La noche en cierto parque siempre era descrita en invierno como prospera, tranquila, helada; pero nunca ocurría ningún altercado que distorsionara aquella preciosa imagen en la que las personas gozaban con plenitud de dicho ambiente.
Sin embargo, esa noche, el frio fue peor que todas las temporadas anteriores. Las aves no regresaban justamente en una de las zonas en específico del parque. Las personas alrededor de cierta zona huían de ahí o miraban perplejos una riña que ocurría justamente en el centro de una pequeña plaza donde el camino de ladrillos convergía en un camino común.
Los murmullos se hacían evidentes mientras todo en la zona se tornaba hostil mientras el golpeteo de la carne era sonoro a tal punto que se sentía como si estuvieran presenciando un encarnizado combate. Alcanzado su punto de inflexión en cuanto gritos desesperados de jóvenes cercanos a la pelea buscaban detenerla; siendo estos gritos insuficientes en cuanto incluso el suelo de ladrillo era teñido en rojo por el salpicar que provocaba el levantamiento de puños recién impactados de uno de ellos.
Un chico rubio y uno castaño buscaban de forma desesperada jalar por sus ropajes a aquel que estaba encima del otro propinándole un fúrico embate con sus puños, no encontrando ningún resultado pues a quien trataban de detener se encontraba de forma activa e insistente en desfigurarle el rostro a su contrario; mientras cerca de ellos se encontraba una morena de pelo azabache con mechones azul en su cabello, solo podía mirar a lo lejos completamente impactada mientras soltaba un gran número de bebidas que le habían encargado; y la última persona que observaba era una albina que se encontraba derribada sobre sus rodillas con un gran número de heridas cubiertas por vendas en casi toda su piel visible, siendo ella la que miraba aún más impactada la escena entre más sangre veía salpicar.
La gente alrededor miraba impactada mientras otros solo sacaban sus celulares por el mero morbo de captar dicha pelea, mientras otros por el respeto a las personas (o miedo) se apartaban del lugar con una gran prisa. No pudiendo escuchar completamente lo que se gritaba aquel grupo extraño de chicos.
—¡Detente ya! — gritó el rubio mientras se esforzaba completamente en siquiera detener uno de los brazos de aquellos dos
—¡Por favor, somos amigos! ¡suéltalo! — gritó aquel castaño enrojecido por el esfuerzo mientras se notaba su desesperación por acabar con dicha pelea
Pero dicha escena no se detenía incluso con sus intervenciones. Cosa que solo dejó que el ambiente se agravara aún más, dejando ver que la conciencia de aquel que era atacado se estaba desvaneciendo mientras de forma inconsciente logró devolverle un golpe a su contrario con el que le hizo sangrar por la nariz y detenerlo por un breve instante.
Siendo así que este retomó su embate ahora siendo contestado por su contrario, encendiendo aún más el combate y generando ahora que sus ropas se tiñieran de sangre de forma horrorosa a la vista de todos en la zona. Siendo una albina la que ya no podía soportarlo más, y con memorias de su pasado presentes, solo pudo expulsar de su pecho un grito que debió soltar desde el comienzo del percance.
—¡Sam! ¡Detente ya, idiota! — gritó en su desesperación mientras sentía como sus poderes querían ser activados de forma inconsciente para proteger al chico abajo del azabache —¡Ya dejen de pelear!
Fue así como se podía ver como el azabache se veía inmerso en una sola cosa, y con su semblante confirmaba que lo que estaba haciendo era lo justo y necesario en dicho momento para él. Con su ceño arrugado y sus dientes apretados dejaban ver una enorme furia que era transmitida con cada golpe en el cual no se contenía, y como demostración se podía ver como sus puños se manchaban con la sangre de aquel que era su rival en ese entonces, su mejor amigo, Nyron Zhongli.
Mientras que el abatido por los golpes, el mismísimo pelirrojo se encontraba tirando de las ropas del azabache con una mano, al mismo tiempo que con la otra empezaba a colarle golpes en los cuales su fuerza lograba afectarle poco a poco en su rostro. Mirando con una gran furia y ojos brillantes en un escarlata oscuro, sus dientes apretados se teñían de rojo con la sangre que caía desde sus labios explotados y sus fosas nasales a grandes cantidades. No deteniendo sus ataques y aguantando como podía los del azabache mientras emitía gruñidos por el esfuerzo por mantenerse consciente.
—¡¿Cómo pudiste?! — gritó aquel chico pelirrojo mientras se veía completamente inmerso en su enojo y colándole un portentoso gancho que hizo girar el rostro del azabache con gran brutalidad
—Enserio eres un maldito cobarde, Zhongli— fue lo único que dijo el azabache mientras elevaba su puño derecho y hacía crujir sus nudillos de forma audible
Ese último golpe conectó, y tras ello los gritos aumentaron mientras ambos chicos se desconectaban del ambiente mismo y solo se centraban en hacerle la mayor cantidad de daño al que alguna vez llamaron compañero o amigo. Todo esto mientras eran observados por sus alterados compañeros que entre más golpes presenciaban, más querían hacer que pararán. Sin embargo, ellos no podían ver que eran observados por un chico de cabello azabache con mechones amatista, así como sus ojos, que tras un simple suspiro siguió contemplando el combate con una triste mueca, a la par que apretaba su anillo de color morado brillante con súbita fuerza; siendo un gato de ojos del mismo color que el humano que le acompañaba, el que no podía evitar sonreír ante aquella escena ¿Quién era el culpable tras aquella escena?
Esta nueva historia no empieza en esta escena; pero lo que si es cierto es que marca un antes y un después en la vida de muchos de los involucrados. Marca una división entre voluntades, una división entre lealtades, una división en compañerismo, el rompimiento de una profunda amistad. Todo siendo producto al movimiento de una guerra generada por el choque entre las voluntades de dos continentes.
La deriva continental.
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Deriva continental
FantasySiguiendo los acontecimientos dentro de la nueva vida bizarra de Nyron Zhongli. Una nueva tormenta estará azotando su vida con la aparición del gran rey de Europa, el mismo que retará a todo el equipo de Asia a su supervivencia contra todos sus miem...