4. 🔞

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-Lu-Luzu-uuu... -El alfa sonrió ante tal forma de pronunciar su nombre, y no se detuvo mientras el pelinegro seguía acorralado entre la pared de piedra de aquella cueva.

No recordaba como llegaron a ese punto, tras la declaración de que Auron "lo quería más que a su vida", todo es borroso.

Los recubria el aura rosa de la sirena enojada aún, pero parecía solo excitarles más el canto enojado de la sirena tras el muro rápido de piedra que pusieron, más las feromonas, todos sus sentidos estaban envueltos en la locura.

Las manos de Luzu se adentraron en el pantalón y bóxer de Auron, quien estaba vistiendo aún ese traje que les dieron en navidad. Su camisa ya estaba arrugada por los arrimones que le daba Luzu, el calor empezaba a sofocarlo mientras los besos del castaño bajaban por su cuello.

Sintió la mano ajena tomar sin pena su miembro con el puño cerrado, comenzando un vaivén lento sobre la dura erección mojandolo de pre-semen para poder ir más rápido.

Se perdió a si mismo cuando el ritmo comenzó a aumentar y Luzu lo recargó sobre su rodilla, mientras aún lo masturbaba ahora ya con el pene completamente al aire.

Le rogó que lo besara y el castaño no lo hizo esperar, le fue quitando el saco y desabotonando la camisa mientras aumentaba el ritmo y los gemidos de Auron se perdían en sus bocas.

Lanzó el saco al suelo y fue quitándose la sudadera mientras la arrojaba sobre el mismísimo saco, con la camisa abierta comenzó a estimular sus pezones con su boca y el otro con su mano libre.

Su orgasmo llegó y le nubló la vista, sus brazos lo abrazaron por el cuello y le jalaron el cabello al castaño, mientras gritaba y manchaba su abdomen con el líquido blanquecino.

Apenas estaba recuperando el aliento cuando Luzu lo volvió a besar, lo separó de la pared y lo recostó en el suelo, sobre el saco y la sudadera que se había quitado recientemente. Observó con lujuria como Luzu se quitaba todo lo de arriba y comenzaba a desabrochar su pantalón. Se apresuró en hacer lo mismo y Luzu rió, tomando las piernas ya desnudas de su Auroncito y las separó con suavidad, agachándose entre ellas y, antes de que Auron soltara un gemido lastimero, le declaró.

-Yo también te quiero más que a mi mismo, Auroncito.

Y enterró su cara entre ambas nalgas, fue jalado de nuevo por el cabello y los cánticos de ángeles volvieron. Se sentían en el cielo.

En ningún momento siquiera pensó en reprimir sus gemidos, solo podía ver el cabello del alfa entre sus piernas y no pudo evitar rodearlo con sus piernas, haciendo más presión, haciendo que Luzu riera al sentir la desesperación del otro.

Su mano subió al miembro ya mojado y nuevamente duro mientras su propia saliva se mezclaba con la lubricación natural del omega, no solo ambos muslos lo aprisionaban, sino también había comenzado a jalarle el cabello y eso solo lo incitó aún más, hizo circulos en la entrada y lamía lo más que podía, mientras hacía más y más presión sobre el miembro.

Auron sintió las lágrimas en sus ojos, toda la situación ya lo tenía abrumado, quería que lo penetrara ya.

-Luzu... por favor... Solo entra- ahm.. entra ya, por favor.

El alfa palmeó sus piernas, indicándole que lo soltara. Luzu se alejó lentamente, le plantó un beso mientras acariciaba sus costados con los dedos y rozaba el duro pene contra su entrada, presionaba cada tanto haciendo el ademán de entrar, pero no lo hacía. Auron jadeaba desesperado, arañando la espalda ajena como reclamo.

Sabe que el maldito lo hace a propósito.

Luzu se separó, dejando a Auron con la respiración rota. Tomo el pene e introdujo poco de la punta en el ano. Auron se sostuvo sobre sus codos y movió las caderas sobre el miembro, apenas y había metido la mitad del glande, y por la expresión en su rostro, parecía que no iba a meter mucho más.

Luzu hizo movimientos en círculos, mas no dejó que ni un poco más entrara. Quería desesperarlo un poco más.

Finalmente, decidió que ya era momento de dejar de torturarlo. De nuevo lo besó, y, esta vez lo penetró de una sola estocada.

El grito se perdió en ambas bocas, la lubricación había ayudado mucho y Auron ya estaba totalmente preparado para que Luzu continuara, sin embargo, más rápido de lo que pudo procesar, Luzu volvió a salir de su interior y lo volteó, dejándolo apoyado en sus rodillas y manos, sacó sus propios pantalones por completo y los arrugó como pudo debajo de las rodillas ajenas, intentando en lo posible evitar que le dolieran por el incómodo suelo.

Otra vez estaba rogándole, arqueandose como podía y moviendo el trasero de lado a lado, buscando incitarlo, buscando que ya le de la atención que requiere.

-Ya, bonito. Ya voy. -Auron pudo escuchar la sonrisa en su voz. Sus manos tomaron su cintura y se adentró de nuevo de una fuerte embestida, fue una vista maravillosa ver como la piel de las nalgas rebotaba con cada choque, se acercó a él y lo abrazó, mientras continuaba embistiendo con dureza. -Te tenías muy bien escondido ese culo, Auroncito.

El Omega no podía responder, no con Luzu aumentando el ritmo a cada segundo, una embestida más fuerte que la otra golpeándo su próstata. Cada palabra que intentaba formular se perdía entre jadeos y suspiros.

El ritmo era rápido, duro, le encantaba. Sus brazos casi lo traicionan pero Luzu se detuvo y lo acomodó con suavidad sobre sus brazos, con el culo hacia arriba. Lo abrazó manteniéndole la cadera arriba, y volvió a embestir, una y otra vez. Duro, la sacaba por completo y la metía con rapidez golpeando ese dulce punto.

Le susurraba al oído cuanto le encantaba oírlo gemir, le pedía que gritara su nombre y no lo dudaba ni un segundo para cumplir sus deseos.

Auron solo podía rogarle por más, y cuando le dijo que estaba cerca solo pudo gritar que lo hiciera dentro, que lo llenara por completo.

Y él tampoco está para desobedecer órdenes.

El nudo se formó, y un alarido resonó en las paredes de la cueva. Su orgasmo caía a chorros manchando las prendas en el suelo y la sensación del semen caliente llenándolo más el nudo agrandándose lo llevó al límite.

—Te quiero.

Susurró, antes de caer desmayado.

Luzu rió, y apenas el nudo se deshizo, se encargó de vestir a Auron para cargarlo y llevárselo a su casa para cuidarlo.

Tenían mucho de que hablar en cuanto despertara.

Fantasías | LuzplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora