El llanto se extendió por toda la casa, Meiko lideraba el llanto y sus hermanitos le seguían el coro.
Naruto se removió en su cama, era la tercera vez esa noche. Itachi dormía a su lado tenía la almohada en la cabeza como un inútil intento por no escuchar el llanto de los bebés que pedían alimento, eran unos glotones como su padre omega.
—Te toca... — dijo Itachi a su medio dormido esposo.
—Ve tu— respondió.
El mayor frunció el ceño, con el pie lanzo fuera de la cama a su esposo, Naruto cayo de senton en el suelo, levantándose totalmente cabreado con el mayor el rassengan brillaba en su mano derecha, luego notó lo cansado que estaba su alfa, últimamente estaba trabajando hasta desfallecer, querían unas vacaciones para ello Itachi necesitaba adelantar trabajo. Era su Hokage después de todo.
Fue a donde sus cachorros estaban, hizo clones y consoló a los menores mientras alimentaba uno por uno. Dolia alimentarlos, siempre duele las primeras veces. Produce leche según la cantidad de cachorros, una vez sus pequeños están satisfechos hace que eructen para luego cambiarles el pañal y hacerlos dormir.
Pero el aún no podía estar tranquilo... sentía lleno el pecho.
[...]
Itachi abrió los ojos al escuchar un extraño ruido, busco su precedencia y lo encontró, su esposo estaba sentado en uno de los sofá frente a la cama leyendo un libro con la luz de la lámpara prendida, pero el ruido venía de su pecho.
—¿Que es eso?— pregunta curioso.
—Un extractor de leche, una maravilla.
—¿Es decir que ya no compartiré a mis bebés con mis otros bebés?— itachi se levanta, mira el reloj aún es temprano.
Naruto quita el extractor preparo los biberones para la mañana y limpio su pecho.
—Dejaron de ser tuyas desde que nuestros cachorros nacieron... deberías seguir dormido.
Itachi besa el cuello de su omega para luego lamer su marca haciendo gemir al menor, lo condujo a la cama.
—¿Que piensas que haces?— cuestiona el omega.
—Follar a mi omega ¿no es obvio?— quito la blusa y el pantalón que usaba su esposo de pijama —¿esperabas esto?— cuestiona burlon al ver que no lleva ropa interior.
—Callate, sabes que odio dormir con ropa interior. ¿Alguna queja?
—Ninguna...— itachi abre las piernas de su esposo, acomodándose entre ellas, baja su pantalón lo suficiente para liberar su miembro.
Naruto siente como su esposo entra en el, no hay necesidad de prepararlo, su agujero está tan adaptado a su esposo por sus encuentros apasionados que mantienen constantemente. Ya no siente dolor.
Las embestidas se hacen profundas, la polla de su esposo toca aquel punto dulce, muerde sus labios para no gritar del placer.
Itachi se inclina un poco atrapando con sus labios el pezon de su esposo, sus pechos an crecidos por la lactancia. El sabor de su leche indunda su paladar, es tan dulce.
Se lame los labios mirando a su esposo con una lujuria, esta avergonzado, constantemente Naruto suele mojar sus camisetas por su leche. Itachi al principio le pareció imposible resistirse cuando du esposo le pidió permiso para dormir con el pecho descubierto, naruto ya no quería manchar sus camisas o playeras.
—Me encanta tu leche — dije ronco.
Naruto rodea con sus piernas la cadera del mayor — eres un pervertido, ¡ah! ¡Si, sigue ahí!— naruto grita cuando Itachi incrementa el ritmo.
—Shhh, mis bebés duermen— besa los labios del omega para cayar sus lloriqueos de placer. —¿y yo soy el pervertido?, mira como tus lágrimas se derraman, como tu cuerpo tiembla y anhela por más. Gritas por no parar... te encanta ser tomado rudamente..
Las embestidas eran fuertes, hasta que el mayor se detiene, antes de reclamar siente como su cuerpo es girado, su trasero es levantado y ser nuevamente embestido.
Itachi quería pronto su liberación, muerde nuevamente la marca de su omega, Naruto entierra la cara en la almohada para ahogar su grito de placer, su omega estaba feliz al sentirse marcado, itachi reafirmaba la marca. Lo sintió correrse en su interior formándose su nudo, para suerte del omega, Tsuande le recetó un brebaje para no quedar nuevamente en cinta, sus cachorros están chiquitos y los tendrían para rato. Naruto también se corre.
Dale de su interior ayudando a su esposo a limpiarse, una vez como nuevos y sábanas limpias, duermen abrazados.
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La primera primera palabra de todo bebé es importante, esa mañana Meiko estaba bajo el cuidado de Minato y al menos así seria pero se robó a su nieta de los brazos de Naruto. Era con la cachorrita que menos convivía y debía recuperar el tiempo perdido.
Mientras estaban en la sala de la casa Namikaze, el rubio mayor veía a sus otros tres nietos dormir, Meiko.
Itami estaba abrazada de su hermano Issey y el a su vez abrazaba a Menma.
Meiko rubia como sus hijos, idéntica a Naruto, besa su frente. Olfateando el aroma de su nieta, su esponjosa cola se mese, sus nietos están abrigados entre ella.
Kushina desde lejos puede ver a su esposo, sonríe al verlo cuidar de sus nietos. Baja la mirada quisiera poder darle otro cachorro pero ya no seria posible, se acerca a su alfa. La omega se sienta a su lado dejando salir su cola de kitsune, y colocando su cabeza debajo de la barbilla de su esposo. Este se apoya en ella.
—Abu, mío!— Meiko grita alzando las manitas.
Minato sonrio. ¡había sido la primera palabra de Meiko!.
Itachi que esta en la cosina, quiere salir e ir por su hija, pero Naruto lo detiene.
—No es justo— se queja Itachi — es mi cachorra... y no dijo papá...
—tranquilo amor— consuela a su esposo. —Aún faltan Itami e Issey.
Itachi abraza a su omega, puede que le haya quitado a Minato su hijo omega pero el le quito la primera palabra de su cachorrita. ¿Eso es quedar a mano?
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