El líder de la Mascarilla (Draken x Reader)

Capítulo 5: Myüto

La joven ___ (c/c) se hallaba tendida en el suelo, observando el cielo anaranjado. Por el color, sabía que el sol ya debía estar poniéndose, lo que significaba que debía darse prisa para llegar al lugar donde la esperaban. Suspirando con molestia, se sentó en el piso y sacudió su camisa, la cual tenía marcas polvo.

—(Cobardes. Ni siquiera se atreven a lanzar patadas). —Se quejó mientras se ponía de pie, recogiendo las cosas de su maletín, las cuales se hallaban esparcidas por el suelo.

Tras unos minutos terminó de guardar sus pertenencias y observó nuevamente hacia el cielo. Sabía que llegaría ligeramente atrasada al punto de reunión, pero no era lo suficiente como para tener que ausentarse. Con un último suspiro, comenzó a caminar hacia una zona más apartada de la zona comercial, cerca del basurero. Finalmente alcanzó aquel lugar... Un terreno baldío que se encontraba completamente rodeado de láminas de lata, creando sus paredes.

—(Parece que llegué a tiempo). —Suspiró aliviada mientras observaba a su alrededor, encontrándose sólo con aquellas cuatro motocicletas que tan bien conocía.

Sin esperar más, se adentró en aquel lugar. Realmente era un espacio grande ese terreno baldío, incluso con las gradas de madera y el podio de su centro... Sin duda habían escogido una buena base para la pandilla. Unos gruñidos llamaron su atención, provocando que enfocase la vista en el cuadrado que se hallaba dibujado en el piso... Dentro de éste habían dos jóvenes que parecían estar midiendo fuerzas, empujándose con las manos.

—Vaya... Hasta que llegas... —Gruñó entre dientes el pelirrojo mientras intentaba hacer retroceder a su adversario, aún sin apartar la vista de éste.

—Mierda... Creí que no vendrías... —Se quejó el peliblanco mientras empujaba, llevando a su rival fuera del cuadrado del  piso.

—Con esa ya van 5 veces que Shiraiga te gana, Akage. —Dijo tranquilamente el pelinegro mientras leía uno de sus usuales libros.

—¡Cállate, Kuromaki! ¡Me distraje porque ella llegó! —Se quejó el pelirrojo.

—¿Apostando de nuevo? —Preguntó la joven mientras se cruzaba de brazos.

—Tch.— Chasqueó la lengua el peliblanco mientras le entregaba algo de dinero al pelinegro.

—Paga tú también, Akage. —Dijo Kuromaki, extendiendo la mano al pelirrojo—. Por cierto, Hogo te está esperando. Al parecer hay nuevas noticias sobre la ToMan —. La joven suspiró de mala gana.

Mientras oía al pelirrojo quejarse, caminó hacia el extremo contrario de la entrada, llegando hasta un pasillo que la llevó hasta la primera habitación a la izquierda. De inmediato se encontró con su hermano fumando en el sofá mientras observaba el techo de lata. Sin decir nada, se adentró en el cuarto y avanzó hacia un pequeño tapado, el cual estaba frente a un viejo armario que sólo ella podía utilizar.

—Hasta que llegas. —Dijo el mayor, observando a la pared que ocultaba a su hermana.

—Me entretuve un poco de camino. —Dijo ella, quitándose la falda y tomando unos pantalones del mueble—. Se supone que no deberías fumar a tu edad... Cuando llegues a viejo terminarás con cáncer.

—¿De nuevo te apalizaron? —Preguntó con una sonrisa de burla mientras daba una nueva calada a su cigarro, ignorando completamente la crítica de su hermana.

—¿Apalizarme? —Rió—. Ellas no tienen idea de cómo golpear. —Dijo mientras se ponía los pantalones negros para luego atar sus zapatillas.

—¿De qué nos perdimos? —Preguntó el peliblanco mientras entraba en la habitación y se apoyaba en la mesa coja, provocando que se tambalease ligeramente.