𝐖𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐝𝐨 𝐰𝐞 𝐠𝐨‽ |skz|

.:nuevo:.

5

Cerré los ojos por inercia, él estaba demasiado cerca y sentía su respiración contra mis labios. Cada vez más cerca, cada vez más rápido mi corazón latiendo; no lo soportaría por más tiempo. Era demasiado obvio lo que quería hacer. ¡¿Por qué no me estoy alejando?!, se repetía en mi mente una y otra vez.

-Lix...- se oía como un susurro a lo lejos, -Lix... – ahí estaba otra vez, se acercaba. - ¡Felix, sino bajas ahora, te dejo sin desayuno! – se escuchó en toda mi habitación, me hizo abrir los ojos de golpe, y mi cuerpo se estremeció, fue solo un sueño, dije en un suspiro.

¿Qué diablos sucede conmigo?, se regañó internamente. Ya cambiado, se dispuso a bajar las escaleras para ir directo al comedor. 

Se sentía tan extraño, tendrá algo que ver con su salida de ayer; se repitió varias veces. En verdad no sabía, así que solo se apresuró a desayunar, y salió de su casa casi corriendo, se le estaba haciendo tarde para llegar a clases, y para su suerte, le tocaba álgebra, más razones para odiar las mañanas.

(...)

Un día antes, en la tarde se encontraban todos los alumnos ansiando la hora de irse.

Por fin había llegado la hora de salida, y hay quienes estaban emocionados por eso, unos más que otros. En especial nuestro lindo amigo poste; Hyunjin se encontraba dando vueltas por los pasillos del aula del pecoso, mientras que el mencionado, guardaba sus cosas.

Felix estaba confundido, cómo es que había aceptado salir con el mayor, no lo conoce de nada, a menos que derramar bebidas cuente. No sabe ni como ya estaba recargado en la pared, esperando al tonto de cabello lindo. Estaba sumido en sus pensamientos hasta que una voz conocida le sacó de estos.

–Lix, ¿nos vamos?– le dio una sonrisa, mientras que el otro se quedó unos segundos viendo ésta, con un ligero rubor – claro – le correspondió con cierto desinterés, aún así en su interior esa sonrisa le revolvió el estómago. Ambos avanzaron directo a la salida. Al parecer, el mayor le había dicho de una cafetería que quedaba cerca. Estaba muy emocionado de mostrarle su lugar favorito para pasar el rato.

Aunque no eran los únicos quienes iban a dar una vuelta después de clases. 

Changbin se encontraba en la entrada de la escuela esperando, se quiso ir, su menor estaba tardando demasiado. Ya se habían ido casi todos. Se dispuso a ver la hora en su celular, sin embargo, antes de que la pantalla de este se encendiera, Bin sintió como le pellizcaban una mejilla. Después sintió como su rostro comenzaba a arder, dispuesto a golpearlo se volteó pero, se detuvo para solo terminar de sonrojarse por completo, su menor lo miraba divertido.

 –¿A dónde quieres ir Binnie? – le preguntó el más alto, Bin se quedó un rato pensando si debía detener la manera en que le hablaba. Pero no lo hizo, por alguna razón no le molestaba, así que simplemente respondió con una ligera sonrisa – Vamos por helado, creo que hay por aquí cerca– sugirió viendo como el otro sonreía.

De acuerdo, solo se permitiría comer por hoy; para poder seguir viendo esa sonrisa, que le hacía corresponder igual con simplemente verla. Le parecía tierno, sin embargo, también lo encontraba intimidante por su mirada. Quién diría que estaría yendo con alguien desconocido a comer helado, que raro, igual no importaba, e incluso le daba lo mismo para entonces que llegara un poco tarde a su casa; lo había visto en un momento vulnerable para él, ¿qué podría salir mal ahora?