๑ ׄ ﹙ después de despertar de un espléndido sueño, su vida se tornaría una completa pesadilla al encontrar un tibio cuerpo entrelazado al suyo, que lo mantenía cautivo entre sus brazos sin intenciones de liberarlo.
Eso pensaba, h...
—¡Por favor no me haga nada! —pidio Sunoo a gritos, por la cercanía que tenía con aquel hombre sus sollozos chocaban con el rostro contrario.
—¿Y desperdiciar la oportunidad de estar con una belleza como tú?. Primero muerto.—dijo Soobin casi en un gruñido tomando fuertemente a Sunoo por su pequeña y delicada cintura para que no intentara alejarse.
Sunoo al sentir como los labios contrarios le pedían a la fuerza seguir el beso lleno de deseo y morbosidad no pensó dos veces la idea de morder con todas sus fuerzas los labios de Soobin, esto provocó que Chaoi lo estampara con fuerza contra la pared y le regresara la mordida con aun más fuerza haciendo casi gritar a Sunoo por el dolor.
—Si eso quieres, eso te dare. —murmuró alejándose de los hinchados y rojizos labios de Sunoo, este lo miraba con miedo y en sus ojos se reflejaban las ganas de que lo soltara y le dejase en paz. Pero esto solo motivaba más a Chaoi. —Te voy a hacer mio, bonito y, te gustara. —susurro suavemente en el oído de Sunoo para después morderle.
—Por favor... —volvió a pedir Sunoo entre sollozos queriendo salir de ahí lo más pronto posible.
Soobin izo caso nulo a la suplica de Sunoo procediendo a quitarle suavemente la prenda que cubría su parte superior, no iba a ser brusco con él, para Soobin, Sunoo era una delicada y hermosa flor que merecía tratarse con cuidado. Pero eso no quita el hecho de que Sunoo realmente se haya convertido en su más grande fantasía desde que vio aquella fotografía, no podía quitarse de la mente su imagen durante la noche causándole grandes problemas, y hoy por fin cumpliría aquellas fantasías que tanto deseo.
—Tan apretado, cariño. —le gruño con una voz ronca al pobre y lloroso Sunoo que hacia su esfuerzo por no desgarrar su garganta con fuertes gritos a causa del dolor que estaba sintiendo. —Me encantas.
Sunoo sentía arder su piel con cada rose que tenía con las impuras manos de Soobin, sus piernas dolían por la posición en la que se encontraba pues ni siquiera estaban en una cama, se tenía que sostener de la pared para no perder el equilibrio por las brutales embestidas que Soobin daba a su interior, sintiéndolo arder y doler como el infierno. Quería que Sunghoon estuviera con el y lo defendiera de aquella violación, dejando de lado el contexto romántico quería sentirse protegido por su hermano mayor; quería sentir sus abrazos y sus palabras reconfortantes...
—Sunghoon... —suspiró Sunoo llorando aún más que antes, deseando que el nombrado apareciera en algún momento y los librara de aquel infierno en el que se encontraba.
—¿Qué demonios acabas de decir? —preguntó Soobin furioso por escuchar un nombre ajeno que no fuera el suyo durante aquel momento.
Fue ahí cuando Sunoo supo que su sentencia de muerte acaba de ser firmada en ese mismo momento, y los fuertes regaños que comenzaba a recibir le hicieron saber que nunca volvería a salir de ahí por más que llorara y rogara por ello.
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