7 de payares

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Aún recuerdo la primera vez que nos vimos, yo estaba algo nerviosa y no sabía qué hacer ni qué decir, pero creo que tampoco se me notó mucho.

La noche anterior tomamos contacto por primera vez y pasadas unas horas ya estábamos uno en frente del otro en tu bar favorito tomándonos tu cerveza favorita.

No tenía ni idea de que todo fuese a pasar así de repente, contaba que quedaríamos la semana que viene o quizás unos días más adelante, pero no tan rápido. He de decir que me encantó y que me lo pasé genial.

Hablamos de muchas cosas e incluso debatimos sobre temas que me llegaron a hacer pensar que ambos somos muy distintos. Hubo varios momentos de risa, sin duda mis favoritos. Tampoco me quiero olvidar de aquellos dos abrazos de despedida, sí, dos. Uno me supo a poco, qué le vamos a hacer.

La huella del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora