CAPITULO 3

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ΩΩΩIlluminaΩΩΩ

—¿¡Qué!?

—Majestad, no grite.

Kyle se levantó de su cama, estaba bronceado por haber pasado en el agua durante toda la fiesta de su coronación.

—¿Cómo que Errhante se rompió? 

—Es una fisura, majestad.

El tritón se mantenía en su sitio mientras el joven caminaba semidesnudo por la habitación.

—¿Y entonces qué? O sea, Illumina no tiene espacio para tanta gente, nos podemos hundir si excedemos el peso de los islotes.

—No creo que la estructura de Illumina funcione así, majestad—sonrió Akni—. Además, recuerde que Errhante se encuentra a pocas coordenadas de aquí, podríamos estar encima de ellos, dicho de alguna forma.

El muchacho gimió de frustración.

—No quiero estar cerca de alguien de Errhante. Son todos tan callados y asociales, mira que no habían mandado un solo mensaje en todos estos años desde que murió su rey.

—Majestad, debe entender la situación. Solo quieren proteger los bienes importantes del reino.

—Y con bienes importantes del reino se refieren a un ser vivo, ¿cierto? A un humano.

—Majestad…—suspiró Akni.

—¿Eso somos, Akni? ¿Bienes valiosos?—dió un giro sobre sus talones y caminó hasta la biblioteca que tenía pegada a una pared, luego acarició el lomo de uno de los libros—¿Nos ven como objetos? 

—Eso no es cierto.

Kyle sacó un libro de su lugar, se acostó y procedió a leerlo. El tritón le preguntó si no pensaba levantarse ese día, a lo que la mirada enfurruñada del príncipe le respondió.

—¿Así empezará su primera jornada como rey electo?

—Sí.

Kyle podría ser muy sociable e hiperactivo, pero cuando algo amenazaba con romper su burbuja social, se volvía un muñeco relleno de malcriadez. No había forma de hacerlo cambiar de opinión acerca del comportamiento de los habitantes de Errhante.

En la sala del trono, que a diferencia de las otras salas, tenía el pasillo acuático surcando por el medio para así tener la vista de los reyes en frente, padre y madre discutían los últimos preparativos para la llegada del bien más importante de Errhante.

—¿Crees que Kyle se sienta raro cerca del príncipe?—murmuró la reina, Akni estaba en el agua, escuchando todo en silencio. El rey hizo una mueca burlona.

—Define raro.

—¡Ay, Gayard, por Dios! 

—Oh, vamos, sabes que Kyle y cualquier chico que exista son… tú sabes, no es como el agua y el aceite.

La reina estaba frustrada, se levantó del trono para observar mejor la foto de la familia real colgada en una pared.

—¿Y si al príncipe no le agrada Kyle? El rey Géminis eran tan buena persona… Pero su hermano no, ese tipo no es ni la mitad de humano que era él.

—¿Crees que el príncipe se inclinaría a la crianza de Escorpio? 

—Era solo un niño cuando su padre murió, Gayard.

Akni miró a ambos gobernantes, había aprendido con el tiempo que esas conversaciones íntimas también debía escucharlas. A él no se le podía escapar nada que tuviera que ver con su protegido.

Bajo el MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora