El día estaba tan tranquilo para el almirante de flota, hasta que de la nada despierta en un lugar desconocido, con muchas personas, pero lo que le dio un enorme dolor de cabeza fue ver a un supuesto muerto hablando y carcajeándose libremente, lo pe...
Las olas llegan hasta la orilla de aquella playa, las voces de dos jóvenes inundaban el lugar, uno de los chicos se encontraba en la orilla de la playa buscando conchas marinas, él otro, un chico de ojos redondos y sombrero de paja, corría felizmente por la playa disfrutando del buen clima.
Los dos amigos estaban disfrutando su descansó, hasta que repentinamente él Mugiwara dejó de correr, el chico de ojos redondos ahora se encuentra sentado en la arena mirando una caja de madera.
Él narizón se percató de ello, con un ceño fruncido agarró su cubeta llena de conchas y se encaminó hacia donde se encontraba su amigo. —¿Qué haces, Luffy? —preguntó Usopp, el francotirador miraba con curiosidad lo que su capitán tenía en las manos.
Luffy levantó la vista del objeto para mirar al narizón, él azabache suspira y niega deprimido. —No pasó nada. —contestó lanzando el objeto.
Ciertamente Luffy se sintió decepcionado, ¿no habrá aventuras?, al parecer no.
Usopp inclina su cabeza confundió, ¿que no pasó?, —¿de qué hablas? —volvió a preguntar algo intrigado.
Luffy suelta un bostezo —La caja decía "ver, permite ver tú pasado a los del tiempo antiguo", algo así, pero no importa, no pasó nada. —él Mugiwara movió su mano restándole importancia.
Él francotirador quería seguir preguntando sobre esa extraña caja que su amigo tenía anteriormente entre sus manos, pero la llegada de sus demás Nakamas hizo olvidarlo, incluyendo a cierto capitán.
Los dos chicos dejaron la playa sin darse cuenta de que aquella extraña caja brillo, al mismo tiempo que desaparecía como si nunca hubiera estado ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gol D. Roger estaba felizmente pescando, él Rey pirata tararea mientras mueve sus piernas con alegría, repentinamente su sonrisa se borra de su rostro para dar paso a una mueca, hoy será el día…El día que se separan.
Su enfermedad ya es casi insoportable, hubiera querido poder quedarse un poco más y vivir más aventuras con sus Nakamas, pero lastimosamente eso es imposible. Aunque algo le inquietaba, él ya tiene planeado como morir, pero él sabe que muchos querrán su tesoro, por lo que irán a buscarlo, por lo que le preocupa ¿su sucesor será digno?
Roger siente un movimiento en su caña de pescar, ¡eso fue rápido!, el rey pirata jala rápidamente la cuerda de pescar. Pará la sorpresa del azabache, lo que su caña de pescar atrapó no es precisamente un pez, lo que atrapó es una extraña caja de madera.
