Encantado (Minsung)

uno

Bad Omens- 5 seconds Of summer.

"So this is where I am, Hanging on a feeling
Driving through the valley Just to chase the pain again..."

Han Jisung estaba completamente de acuerdo con lo que sucedería, su primer amor se casaría pronto, ¿Había algo malo en eso?
No, por supuesto que no, y ser el padrino de esa boda no tendría por qué afectarlo en lo absoluto, no tenía porqué sentir como si mil agujas se enterraran en sus pies hasta dejarlo clavado en el piso y poco a poco el aire se le acabará en cada respiro sin darle tiempo de escapar, Jisung no debía sentirse mal, por supuesto que no.

El problema es que sí lo hacía y le afectaba más de lo que él mismo podría aceptarlo alguna vez a viva voz.

Ver a su amor de adolescencia estar enfrente de un juez con la chica de sus sueños, ver a quien ahora solo era el ex amor de su vida rehacer su vida con alguien más le dolía un poco; aquel chico estaba a punto de decir esas dos palabras "Sí, aceptó", y no lo mal entiendan, Jisung, realmente era un chico que se alegraba por esta unión, claramente no era un despechado, inmaduro, y patético... bueno, solo un poco, pero ese no es el tema, el asunto aquí es que de verdad que se alegraba, por supuesto que lo hacía, pero ¿Han sentido esa sensación extraña formada en el pecho, que muchas veces confundimos con egoísmo?

O puede que sí sea egoísmo, no lo sé realmente, y Jisung, ahí de pie, al lado del altar, con un traje incómodo y dolores en el pecho, tampoco sabía que era, no en ese mismo momento... ¿Era nostalgia? ¿Recuerdos? Amor ya no era, pero ¿Qué era eso que se alojaba en su pecho al ver al chico de ojos verdes, que en este momento miraba a esa chica tan hermosa de cabello rosa y sonrisa amable?

Digamos que no son celos, pero sí es esa espinita clavada en el pecho, esa que te hace enterrar un amor a la fuerza, un amor el cuál llevaba muerto desde hace tiempo, hace tanto tiempo que a veces se cree tan lejano que se duda si existió alguna vez, y aún así se conserva un gramo de esperanza de que vuelva a salir a la luz, era raro, y lo sabía, pero dentro suyo, dentro, muy dentro, guardaba la esperanza de que todo volviera a ser como antes era, sí, Jisung era aferrado, y se sentía tan mal al serlo; más que mal, se sentía egoísta, por ver todo a su alrededor y desear ser él, ser él quien estuviera en el lugar de la hermosa chica. Estaba con la envidia desprendiendo de sus poros, pero ahí se encontraba, de pie, con las piernas entumecidas, el moño raspandole la barbilla y los ojos picandole por las lágrimas contenidas que desde hace mucho se mantenían retenidas sin que pudieran salir.

Así que allí estaba, viendo a su mejor amigo tomar de la mano a su casi esposa, mirándola a los ojos como alguna vez lo miró a él, y dándole un anillo con un hermoso zafiro en el centro, siendo este el color favorito de ella; Sí, era una enorme piedra la que portaba en su dedo. Los diamantes no eran del agrado de ella, en cambio, a Jisung sí le gustaban los diamantes, por más comunes que fueran, aún siendo la cúspide de una estrategia de mercadotecnia, a Jisung le gustaban los diamantes como una promesa de amor.

-- ¿Aceptas a Dian, como esposa para amarla y respetarla...--- ¡Oh por Dios!, esto era real, realmente su mejor amigo sí se iba a casar, realmente él estaba ahí parado, al lado de él, como el buen padrino que era, lo miró con una sonrisa, pero se le entumeció el rostro de tanto sonreír falsamente, las sonrisa falsas eran elementales en él, ¿Cuándo fue la última vez que sonrió realmente?

--- Acepto--- ¡Oh por Dios!, ahí la frase, ahí la estúpida frase que enterraba un amor que murió sin siquiera empezar nunca, tan unilateral, tan poca cosa, un amor que no fue amor, que nunca lo fue, y él, necio y aferrado aún lo guardaba en el pecho, con suspiros guardados, maldiciones interna y heridas que parecían que nunca sanarían.