Capitulo 14 🍂La Rueda De La Fortuna🍂

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Aquí me encuentro en un parque de diversiones con el oji-verde, me esta enseñando como jugar a cada juego al que vamos, la verdad es que se como jugarlos pero me da algo de pena decírselo ya que esta muy emocionado enseñándome....me encanta verlo sonreír ...me encanta escuchar su risa que es muy contagiosa...o cuando hace un puchero cuando pierde es tan tierno. Estoy confundida lo admito estoy empezando a sentir cosas por Gallagher pero siento que no estoy lista para tener una relación con él ni con nadie...no quiero volver a sufrir por amor. No pienso decirle lo que estoy empezando a sentir...talvez solo estoy confundida y ya...no quiero darle vueltas al asunto dejemoslo aquí.

En este momento nos encontramos haciendo fila para entrar a la rueda gigante creo que se llama la rueda de la fortuna o eso creo, no me juzguen no he ido a muchos parques de diversiones.

La verdad es que me estoy divirtiendo aunque no quiera admitirlo Aidan es muy divertido y guapo y....bueno ya basta, ya subimos a la rueda y esta empezó a girar...no sabía que le tenía miedo a las alturas hasta que mire hacia abajo y supe lo alto que estábamos, rápidamente tome la mano de Aidan no es que me queje pero tengo que mantener la imagen que Aidan tiene de mi...pero el miedo me controla en este momento.

—Que sucede ¿estas bien?—me pregunta Aidan un poco preocupado, lo volteo a ver apenas ya que estoy rígida como una roca porque parece que me voy a caer si me muevo—S-si e-estoy bi-ien—tartamudeo—¿Segura? Porque estas un poco pálida, estas sudando y también estas temblando—me dice viéndome y nota que mi respiración se esta volviendo rápida—Quee di-ces n-no estoy tem-blando n-ni mucho me-nos su-sudando...sa-sabes n-no estoy bien me dan mi-miedo las al-alturas—sin querer veo hacia abajo me asustó más y abrazo al castaño—Hey tranquila, porque no me dijiste que le tenias miedo a las alturas, así no hubiéramos subido—me dice en modo de regaño—Y-yo no sa-sabia que le te-tenia mi-miedo a las al-turas hasta que me subí a e-esta estúpida ru-rueda—Ok esta bien, no tienes porque temer no nos vamos a caer, estamos muy seguros aquí—me dice abrazándome—¿E-estas comple-tamente se-seguro de e-eso?—le pregunto apegandome más a él—Claro T/N me he subido a esta rueda muchas veces y no me a pasado nada sigo vivito y coliando—me sonríe—Des-Desgraciadamente así e-es—hago el intento de bromear pero estoy muy nerviosa—Auch, oye estoy tratando de cálmarte—me dice mostrándose indignado—L-lo siento e-es que e-estoy muy ner-nerviosa si digo a-algo hiriente e-es po-por lo mis-mismo—le digo escondiendo mi rostro en su cuello ~huele tan bien~ —Esta bien, no te preocupes—siento como sonríe por lo que acabo de hacer—¿Siempre dices cosas hirientes cuando estas nerviosa?—pregunta acariciando mi cabello—S-si y tam-tambien soy a-algo sar-sarcastica—le digo—Eso es normal—dice y le pego en el hombro—Oye—le digo ofendida y el ríe—Jajajaja, lo siento pero es la verdad siempre eres sarcástica—se encoje de hombros—Bien es ver-verdad pero solo soy así con las per-personas que no co-conozco—digo—¿Ya vamos a ba-bajar?—pregunto volviendo a esconder mi cabeza en su cuello—Si ya hemos dado 2 vueltas, estas es la última, estamos en la cima al bajar terminamos ¿ok?—me dice acariciándome—Ok—pero la maldita rueda tenia otros planes, ya se imaginan cual es, cuando llegamos a la cima la rueda se detiene haciéndome asustar mucho más—A-aidan ¿por-porque se de-detiene?—digo apenas ya que siento que las palabras se quedan atoradas en mi garganta—Yo no lo sé, debe ser una broma no te preocupes ya volverá a funcionar—me dice para tranquilizarme aunque lo noto algo nervioso.
El encargado de la rueda llega rápido donde están los controles pero la rueda no se mueve, al ver que no funciona grita algo que me deja en schok total
—Los controles no funcionan chicos, tendrán que estar ahí un rato más hasta que vengan a arreglarlo, no se preocupen están muy seguros ahí, además no tardan en venir así que conserven la calma—dice a todos los que estamos en la rueda—¡¡¡Que!!!—grite.

Mis 4 Sueños ¿Frustrados? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora