lluvia de insultos dirigida al imbecil que fungia como marido del presente. Lo sabía por el título presumido en L'manburg y lo reafirmaba por el anillo en el dedo de su invitado.

Alex esta vez observó a su anfitrión, asintiendo, y su mirada se suavisó.

Technoblade sintió asco de solo imaginar las manos de aquel hombre sobre el niño que ahora Quackity abrazaba como si fuese lo más bello de este mundo, lo más preciado, y lo más sagrado al mismo tiempo.

- Abejas en la nieve -  <Quacknoblade>  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora