Habían pasado ya varios minutos desde que el castaño dejó de golpear al de menor edad. Su cuerpo dolía, intentó como pudo levantarse del frío suelo, cojeaba al caminar ¿Cómo no lo iba a hacer? Casi le rompían las piernas, lo único que le importaba ahora era curar lo golpes para evitar alguna infección.
El baño era un lugar triste, la mayoría de veces que iba ahí era para curar sus heridas y maquillar los golpes y hoy no era un excepción. El pelinegro estaba sentado frente al espejo viendo los golpes que había recibido, odiaba mucho como su cuerpo hacía que esos moretones tuvieran tonalidades cafés, morados y rojos. Colocó árnica en los moretones para disminuir la inflamación, dolía mucho cada vez que pasaba sus dedos por las heridas dejando a su paso pequeños siseos y quejidos por el dolor causado, una vez terminado de aplicar aquel ungüento se levantó para dirigirse nuevamente a la cama de la habitación y recostarse, estaba demasiado agotado.
La puerta de la habitación se abrió dejando ver al castaño de nuevo.
— Bebé, te traje algo para el dolor —Dijo caminando directamente al lado del pelinegro— Toma —Dicho esto dejo un vaso con agua y unos analgésicos en la mesita de noche al lado de la cama.
— Gracias... —Muy en el fondo agradecía que le hubiera traído analgésicos, el dolor era insoportable. Tomó el vaso de agua y trago la pastilla— Quiero descansar.
Luzu se sentó en la orilla de la cama viendo fijamente al chico acostado al lado de él— Lo siento —Se disculpó— Sabes que te amo.
— ... —No respondió, odiaba que Luzu hiciera eso, siempre era lo mismo, se disculpaba y decía que lo amaba y así seguía el ciclo.
— ¿No vas a contestar? —Preguntó el castaño, él odiaba que no le respondiera— Lo vuelvo a repetir, ¿Me disculpas? —Apretó el tobillo de Quackity, seguramente dejaría una marca.
— Ouch, duele, para porfavor —Se quejó— Yo te per-perdono —Respondió a su pregunta con dificultad.
El castaño miro con satisfacción al joven— Bien, me alegro de que sea así, volveré en un rato.
Luzu dejó la habitación, ahora Quackity podría disfrutar de la soledad y descansar un poco del psicópata de su marido y de ese aura enfermizo que lo rodeaba. Agradecía que el castaño le hubiese dejado esos analgésicos gracias a estos el dolor estaba disminuyendo poco a poco, también se sentía cansado por aquellas pastillas así que decidió tomar una siesta, quizás en otro momento ejecutaría mejor su plan de escapar de esa casa.
•••
El castaño después de salir de esa habitación inmediatamente se dirigió a su oficina, tenía que atender algunos asuntos importantes. Al llegar se tomo la libertad de servirse un vaso con whisky y prendió un cigarrillo, solía beber y fumar cuando violentaba al de cabello negruzco para olvidar el hecho de que le había pegado a la persona que amaba.
Luzu pensaba en que podía hacer para que Quackity dejara de intentar escapar— ¿Por qué me haces golpearte? —Se dijo a si mismo.
De repente su celular sonó, seguro no era algo importante pero aún así decidío mirar el nombre del contacto, era su padre.
— ¿Sí? —Contestó la llamada.
— Ah, hijo mío —Dijo el hombre del otro lado del teléfono— ¿Cómo estás?
A Luzu le molestaba recibir llamadas de su padre, siempre eran para recriminarle cosas o por cosas de la compañía de su padre— Estoy bien, padre —Respondió lo más neutral posible— ¿A qué se debe esta llamada? —Preguntó.
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Forced to Love | Luckity
Fiksi PenggemarPoner una sonrisa frente a las cámaras y actuar como un matrimonio feliz era lo que el tenia que vivir a diario. Odiaba el ya no tener voz propia, odiaba ocultar los golpes con maquillaje, odiaba a el hombre con quien contrajo matrimonio y el mismo...