—Primero que nada, no me robé el teléfono, me lo encontré —comenzó a explicar Antonio bastante seguro de sus palabras.
—Eso suena igual de sospechoso. Ella nunca mencionó nada sobre haber perdido su teléfono —reclamó Francis—. ¿Estás seguro de que no entraste a su casa mientras ella no estaba y lo sacaste de ahí? Oh no, suena exactamente como algo que tú harías. Tengo mucho miedo —terminó por decir cubriéndose el rostro notoriamente abrumado.
—No hice tal cosa —replico el otro comenzando a molestarse.
—¡Entonces explícate ya!
—Escucha, lo que sucedió es que intente rastrearlo debido a que desde hace semanas mis llamadas no entraban.
—¿Probablemente porque ya bloqueó tu numero de una vez por todas? —respondió Francis con obviedad.
—No fue eso, porque intente contactarla desde cuatro números diferentes y sucedió lo mismo.
—Mon Dieu [Dios mío]...
—Bueno, sinceramente todo eso lo hice ayer. Desde ayer es que mis llamadas no entran.
—¿Y entonces...?
—Entonces, como decía. Decidí rastrearlo y afortunadamente continuaba encendido cuando lo encontré así que fue fácil dar con él, pero cuando me percaté de que estaba en medio de un basurero me preocupe un poco así que decidí venir contigo a averiguar si ella se encontraba aquí.
—Espera, espera, espera —lo detuvo—. Ve por partes. ¿Dijiste que rastreaste su teléfono?
—Sí, te lo dije desde el principio —respondió Antonio tranquilamente mientras observaba el artefacto—. Realmente no es tan difícil de hacer. Pero bueno, sigo...
—¡¿Pero por qué rastrearías su teléfono?!
—Oh no, no te preocupes, pienses mal —intentó tranquilizarlo—. Es solo para asegurarme de que Guadalupe este bien. Estando al tanto de que sus horarios concuerden con los lugares a los que va, como su trabajo, la escuela de sus hermanos o su casa, puedo asegurarme de que no se encuentre en peligro.
Francis miró seriamente al muchacho. Realmente le sorprendía como este no era consciente de que las palabras que estaba profiriendo eran absolutamente aterradoras.
—Antonio...
—Sin embargo —continuó sin abrir paso a ser interrumpido—, ayer sucedió algo extraño porque cuando regresaba a su casa de su trabajo de repente cambio de rumbo. No pude identificar a donde fue exactamente, pero cuando recupere la señal y pude dar con su teléfono en ese basurero decidí llamarla, no me respondió entonces mejor fui yo mismo hasta en lugar. ¡Y vaya que me sorprendí, tío! Aunque también me preocupe un poco. Ahora realmente quiero saber dónde está ella.
—Bien, bien, bien... —dijo Francis tras un profundo resoplido—. En otras circunstancias te reprimiría gravemente por haber estado rastreando a Marie durante todo este tiempo sin su consentimiento, pero en este caso...
—Mierda, intente soportarlo, pero eres de verdad irritante —irrumpió Antonio bruscamente, lo que por obvias razones tanto sorprendió como molesto a Francis—. Ya deja de llamarla así. Su nombre es Guadalupe, no le gusta que la llamen por el primero.
—¡Agh, ya lo sé! —se quejó el otro con fastidio—, pero ese no es el punto aquí, ¿sí? El problema es que rastrear a la gente sin su permiso está mal, pero lo que descubriste es información útil. También estaba preocupándome por su ubicación, ayer al terminar la huelga decidí ir a buscarla a su casa después de haber intentado llamarla sin resultado, pero no la encontré, ni siquiera respondieron sus hermanos cuando llame a la puerta.
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Huelgas Mágicas en el Gabacho [𝙃𝙚𝙩𝙖𝙡𝙞𝙖 - 𝙈𝙖𝙜𝙞𝙘𝙖𝙡 𝙎𝙩𝙧𝙞𝙠𝙚]
Fanfiction𝗣𝗮𝗿𝗲𝗷𝗮𝘀: USAMex, FrUK Francis, un inmigrante francés, acompañado de su mejor amiga Guadalupe, una chica mexicana nacionalizada en los Estados Unidos, peleará por rescatar a aquel que llama "el amor de su vida" de las garras de una terrible em...